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COVID-19: Berlín relaja medidas y ministro de Salud se opone

6 de abril de 2022

Alemania ha eliminado casi todas las restricciones por la pandemia. Esta semana se decidirá si, al menos, habrá una obligatoriedad parcial de vacunarse.

Deutschland | Coronavirus |  Maskenpflicht in der Frankfurter Innenstadt
Imagen: Florian Gaul/greatif/picture alliance

El ministro de Salud de Alemania, Karl Lauterbach, ha admitido abiertamente que las cargas del nuevo gobierno son extremadamente duras. La guerra en Ucrania, las malas noticias constantes y, por supuesto, la pandemia, provocan un estrés permanente. El político del partido socialdemócrata (SPD) reveló a la agencia de noticias DPA que "la tarea y la carga es mucho más difícil de lo que había imaginado".

Desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, Lauterbach, médico y virólogo de profesión, ha recordado constantemente sobre los peligros del virus. Primero como miembro del Parlamento e invitado permanente en los programas de televisión. Y luego, desde diciembre del año pasado, como ministro de la nueva coalición de gobierno entre socialdemócratas, Verdes y liberales (FDP). 

El ministro de Salud de Alemania, Karl Lauterbach.Imagen: Bernd von Jutrczenka/dpa/picture alliance

La guerra, más importante que la pandemia

En Alemania, como en muchos otros países, el coronavirus casi ha desaparecido de los titulares debido al ataque de Rusia contra Ucrania. Debido a ello, Lauterbach se muestra preocupado, y recuerda repetidamente que los peligros del virus aún no han desaparecido. Sin embargo, tuvo que aceptar cuando el gobierno, sobre todo por la presión de los liberales, decidió levantar la mayoría de las restricciones que estaban vigentes en Alemania desde hace más de dos años. Se ha eliminado el uso obligatorio de mascarillas en los supermercados y las escuelas, así como todas las restricciones de contacto.

Y ello a pesar de que las cifras de contagio siguen siendo elevadas y cientos siguen muriendo semanalmente a causa del COVID-19 en Alemania. La probabilidad de terminar en el hospital o, incluso, morir es significativamente mayor para los no vacunados. La eliminación del uso de la mascarilla en todo el país, por ejemplo, ha sido justificada por el hecho de que la variante ómicron, que es muy contagiosa pero solo genera síntomas leves, lo permite. Una situación que podría cambiar nuevamente con la llegada de una nueva variante del virus.

Confusión con la cuarentena

El martes, Lauterbach anunció que a partir del 1 de mayo, la cuarentena para las personas que hayan contraído el virus solo será voluntaria. Hasta ahora, los que daban positivo debían aislarse durante diez días y podían librarse de la cuarentena después de siete días con una prueba negativa. Sin embargo, por la noche, el ministro de Salud alemán se retractó y explicó: "He cometido un error. Esto alivia, quizá, la carga de las oficinas de registro sanitario, pero es una señal incorrecta y perjudicial". Algo que revelaría lo nervioso que está el gobierno de Olaf Scholz en su lucha contra la pandemia.

Alemania ha retirado la mayoría de las restricciones por la pandemia. Imagen: Fabian Strauch/dpa/picture alliance

24 por ciento sin vacunar

Lauterbach y el nuevo gobierno tampoco llegaron tan lejos, como se tenía previsto, en el debate sobre la vacunación obligatoria: después de asumir el gobierno en diciembre, se pronunciaron a favor de una vacuna obligatoria en general. Pero pronto tuvieron que darse cuenta de que carecían de mayoría en el Parlamento (Bundestag) para ello. Incluso, muchos políticos del propio FDP estaban en contra. Por eso, el gobierno pidió que se buscara una mayoría en todas las direcciones políticas, sin limitaciones de partidos o facciones.

El motivo para hacer de la vacuna una obligatoriedad, que casi no existe en otros países, es que, hasta principios de esta semana, solo alrededor del 76 por ciento de las personas en Alemania estaban totalmente vacunadas. El 24 por ciento sin inmunizar causa una gran preocupación con miras al próximo otoño e invierno, cuando las infecciones podrían volver a aumentar. Pero nadie quiere imaginarse otro invierno con restricciones. 

Janosch Dahmen, del partido los Verdes. Imagen: Müller-Stauffenberg/imago images

De hecho, el Bundestag debatirá este jueves la vacunación obligatoria contra el coronavirus. Sin embargo, todo puede suceder. Durante mucho tiempo, un grupo de diputados, principalmente de los partidos gobernantes, ha hecho campaña a favor de la vacunación obligatoria general para todos los mayores de 18 años. Pero ieste grupo no ha podido reunir suficientes votos para lograr una mayoría.

Ahora, el grupo propone que la vacunación sea obligatoria para todas las personas mayores de 50 años. Y en septiembre, el Parlamento podría volver a reconsiderar si la medida se aplica a otros grupos etarios, consiguiendo así una especie de vacunación obligatoria. En ese sentido, uno de los impulsores, Janosch Dahmen, de los Verdes y médico de profesión, reiteró que "la opinión generalizada en la ciencia es que la pandemia no ha terminado. Ómicron probablemente no será la última variante. No queremos evitar los contagios, sino hospitalizaciones y enfermedades graves, porque eso supondría otra carga pesada para nuestro sistema sanitario".

(ct/er)