Coronavirus: experimento científico en un concierto pop
Torsten Landsberg
21 de agosto de 2020
La pandemia ha golpeado duro al mundo de los espectáculos. Un proyecto científico investigará en un concierto con público las formas de reducir los riesgos de contagio.
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Conciertos cancelados, espectáculos pospuestos, eventos deportivos sin público. La pandemia del coronavirus ha afectado duramente al sector de la cultura y el entretenimiento, que ha sufrido pérdidas millonarias.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo se podrán reanudar estas actividades en forma económicamente sustentable. En busca de soluciones, la Clínica Universitaria de Halle ha concebido un experimento: el proyecto "Restart-19”. En ese marco, el cantante Tim Bendzko ha de presentarse en una sala de espectáculos de Halle, bajo diferentes condiciones, ante público. Está previsto que este sábado 22 de agosto se lleven a cabo tres simulaciones: un concierto se hará en las condiciones previas a la pandemia, otro con un concepto de higiene "optimizado”, y un tercero con las reglas de distanciamiento social, con solo la mitad del público.
Menos voluntarios de lo esperado
Los encargados intentaron conseguir s 4.200 voluntarios para llevar a cabo el experimento. Pero solo se presentó la mitad de esa cantidad de personas, pese a una prórroga del plazo. No está claro si la menor cantidad de participantes incidirá en la prueba, si se deberá ajustar su desarrollo a la situación o si los resultados se verán afectados. La Clínica Universitaria de Halle no quiso hacer comentarios ni dar entrevistas antes del experimento
En una página web se define así el objetivo del estudio: "Mediante el proyecto Restart-19 se pretende identificar posibles marcos de condiciones bajo las cuales los artistas y deportistas podrían volver a presentarse y a competir después del 30 de septiembre, sin que de estos espectáculos emane un peligro para la población”.
Los participantes voluntarios serán sometidos a un examen previo y solo podrán ingresar a la sala si el resultado indica que no son portadores del coronavirus. Además, recibirán mascarillas FFP2, que protegen a sus portadores. Su utilización hace ”muy poco probable" un contagio a través de aerosoles, se indica en la página web.
Vías de contagio y distancia social
En el experimento se investigarán los patrones de movimiento de los asistentes a conciertos. Con este fin, los participantes recibirán "trazadores de contactos”, que miden la distancia hacia otros asistentes y habrían de permitir deducir dónde hay mayor riesgo. Por ejemplo, en el área de ingreso. Con los datos obtenidos, se establecerían los énfasis en futuros conceptos de higiene.
Un desinfectante fluorescente, que los participantes deberán aplicarse en forma reiterada, ha de entregar información acerca de qué superficies tocan con especial frecuencia y, por lo tanto, tendrían que ser desinfectadas continuamente. No obstante, los organizadores sostienen que las infecciones por contacto tienen un "papel secundario”.
Estudios actuales, realizados en Australia y Japón, confirman que el peligro de contagio es especialmente grande a través del aire, sobre todo en espacios cerrados. Los aerosoles se propagan más cuando se habla en voz alta o se canta. Un concierto en una sala llena es por lo tanto un lugar ideal para ello.
Condiciones poco realistas
Justamente por eso, este experimento no reproduce las condiciones reales de un concierto pop en una sala. Las mascarillas FFP2 no solo son caras o difíciles de conseguir, sino que respirar con ellas resulta más difícil que con una mascarilla de género. Y cabe preguntarse si los asistentes a un concierto serían tan disciplinados como para usarlas todo el tiempo.
Tampoco está previsto hasta el momento realizar tests de coronavirus masivamente, como condición para asistir a un espectáculo.
Se espera que los resultados de este experimento estén disponibles en octubre. Los eventos masivos están prohibidos de todos modos hasta fines de octubre, aunque posiblemente haya algunas excepciones.
(ers/cp)
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Corea del Sur celebra el Festival del Barro a pesar del coronavirus
Muchas personas disfrutan asistiendo a diferentes festivales. Sin embargo, desde la irrupción del coronavirus, muchos eventos populares han sido cancelados en todo el mundo. El Festival del Barro es la excepción.
Imagen: Reuters/H. Ran
Si el hombre no va al barro...
...el barro va al hombre, o mejor dicho, a la casa. En julio, se suele celebrar el Festival del Barro de Boryeong, considerado el festival más famoso del país. El evento atrae cada año a gente de todo el mundo a la tranquila ciudad de Boryeong, de 100.000 habitantes, en la costa oeste de Corea del Sur. Esto, claro, en condiciones normales.
Imagen: Reuters/H. Ran
Una transmisión un poco lodosa
Sin embargo, por culpa del coronavirus nada será normal este año. Ya no serán las personas las que irán al festival, sino que es el festival quien irá a las personas. Este será transmitido en línea para los amantes del barro. No basta con ver una batalla en el lodo porque es muy monótono. Así que el barro debe traerse a la casa, lo que podría traer algunos problemas de limpieza...
Imagen: Reuters/H. Ran
Una fiesta de lodo casera
Para fortuna de sus fanáticos, el espectáculo de barro se puede seguir desde la comodidad de la casa. Así como lo hace esta familia en la ciudad de Gwangju, a más de 100 kilómetros del lugar del festival. Los niños se encuentran dentro de una piscina inflable con lodo, en una habitación completamente cubierta con plástico transparente, esperando la transmisión del evento.
Imagen: Reuters/H. Ran
Es divertido, ¿o no?
Y la fiesta ya puede comenzar. La diversión y la acción están garantizadas. Bueno, seamos honestos: ¿pueden acaso estos dos niños cubiertos de barro en su piscina tener la misma diversión que en un festival en la playa con miles de personas, decenas de toboganes y toneladas de barro? Dejemos que las fotos hablen por sí mismas…
Imagen: Reuters/H. Ran
Se puede bailar, deslizarse y luchar en el barro
Eso es lo que suele ocurrir en el Festival de Barro de Boryeong en la playa de Daecheon, a unos 130 kilómetros al suroeste de la capital surcoreana Seúl. Ahí se puede experimentar un exuberante ambiente de fiesta con vestimenta mojada y fangosa; deslizarse, darse un masaje, bailar o realizar una lucha en el barro. Además, se realiza una elección para elegir al Señor y la Señora Barro del año.
Imagen: Getty Images/C. Sung-Jun
El evento que fortaleció el turismo
El Festival de Barro de Boryeong se ha convertido en un gran evento, lo que ha significado que los turistas sean llevados directamente desde el aeropuerto de Seúl al lugar fangoso. El festival se originó en 1998 a partir de una idea de "marketing". Las toneladas de barro son transportadas a la playa con diferentes camiones y se considera que el lodo de la región es especialmente rico en minerales.
Imagen: Getty Images/C. Sung-Jun
Un elemento esencial para todos los eventos
La industria cosmética surcoreana quería destacar los efectos positivos de sus productos con lodo y se le ocurrió la idea de realizar el Festival del Barro, lo que ha sido un gran éxito. Por lo demás, el barro no es solo un ingrediente importante en un festival de este tipo, sino que también es una parte esencial de muchos festivales de música en todo el mundo.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Suh
Embarrado, pero feliz
En verano, en Alemania hay varios festivales grandes. No todos los veranos alemanes son siempre soleados y secos, sino que también lluviosos. Normalmente, los eventos se celebran en prados y campos, lo que implica automáticamente que algunos eventos de música se convierten también en festivales de barro. Muchos visitantes se han preparado para esto, como estos asistentes al Wacken Open Air.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Heimken
Sin barro no hay diversión
Mientras que los grandes festivales Rock am Ring y Rock im Park han sido cancelados este año debido al coronavirus, el festival de heavy metal Wacken Open Air se transmitirá en línea a finales de julio de 2020. Es probable que los espectadores de la cita virtual también se las ingenien para sentir que el festival se celebra en casa. Seguramente con más acción que las dos niñas surcoreanas.