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Coronavirus: huyendo de la aislada ciudad de Wuhan

Bölinger Mathias
3 de febrero de 2020

La propagación del coronavirus en China está obligando a muchos a encerrarse en sus hogares. Los que viajaron al área de Wuhan y lograron salir antes de que se aislara la ciudad, se hallan bajo estrecha vigilancia.

China Peking | Leere Straßen
Imagen: Getty Images/K. Frayer

Hace diez días, Claire se encerró en su casa después de huir muy rápidamente de Wuhan. Ella había viajado a la ciudad donde se originó el coronavirus, para pasar el Año Nuevo chino con sus suegros. Luego, se supo la noticia de que Wuhan sería aislada. Claire y su novio escaparon solo unos minutos antes de que entrara en vigor la cuarantena en toda la ciudad.

Desde entonces, no han salido de su casa: "Al principio, fue nuestra propia decisión permanecer (en casa)", dijo a DW a través de videochat. Unos días después, "comenzamos a recibir llamadas telefónicas de la asociación de vecinos y de la estación de policía local, instándonos a quedarnos (en casa)". Todos los días, tienen que controlar su temperatura corporal e informar a las autoridades.

China ha sido criticada y alabada por su respuesta ante la crisis. Cuando aparecieron los primeros casos de la enfermedad en diciembre, las autoridades locales los encubrieron. La Policía incluso convocó a los médicos que informaron en grupos de chat sobre casos misteriosos de neumonía y los amenazó con castigos.

Respuesta lenta

Las autoridades inicialmente descartaron la transmisión de persona a persona del coronavirus incluso después de que los científicos demostraran lo contrario. Durante ese tiempo, el virus pudo propagarse sin control. Luego, las autoridades decidieron bloquear la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei y nodo de transportes con una población de 11 millones de habitantes. Los pueblos y ciudades vecinas hicieron lo mismo.

Desde entonces, se estima que 56 millones de personas permanecen atrapadas dentro de la provincia de Hubei, casi la población de Italia. "Veríamos muchos más casos fuera de China y probablemente muertes, si no fuera por los esfuerzos y el progreso del gobierno", escribió Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, algunos investigadores de salud pública han advertido que estas drásticas medidas podrían lograr el efecto contrario, al hacer que los pacientes se escondan o al crear pánico entre la población.

En los primeros días, las imágenes mostraban a personas corriendo a los hospitales para realizarse un chequeo. Las imágenes de áreas de espera abarrotadas en los hospitales se volvieron virales en las redes sociales chinas. "Vi varios cadáveres en los hospitales", dijo el periodista Chen Qiushi, a quien DW contactó por videollamada en Wuhan. El también abogado viajó a la ciudad para documentar la situación. "Y vi a muchas personas que tenían fiebre y tos durante varios días, pero que no sabían si estaban infectadas, porque los hospitales carecían de material para realizar las pruebas", afirmó.

Claire y su novio solo salen de su apartamento para recoger alimentos, que los servicios de entrega dejan en la puerta de su complejo o para tirar la basura por la noche. "Esperamos hasta que todos estén dormidos. Luego nos ponemos nuestras máscaras y tiramos la basura", dijo Claire.

Ciudad de Wuhan, sin tráfico ni personas.Imagen: Getty Images/AFP/H. Retamal

Autoridades luchan por tomar el control

Un hombre joven que esperaba un taxi en la carretera, dijo que no había nada que temer mientras la gente tomara precauciones. "Necesitamos evitar lugares concurridos, usar máscaras y lavarnos las manos regularmente. El gobierno nos ha dado instrucciones claras", afirmó dicho joven.

La falta de respuesta inicial del gobierno a la enfermedad se ha convertido en una oleada de actividad en todos los niveles. En Pekín, las asociaciones vecinales van de puerta en puerta para repartir folletos y preguntar si alguien tiene problemas de salud.

Los anuncios por altavoces y las vallas publicitarias recuerdan a los residentes que se registren ante las autoridades, si han regresado recientemente a la ciudad. Hoteles, edificios de oficinas y centros comerciales han establecido puntos de control para medir la temperatura de los visitantes.

En todo el país, las autoridades están localizando y pidiendo a la gente que estuvo en la región de Hubei que se quede 15 días sin salir de casa.

Contando los días

En su ciudad natal, en el centro de China, Claire cuenta los días hasta que termine su periodo de cuarentena de dos semanas. Está ansiosa por salir a correr y reanudar las tareas de su vida diaria, como comprar comestibles, aunque todavía planea limitar su vida social hasta que la epidemia esté bajo control. Cree que su estancia en Wuhan influirá en su vida en el futuro: "Las autoridades, mis amigos cercanos y mi familia saben que hemos estado en Wuhan, pero no se lo diría a otras personas", dijo. "Simplemente les causaría miedo", añadió.

(rmr/er)

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