En solo una semana se registraron cinco casos –cifra que se mantiene hasta este este 3 de marzo– en cinco estados diferentes de la República y los sospechosos de portar el virus se elevaron de ocho a once en tan sólo 24 horas. Fue entonces cuando se dieron algunas compras de pánico de tapabocas, latas y agua embotellada ante una posible cuarentena.

Antes de eso las redes sociales ya se habían inundado de memes y especulaciones sobre la llegada de la epidemia a México. De momento, un alarmismo anecdótico y desmedido puesto que todos los casos de Covid-19 son importados, de viajes a Italia, y todavía no hay transmisiones autóctonas. Las autoridades sanitarias capitalinas llamaron a la calma y aseguraron que "México se encuentra bien parado en caso de registrar algún brote”. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, anunció que el país cuenta con 153 hospitales de alta especialidad y centenares de camas y ventiladores a disposición, además de haber emprendido una campaña de difusión de medidas higiénicas.

Sociedad y hospitales preparados

La capacidad de contener la pandemia depende de la respuesta institucional y social. "Tanto el gobierno como la sociedad tienen experiencia para ello tras la emergencia de influenza en 2009. El gobierno ha reaccionado con rapidez y existen hospitales y personal médico preparado”, dice a DW el infectólogo Rogelio Navarrete, sobre la estrategia nacional de prevención, en que varios estados ya han realizado simulacros de atención.

El experto agrega que sería prudente impulsar medidas "evitar lugares de mayor concurrencia”, sobre todo "en grandes urbes como Ciudad de México, nicho de riesgo para transmisión”. En esa línea, el catedrático de la Universidad de Guanajuato, Alejandro Macías, señala que el país cuenta con "una red de diagnóstico razonablemente buena, con laboratorios en todo el territorio y buena coordinación” como medidas de control cuando el Covid-19 circule en el país.

Debilidades para dar respuesta

Sin embargo, México acumula algunos lastres que lo exponen a una mayor fragilidad ante la propagación de la epidemia y que son difícilmente resolubles de forma inmediata. "No se cuenta con una red de terapia intensiva adecuada. No hay camas de terapia intensiva ni máquinas para respirar suficientes. Y no las podemos inventar de un día para el otro”, advierte el infectólogo Macías a DW.

Por otro lado, "México sufre un grave problema de obesidad entre su población, al igual que de diabetes, lo que multiplica el riesgo de contagio y mortalidad respecto a otros países”, señala. Las medidas para evitar el contagio son lavarse las manos con frecuencia, taparse al estornudar, alejarse de los contagiados y mantener una vida saludable. El tapabocas convencional puede ser utilizado de cuatro a ocho horas y resulta útil para las personas sintomáticas o más vulnerables, pero no ayuda a prevenir la enfermedad, indica el especialista Sergio Gutiérrez.

En ese sentido, "el afán de parte de la población de comprar tapabocas, demuestra que hubo falta de comunicación institucional en un primer momento, al menos hasta el viernes, sobre las medidas de prevención”, asegura Macías, quien considera que la reacción de alarma entre la población mexicana no ha sido diferente que en otros países.

Impacto y alerta

"Determinamos que no hay evidencia que sugiera que esto es una emergencia nacional, no deja de ser una epidemia, como lo es, como hay otras epidemias, pero no representa una amenaza en términos sanitarios ni términos sociales o económicos”, sostuvo el subsecretario López-Gatell el lunes ante el impacto del coronavirus a nivel mundial que también azotó al país centroamericano. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cayó un 3,9% entre lunes y martes de la semana pasada y el peso perdió valor con una subida de 24 centavos del dólar. El viernes sufrió otra caída de 1,01% en su apertura tras reportarse el primer positivo de Covid-19 en el país, mientras que esta semana se ha estabilizado.

"Hay que estar en alerta máxima, como recomienda la Organización Mundial de la Salud, porque se puede prender la transmisión del virus en el país en cualquier momento. Pero tampoco entrar en pánico, porque puede afectar igual o más que la pandemia”, concluye el infectólogo Macías ante la incertidumbre por el coronavirus.

(jov)

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