¿El coronavirus vino de sorpresa? No para la Oficina de Protección Civil de Alemania. Sin embargo, no se tomó en cuenta la opinión de los expertos en situaciones catastróficas. A partir de ahora, esto va a cambiar.
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En 2012, los expertos de la Oficina Alemana de Protección Civil (BKK), en colaboración con el Instituto Robert Koch (RKI), hicieron un amplio análisis de riesgo, tomando como ejemplo un escenario parecido al que se vive ahora con la pandemia. El escenario imaginado describe la propagación de un nuevo virus por todo el mundo desde Asia. Alemania sufre tres oleadas de contagios con el ficticio "virus Modi SARS". Entre otras cosas, se previeron cuellos de botella en el suministro de productos farmacéuticos, equipos de protección y desinfectantes. Los resultados de dicho estudio quedaron en el olvido.
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¿Quién es el responsable?
Parlamentarios de La Izquierda preguntaron al Gobierno, el pasado julio, qué medidas había tomado después de los resutados del análisis de riesgo de 2012. Este respondió que no tenía "conocimiento de ninguna medida adoptada por los estados federados (...) en el marco de su responsabilidad de salud y control de desastres".
Cuando se hizo referencia a las distintas competencias de los gobiernos regionales y el central, se puso de manifiesto dónde radica el problema: según la Constitución, el control de desastres y las medidas de precaución correspondientes son responsabilidad de los estados federados.
El resultado es paradójico. La BBK es, en realidad, la autoridad ideal para enfrentarse al mayor desafío, después de la Segunda Guerra Mundial, como la canciller llamó a la crisis del coronavirus. Pero esta oficina tiene apenas competencias. Por eso, surgió la pregunta: ¿Qué hacen entonces los aproximadamente 400 empleados de la BBK? ¿Para qué se utilizan exactamente sus 18 helicópteros?
Planes de reestructuración
Armin Schuster, político de la CDU, es el jefe de la BBK desde el pasado otoño. A mediados de marzo, el expolicía y el ministro del Interior, Horst Seehofer, presentaron sus planes para la reestructuración de esta oficina.
Nueve millones de alemanes ya tienen a la BBK en su celular: descargaron su aplicación de advertencia "NINA" para casos de inundaciones, tormentas e información sobre el coronavirus.
La diputada de Los Verdes Irene Mihalic cree que la mayor contribución de la BBK está en la lucha contra pandemias y en la expansión de la aplicación de advertencia. En una declaración escrita a DW, la política también lamentó que las capacidades de la BBK "apenas se utilizaron" durante la pandemia. "Me hubiera gustado que la BBK hubiera podido asumir más responsabilidades", escribió la política.
Armin Schuster tiene grandes expectativas: "Esperamos y estamos trabajando hacia el objetivo de poder establecer una imagen mucho más completa de la situación, es decir, una imagen integradora de todas las habilidades, reservas y situaciones operativas de todos los involucrados, ya sea en el el Gobierno federal, los estados y municipios o las organizaciones de ayuda".
En Bonn, la BKK de hecho ya tiene una central bien equipada.
"Ha llegado el momento de la relevancia"
La política Sandra Bubendorfer-Licht, del grupo parlamentario de oposición liberal, también afirmó que "la BBK debe finalmente encontrar su papel como entidad central". El sistema federal alemán tiene sus fortalezas, "pero cuando se trata de velocidad, efectividad y contundencia, necesitamos coordinación y alguien que lleve la batuta", lamentó.
El jefe de la BBK no puede ir tan lejos, al menos no sin una enmienda constitucional que aporte más poderes al Gobierno central a la hora de ofrecer ayuda en situaciones catastróficas. El Ministerio de Salud y la BBK trabajan ahora juntos para establecer una reserva nacional de protección de la salud. Más vale tarde que nunca.
(rmr/ers)
Las vacunas que prometen derrotar al coronavirus
Distintas tecnologías, distintos países, distintas dosis y un solo objetivo: controlar y, ojalá, terminar con la pandemia que cambió al mundo.
Imagen: Guillermo Legaria/Getty Images
Sputnik V, Instituto Gamaleya
La "vacuna rusa" suscitó desconfianzas iniciales, pero se ha consolidado como una opción para una veintena de países, entre ellos Argentina, Bolivia y Venezuela. Las dudas surgieron por su rápida aprobación, en agosto de 2020, sin haber terminado los ensayos. Sin embargo, estudios posteriores le otorgan una alta eficacia a este preparado, que usa vectores adenovirales para provocar inmunidad.
Imagen: Dmitry Rogulin/ITAR-TASS/imago images
BNT162b2, BioNTech/Pfizer
La vacuna de la firma alemana BioNTech usa una tecnología hasta ahora inédita: ARNm cubierto por lípidos. Explicado en simple, la vacuna "imita" la forma del SARS-CoV-2, provocando la respuesta del organismo. En ensayos mostró una alta eficacia, que se ha visto replicada en condiciones reales. La firma Pfizer actúa en la alianza como socio en la fabricación. Es usada en una veintena de países.
Imagen: Marwan Naamani/dpa/picture alliance
mRNA-1273, Moderna
La vacuna desarrollada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA) y la firma Moderna usa una tecnología similar a la de BioNTech. En ensayos demostró una eficacia cercana al 95 por ciento. A diferencia de la de BioNTech, esta fórmula puede almacenarse a -20 grados. Se usa en EE.UU. y la Unión Europea.
Imagen: Valeria Mongelli/ZUMA/picture alliance
AZD1222, Oxford-AstraZeneca
Esta vacuna desarrollada por expertos británicos y suecos utiliza como vector un adenovirus de chimpancé modificado. Los ensayos se realizaron en Reino Unido, Brasil, Sudáfrica, Japón e India, y se vieron interrumpidos un par de ocasiones por muertes sospechosas. Sin embargo, se confirmó su seguridad y una eficacia que va del 60 al 90 por ciento. Se usa en Brasil, la UE y Reino Unido.
Imagen: Fred Schreiber/AFP/Getty Images
Ad5-nCoV, Cansino Biologics
La vacuna de esta firma china usa el adenovirus del resfriado común para introducir en el cuerpo humano una proteína inactivada del SARS-CoV-2, provocando una respuesta inmune. Ha sido usada en China para inocular a soldados del Ejército Popular, y los ensayos se llevaron a cabo en Rusia, Pakistán, México, Chile y Argentina. Actualmente se usa en México, Malasia e Indonesia. Usa solo una dosis.
Imagen: Reuters/China Daily
CoronaVac, Sinovac Biotech
Como muchas vacunas que usan virus inactivados, esta fórmula recurre a partículas del SARS-CoV-2 conseguidas en cultivos e inactivadas antes de ser inyectadas en el organismo. La presencia de estos virus provoca la reacción inmune y previene que la enfermedad se desarrolle. Probada en Brasil, Indonesia, Chile y Turquía, muestra una efectividad superior al 60 por ciento.
También con virus inactivados, esta vacuna desarrollada por Bharat y el Consejo Indio de Investigación Médica es conocida como Covaxin, y ha mostrado una eficacia del 81 por ciento en ensayos clínicos. En su momento, desató controversia por haber sido inoculada en trabajadores médicos cuando la fórmula aún estaba en fase I de ensayos clínicos. India busca ahora que se apruebe en otros mercados.
Imagen: Pavlo Gonchar/Zuma/picture alliance
BBIBP-CorV, Sinopharm
Con ensayos en Argentina, Perú, Emiratos Árabes Unidos y otros estados, esta vacuna china de virus inactivados ha sido ya aprobada en países de Medio Oriente. Según los estudios, tendría una eficacia del 86 por ciento. Sinopharm está en el ojo de la polémica en Perú por haber enviado "vacunas de cortesía" para políticos y por haber donado miles de dólares al gobierno.
Imagen: Zhang Yuwei/AP/picture alliance
Ad26.COV2.S, Johnson & Johnson
Junto a la de CanSino, es las única vacuna de una sola dosis hasta la fecha. Es desarrollada por la firma belga Janssen Pharmaceutica, filial de la estadounidense Johnson & Johnson. Se puede almacenar en un frigorífico normal y ha mostrado una eficacia superior al 66 por ciento. Usa un vector viral no replicativo derivado del adenovirus A26 humano.