En Costa de Marfil, pequeños agricultores están empleando nuevas soluciones digitales. Mediante el uso de celulares inteligentes pueden, a través de información técnica valiosa, ponerse en contacto directamente con especialistas para obtener ayuda.

Este asesoramiento a tiempo real es una opción para mejorar el rendimiento. Y es que los agricultores de este país de África occidental necesitan toda la ayuda que puedan recibir. El aumento de las temperaturas ha alterado por completo el ritmo de las temporadas de cultivo. En algunas regiones, la sequía es tan grave que es necesario regar los campos dos veces al día para no perder las cosechas.

Investigadores de la Escuela Superior de Agronomía trabajan en la aplicación Cultiv4G para ayudar a los campesinos a afrontar las incertidumbres que se avecinan. Los nuevos mercados digitales también están poniendo en contacto directo a productores y consumidores, con condiciones de entrega y pago garantizadas.

El mayor obstáculo es el acceso digital en las regiones más remotas. A medida que más personas puedan conectarse a internet, disminuirá el desperdicio en la producción y mejorará el abastecimiento en el futuro.

Objetivo del proyecto: desarrollar aplicaciones digitales que permitan a los agricultores aumentar el rendimiento de sus cultivos y al mismo tiempo ser más resistentes al cambio climático. 

Presupuesto: los creadores de aplicaciones de asesoramiento agronómico pretenden que estos servicios sean gratuitos. También quieren evitar los costes de transmisión de datos, posibilitando el empleo de algunos datos sin conexión a internet. La afiliación al mercado virtual cuesta 25.000 francos CFA, lo que equivale a unos 38 euros. 

Organizaciones asociadas: los programadores cuentan con el apoyo de científicos, en particular de la Escuela Superior de Agronomía del Instituto Nacional Politécnico Félix Houphouet-Boigny.

Duración: las primeras aplicaciones aparecieron hace 15 años, pero la demanda de nuevas soluciones sugiere un buen futuro para la tecnología.

Un videorreportaje de Clelia Benard