Costa Rica fortalecerá su sistema de asilo a nicaragüenses
26 de noviembre de 2020
En Costa Rica viven cerca de 400.000 personas nicaragüenses, cuyo flujo migratorio se ha intensificado desde el 2018 debido a la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua.
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La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Unión Europea (UE) presentaron este miércoles (25.11.2020) en San José la iniciativa denominada Mejorando la protección de solicitantes de asilo nicaragüenses en Costa Rica cuyo objetivo es fortalecer el sistema y ampliar la asistencia a las personas solicitantes de asilo y refugiadas en el país.
El proyecto tiene una inversión total de 1,2 millones de euros, de los cuales la UE aporta 1 millón a través de su Instrumento en pro de la Estabilidad y la Paz, y 290.000 corresponden al ACNUR.
Entre las principales actividades por implementar se encuentran el financiamiento del Plan de Zonas del Gobierno de Costa Rica que permitirá -una vez se abran las fronteras terrestres- un ingreso controlado y seguro de personas desde Nicaragua con el fin de garantizar el derecho a solicitar asilo cumpliendo las medidas sanitarias para evitar contagios por el COVID-19.
La iniciativa además pretende fortalecer el monitoreo de las fronteras con Nicaragua (norte) y con Panamá (sur) para la identificación temprana de personas con necesidades de protección internacional y sus referencias respectivas a los programas del ACNUR o servicios estatales.
También, se busca ampliar la respuesta humanitaria dirigida a personas solicitantes de asilo y refugiadas en situaciones de extrema vulnerabilidad socioeconómica, a través de un aporte al programa de asistencia en efectivo del ACNUR y el establecimiento de un albergue de emergencia para solicitantes en riesgo de desalojo o situación de calle.
En Costa Rica, país de 5 millones de habitantes, viven cerca de 400.000 personas nicaragüenses y el flujo migratorio se ha intensificado desde el 2018 debido a la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua.
ama (efe, afp)
Refugiados y sus historias
Hamber al Issa, de Siria
En Damasco Hamber trabajaba de cirujano. Tuvo que abandonar su patria por razones de las que no quiere hablar. Espera que no sea para siempre. En cuando sea posible quiere regresar a Siria para abrir allí un centro médico.
Macedonia
Hamber huyó a Alemania por la ruta de los Balcanes. Cuando llegó a Macedonia tuvo que seguir a pie hasta la frontera con Serbia. Cada vez que llegaba a una ciudad se comunicaba con su familia por Internet. Sus padres estaban muy preocupados por él.
Croacia
Desde Croacia Hamber intentó seguir su viaje hacia Hungría en ferrocarril. Estuvo dos días esperando hasta que consiguió sitio en un tren.
Por fin en Alemania...
Hamber todavía no puede trabajar como médico en Alemania, pero intenta aprovechar el tiempo de forma práctica y seguir formándose en su profesión. Actualmente trabaja de traductor en un centro médico.
Toba Shirmohammadi, de Afganistán
Toba tiene 16 años y huyó de la ciudad afgana de Herat. Los terroristas de su país atacan a las escolares para mantenerlas alejadas de las escuelas. El deseo de Toba era estudiar y asistir a los cursos de preparación para la universidad.
Toba y su familia
Toba huyó a Alemania con sus dos hermanas y los maridos de éstas. Después de atravesar Irán, Turquía y Grecia tomaron también la ruta de los Balcanes hacia Alemania.
Esperando para continuar el viaje
Toba y su familia esperaron en un centro de acogida en Macedonia antes de continuar hacia Serbia:
La meta: llegar a Alemania
Toba espera poder estudiar en Alemania, pero primero quiere aprender el idioma. Su meta es llevar una vida independiente.
Ahmed Alwan, Heba Alwan y Saleh Zeer, de Siria
También Ahmed (en el centro), su mujer Heba y su amigo Saleh Zeer tuvieron que abandonar Siria. Ahmed es periodista y trabajaba en diversos medios árabes. Su esposa Heba trabajaba como arquitecta. Saleh estaba a punto de recibir el título de ingeniero.
Idlib, Siria
Ahmed, Heba y Saleh son de Idlib. Esta ciudad del noroeste de Siria fue destruida por los bombardeos. Cuando fue tomada por Estado Islámico, se hizo imposible continuar trabajando como periodista. Tras recibir amenazas, Ahmed se decidió a huir con su esposa y su amigo.
Jana Alwan
Ahmed y Heba también se llevaron consigo a Jana, su hija de un año.
Camino a Alemania
Como otros muchos, el grupo tomó la ruta de los Balcanes hacia Alemania. En cuanto mejore la situación en Siria quieren regresar a casa. Ahmed desea seguir ejerciendo su profesión de periodista, Saleh terminaría sus estudios y Heba ayudaría a reconstruir el país como arquitecta.