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COVID-19: acceso a patentes no garantiza más vacunas

Ashutosh Pandey
6 de mayo de 2021

Estados Unidos ha respaldado la propuesta de India y Sudáfrica de levantar temporalmente la protección de las patentes de vacunas. Esto ha dejado a las farmacéuticas consternadas y a activistas de salud pidiendo más.

USA Washington | Joe Biden, Präsident & Kamala Harris, Vizepräsidentin
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, respalda la propuesta de liberar temporalmente las patentes de las vacunas.Imagen: Jim Watson/REUTERS

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha respaldado los esfuerzos de India, Sudáfrica y otros países para suspender temporalmente la protección de la propiedad intelectual para las vacunas contra el coronavirus, ofreciendo esperanza a los países que luchan por las dosis y dejando exasperados a los fabricantes de vacunas.

Por su parte, los activistas de la salud pública afirman que la flexibilización de las protecciones de las patentes de las vacunas contra el COVID-19 permitirá a los fabricantes de medicamentos de los países pobres iniciar antes la producción de vacunas eficaces y acelerar el final de la pandemia. Indican que si se deja que se prolongue, podrían aparecer variantes resistentes a las vacunas.

"Esto [la medida de EE.UU.] es muy significativo. El Gobierno estadounidense tiene una larga tradición de castigar a los países que importan o producen medicamentos sin el permiso de las compañías farmacéuticas, incluso en tiempos de crisis", explica a DW Sapna Kumar, profesora de Derecho de la Propiedad Intelectual de la Universidad de Houston.

"Cada vez hay más conciencia de que las empresas farmacéuticas han llevado la voz cantante, de que quizá no han actuado en beneficio del interés público y de que tal vez ha llegado el momento de que el gobierno adopte un enfoque más agresivo", agrega.

Prolongadas negociaciones en la OMC

India y Sudáfrica se dirigieron en octubre pasado a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para pedirle que suspenda partes del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Acuerdo ADPIC). La suspensión de derechos como las patentes, los diseños industriales, los derechos de autor y la protección de la información no divulgada garantizaría "el acceso oportuno a productos médicos asequibles, incluidas las vacunas y los medicamentos, o la ampliación de la investigación, el desarrollo, la fabricación y el suministro de productos médicos esenciales para combatir el COVID-19", afirmaron.

La propuesta contó con la vehemente oposición de la anterior administración estadounidense y de otras naciones ricas como Gran Bretaña, así como de la Unión Europea, que afirmaron que una prohibición ahogaría la innovación en las empresas farmacéuticas, al quitarles el incentivo de realizar enormes inversiones en investigación y desarrollo. Esto, según ellos, sería especialmente contraproducente durante la actual pandemia, en que se necesita que los fabricantes de medicamentos se mantuvieran alerta para hacer frente a un virus que muta.

El cambio de opinión de EE.UU. -normalmente partidario de los derechos de propiedad intelectual- no garantiza una exención de patentes por parte de la OMC, cuyas decisiones requieren el consenso de los 164 miembros. La principal negociadora comercial de Biden, Katherine Tai, ha advertido que las deliberaciones llevarán tiempo, posiblemente incluso meses. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo este jueves que Bruselas estaba dispuesta a discutir la propuesta respaldada por Estados Unidos. La próxima reunión formal del Consejo de los ADPIC está prevista para principios de junio.

Empresas farmacéuticas consternadas

La industria farmacéutica reaccionó con molestia al anuncio de Biden, en medio de fuertes caídas de las acciones de los fabricantes de vacunas contra el COVID-19, como Moderna, Novavax y la alemana BioNTech, mientras los inversores sopesaban la posible pérdida de ingresos por derechos de autor de las empresas.

"Las demandas de liberación de la información de las patentes relacionadas con las vacunas no aumentarían el suministro en ni una sola dosis a corto plazo, porque pasan por alto la complejidad de la fabricación de las vacunas e ignoran hasta qué punto los fabricantes de vacunas y las empresas farmacéuticas y los países en desarrollo ya cooperan para aumentar la capacidad de vacunación", dijo en una entrevista anterior a DW Thomas Cueni, director general de la Federación Internacional de Asociaciones y Fabricantes de Productos Farmacéuticos (IFPMA).

En cambio, Ellen 't Hoen, directora de Medicines Law & Policy, una organización sin ánimo de lucro que hace campaña por un mayor acceso a los medicamentos, recordó que "muchos de los fabricantes de vacunas a gran escala tienen su sede en los países en desarrollo. Hay que aprovechar toda la capacidad de producción que existe. Para ello es necesario que los que la tienen en sus manos compartan los conocimientos y la tecnología".

En esa misma línea, además, la directora ejecutiva de la sección estadounidense de Médicos sin Fronteras, Avril Benoit, pidió en un comunicado que "si Estados Unidos quiere realmente poner fin a esta pandemia, debe compartir también sus dosis de vacunas sobrantes con COVAX ahora y llenar el vacío de acceso hasta que otros fabricantes puedan aumentar la producción".

(ct/er)

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