COVID-19: Perú declara al oxígeno de interés nacional
5 de junio de 2020
La medida se dio después de que se presentaron largas filas de familiares de pacientes con cilindros de oxígeno en una búsqueda para recargarlos.
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El Gobierno de Perú declaró este jueves (04.06.2020) de interés nacional el oxígeno medicinal para garantizar su abastecimiento ante la gran demanda por el COVID-19 que ha provocado escasez y un incremento de precios de hasta diez veces su valor normal.
"Vemos a especuladores tratando de aprovecharse y poner en riesgo la vida del prójimo. Eso no lo vamos a permitir", aseguró el presidente de Perú, Martín Vizcarra, en una conferencia televisada.
"Con el oxígeno está ocurriendo lo mismo que ha ocurrido con otros equipos y bienes que se requieren para combatir esta enfermedad. Siempre existe gente inescrupulosa que trata de aprovecharse de esta situación para sacar un margen de utilidad extraordinario", lamentó el gobernante.
Largas filas y altos precios por un cilindro
La medida de urgencia se dio después de que esta semana se presentaron largas filas de familiares de pacientes con el coronavirus con cilindros de oxígeno a cuestas, en una búsqueda para recargarlos en establecimientos que les cobraron considerables sobreprecios.
El precio de los cilindros de oxígeno de 10 metros cúbicos -cuya duración es de unas 24 horas- ha llegado hasta los 6.000 soles (1.750 dólares) y las recargas a 500 soles (145 dólares), a razón de 50 soles (15,5 dólares) por metro cúbico, cuando su valor normal es de unos 15 soles (4,37 dólares).
Ante esto, el Gobierno peruano dictó un decreto de urgencia que declara al oxígeno como bien estratégico y contempla una compra de 84 millones de soles (25,4 millones de dólares) para atender la alta demanda -que se ha incrementado en 40 por ciento durante este emergencia- según reconoció el primer ministro, Vicente Zeballos.
También, se destinarán 11 millones de soles (3,2 millones de dólares) para redes de distribución que faciliten el acceso del oxígeno a los pacientes de COVID-19 hospitalizados. Asimismo, el Estado peruano comprará 1.200 concentradores de oxígeno como parte de una partida de 88 millones de soles (25,6 millones de dólares) para atender a la población indígena ya que "no han tenido la atención que debían", reconoció Vizcarra.
El último boletín del Ministerio de Salud sobre el estado de la pandemia reveló que Perú superó este jueves los 5.000 fallecidos, tras pasar nuevamente el centenar de muertes en las últimas 24 horas. En total son 5.031 decesos con el coronavirus como causa confirmada.
Los casos acumulados subieron a 183.198 contagios, lo que supone 4.284 nuevos infectados en las últimas 24 horas.
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Perú: 50 aniversario del terremoto de Áncash
El terremoto de Áncash, Perú, el 31 de mayo de 1970, causó una destrucción masiva, sepultando poblaciones enteras y cambiando la vida de los que sobrevivieron. Un recorrido en imágenes.
Imagen: picture-alliance/F. Neukirchen
Desde el Huascarán
El Huascarán es la montaña granítica culminante de los Andes peruanos, con una altura de 6.757 metros. El 31 de mayo de 1970, tras un potente terremoto de magnitud 7,9 en la escala de Richter, este majestuoso nevado de la denominada Cordillera Blanca perdió parte de su corona nevada, un millón de metros cúbicos de hielo con consecuencias nefastas para los pobladores a los pies de su cara norte.
Imagen: picture-alliance/F. Neukirchen
Un alud-aluvión
El epicentro del sismo fue ubicado en el mar, a 50 km de profundidad, 30 km al oeste de Chimbote, en el departamento de Áncash, 375 km al norte de Lima. El movimiento telúrico desencadenó un alud que, convertido en aluvión de grandes proporciones, sepultó la población de Yungay y arrasó comunidades vecinas en la quebrada Ranrahirca y el valle del río Santa.
Refugio en el cementerio
Cuando la tierra comenzó a temblar, a las 3:23 de la tarde, los pobladores de Yungay corrieron a la Plaza de Armas. Pero, cuando se desató el alud, los pocos que lo consiguieron, en lugar de sepultura, encontraron vida esa tarde en el particular cementerio de cinco pisos de terrazas circulares, en una colina de la ciudad.
Imagen: picture-alliance/dpa/V. Shustov
Sepultura en la ciudad
Yungay, como su vecina Ranrahirca (en la foto) quedaron sepultadas bajo la masa de hielo y lodo, con todas sus edificaciones y, lamentablemente, una gran parte de su gente. En Yungay, por ejemplo, apenas 300 de sus 20.000 pobladores sobrevivieron.
Imagen: Archivo Indeci
Sin "Casa de la Suerte”
Sin sufrir el alud, en Huaraz, capital del departamento de Áncash, la destrucción fue masiva. La mayoría de las construcciones eran añejas y de adobe, como esta antigua "Casa de la suerte”, pura ironía amarga en esta imagen.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Bourdier
Campamento al aire libre
A los sobrevivientes les tocó instalarse temporalmente en los pocos espacios libres entre las ruinas. La Plaza de Armas de Huaraz sirvió a este fin. Más tarde, con ayuda del Ejército y cooperación extranjera, les tocaría vivir también en campamentos al margen de lo que habían sido sus comunidades.
Imagen: Getty Images/AFP
En el Callejón de Huayla
Los daños fueron severos en el Callejón de Huaylas (o valle del río Santa), sobre todo en Recuay, Huaraz, Carhuaz y Caraz.
Imagen: Imago Images
Y en la costa
En la zona costera quedaron destruidas Casma (foto) y Chimbote. Y, en menor medida, Trujillo y Huarmey. Y fuera de estas áreas principales, el sismo se sintió fuertemente en Tumbes, Jaen, Moyobamba, Iquitos, Huánuco, Lima, Pisco e Ica. También se sintió en Guayaquil, Ecuador. No así en Abancay, Arequipa y Cuzco.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Visita obligada al viejo Yungay
El principal atractivo del antiguo Yungay es hoy el cementerio, visitado por unos 15.000 turistas al mes, según autoridades locales. La ciudad, localizada en la zona central del Callejón de Huaylas, fue reubicada 1 km al norte de su ubicación original.
Imagen: picture-alliance/AP/R. Abd
Lagunas: belleza y riesgo
Al pie de la cara norte del Huascarán y sobre la nueva Yungay, se halla la Laguna de Llanganuco (foto). El alud de 1970 arrasó al sur de este nevado. Pero la actual desglaciación formó cientos de nuevas lagunas, sobre otras principales ciudades del Callejón de Huaylas. Hermosas y controladas por las autoridades, no dejan de recordar un riesgo latente adicional para los pobladores de la zona.