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COVID-19 y Latinoamérica: imperativo cooperar en desarrollo

16 de mayo de 2020

La buena noticia: la cooperación en el espacio iberoamericano y en el europeo-latinoamericano no ha sido mala. La mala: no ha sido suficiente. El COVID-19 urge a que el próximo lustro vea más cooperación internacional.

Ecuador | Öffenlicher Nahverkehr in Quito in Zeiten von Corona
Imagen: picture-alliance/AP Photo/D. Ocho

Solo en el campo de la salud, los 19 países iberoamericanos han cooperado en hospitales, en estadísticas, en telemedicina. También en asuntos de transplantes y en epidemiología. El balance que entrega la Secretaria General Iberoamericana (SEGIB) no es malo: en un decenio los proyectos de cooperación –en medioambiente, gestión de desastres, políticas sociales, salud, saneamiento- se han multiplicado por tres.

"En tiempos de malas noticias, nosotros traemos buenas”, dijo Rebeca Grynspan, secretaria general de la SEGIB, durante la presentación del último informe sobre cooperación sur-sur y triangular.

En ese informe se destaca que el campo de la salud ha sido el cuarto en importancia de esta colaboración. Los países iberoamericanos  han aunado esfuerzos con otros países europeos y también con organizaciones internacionales, como la CEPAL, la OEA y la Unión Europea.  

De las más de mil iniciativas y proyectos, 132 estarían financiados, según el informe, con fondos internacionales. Concretamente, 13 de ellos con fondos de la UE.  No obstante, no es suficiente.

"La pandemia ha puesto de manifiesto que no es suficiente, y que todos los planes para los próximos cuatro años van a tener que cambiar”, dice a DW por su parte Maximiliano Alonso, director por Argentina para el Banco Centroamericano de Integración Económica.

Rebeca Grynspan, secretaria general de la SEGIB.Imagen: SEGIB

Para superar tanto la pandemia como sus consecuencias económicas, aunar políticas públicas e innovación privada y apostar por la integración regional es vital, es el mensaje que una y otra vez lanza Grynspan, que apuesta por fortalecer las instituciones multilaterales siguiendo los objetivos de Naciones Unidas: alcanzar la salud y el bienestar, trabajo y crecimiento económico para todos hasta el 2030.  

No es que no hayan cooperado

Solo para el año 2017, el informe de la SEGIB registra 1310 iniciativas en la que países se han puesto el hombro mutuamente, regionalmente o intercontinentalmente. "No hay país que no tenga algo que ofrecer, y no hay ninguno que no tenga algo que aprender”, puntualizó Grynspan.

En cuanto a los países que más han destacado como oferentes de cooperación se encuentra España, México, Brasil, Chile y Costa Rica. Los mayores receptores habrían sido El Salvador, Colombia, México, Uruguay y Argentina.

Si bien la noticia es buena, las cifras hay que tomárselas con cuidado, advierte Alonso, economista, que tiene una década de experiencia en cooperación sobre todo entre países latinoamericanos y la UE.

"Solo en el 2017, Bruselas participó en más de cien proyectos. Si contamos las delegaciones de América Latina la cifra aumenta”, afirma Alonso. Cabe recordar que formalmente los fondos de cooperación europea para la mayoría de los países latinoamericanos se recortaron (para el período 2014-2020) debido a que calificaban como países de renta media. No obstante, en Paraguay, Bolivia, El Salvador y Colombia, la agencia europea ha apoyado, respectivamente, la educación, la infraestructura, la seguridad y la paz.

Aparte de ello, "la UE ha estado también muy presente en proyectos de cooperación triangular. Es decir, en asociaciones de un organismo internacional que provee recursos, un país que provee medios técnicos o humanos y un país beneficiario que puede añadir o no recursos propios”, explica Alonso, resaltando especialmente la cooperación europea en el espacio científico y académico.

Que se tienda a tener más presente la cooperación con España y Portugal se debe, así el especialista, a la cercanía cultural y económica. "Si preguntas en los círculos universitarios por programas europeos, solo conocen uno cuando hay por lo menos seis”, cuenta Alonso subrayando que hay mucho desconocimiento del ámbito europeo.

Tendrá que aumentar

En cualquier caso, Alonso prevé que las más bien tímidas tendencias anteriores van a tener que cambiar dado el impacto económico que tendrá la destrucción del empleo y el impacto en las arcas públicas. 

Maximiliano Alonso, director por Argentina del Banco Centroamericano de Integración Económica.Imagen: privat

"La cooperación internacional va a tener que aumentar: no hay otra opción. La UE prevé fondos para los países del Mercosur. España y Francia aumentarán su cooperación. Y vendrá mucho más.  No van a ser fondos para la pandemia, sino para los próximos cuatro años como mínimo. Porque destruir va rápido, pero la reconstrucción es lentísima”, afirma Alonso.

¿Se centrará la cooperación en la salud? "Depende de cómo se enfoque: invertir en agua limpia también es invertir en salud. E invertir en educación es afrontar la escasez profesional y cívica que hemos sufrido”, responde Alonso.

Por su parte Grynspann aboga por que se saque las conclusiones correctas de esta crisis. "Que haya más multilateralismo, cooperación, coordinación, solidaridad, y que podamos evitar un mayor proteccionismo y aislacionismo”, espera la exvicepresidenta de Costa Rica con vistas a la Cumbre Iberoamericana de noviembre.

"El COVID19 ha desnudado al sistema: no está preparado para afrontar algo así ni individual ni colectivamente”, apunta Alonso. Y aunque las cumbres entre la UE y los países de América Latina y el Caribe –plataforma de despegue de la cooperación- están suspendidas desde hace siete años, "vamos a ser más cooperativos, sin duda”, esgrime Alonso. "No nos queda otra”, concluye.

(ju)

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