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COVID prolongado: ¿qué se sabe hasta ahora?

10 de febrero de 2022

Luego de dos años en pandemia, aún se están investigando las causas del COVID prolongado, por qué algunos sufren de esas secuelas y otros no, y cómo ayudar a los pacientes.

Es más probable sufrir de COVID prolongado después de una infección grave, pero también se puede producir tras un caso leve.
Es más probable sufrir de COVID prolongado después de una infección grave, pero también se puede producir tras un caso leve.Imagen: Kyodo/picture alliance

Hace no demasiado tiempo, los pacientes con síntomas de COVID persistente decían que sus médicos no los tomaban en serio. Ahora, luego de dos años de surgir la pandemia, eso está cambiando.

Ya sabemos más sobre el síndrome llamado "COVID persistente” o "COVID prolongado o de larga duración”. Sabemos que millones de personas en el mundo sufren de esa condición. Tenemos una mejor idea de qué la causa, pero las investigaciones continúan. Y no sabremos los efectos a largo plazo del COVID persistente hasta dentro algunos años.

¿Qué es el COVID de larga duración?

Cuando una persona se enferma de COVID, los síntomas debilitantes de la infección con el virus SARS-CoV-2 no desaparecen luego de que el virus abandona el organismo. Dificultad para respirar, fatiga extrema y dolor en el pecho son algunos de los síntomas que persisten durante meses luego de la enfermedad. Eso puede dificultar en extremo el retorno a una vida normal, lo cual se puede convertir en un verdadero desafío.

Algunos estudios actuales sugieren que entre el 14 % y el 30 % de los pacientes de COVID-19 sufren de, al menos, uno de los síntomas de COVID prolongado en los 90 días posteriores a la infección.

Eso significa que, con 395 millones de casos de COVID en todo el mundo, a fecha de hoy (10.02.2022), entre 55 y 120 millones de personas están sufriendo, o sufrieron, de COVID persistente.

Se cuenta con pocos datos acerca de las consecuencias a largo plazo del COVID persistente, tanto en los individuos como en la sociedad. Y tomará años poder tener a disposición datos confiables sobre ello.

Los investigadores han identificado una serie de factores de riesgo, pero todavía están tratando de averiguar qué es exactamente lo que causa el COVID prolongado. No es lo mismo en todos los pacientes. Y todavía es un misterio por qué algunas personas desarrollan COVID persistente y otras no.

Un hospital de pacientes de COVID-19 en Sídney, Australia.Imagen: Lisa Maree Williams/Getty Images

¿Es el COVID prolongado menos severo con ómicron?

Ómicron es actualmente la variante dominante del coronavirus, SARS-CoV-2. Y muchos datos indican que causa un transcurso más leve de la enfermedad en la mayoría de los casos.

Es también una de las formas más contagiosas de COVID-19, y existe preocupación Por el hecho de que el alto número de casos de ómicron pueda provocar un aumento de los casos de COVID de larga duración.

Las posibilidades de desarrollar COVID persistente son mayores si se contrae una infección grave, pero se puede sufrir de COVID persistente sin importar si el transcurso de la enfermedad fue grave o leve.

¿Qué causa el COVID persistente?

El COVID persistente se define como un síndrome heterogéneo que puede ser causado por diferentes factores o por una combinación de factores. Y eso significa que hay más de un tipo de COVID persistente.

"Hay, como mínimo, dos tipos diferentes de COVID persistente: uno se da en pacientes de COVID-19 cuya infección fue tan grave que tuvieron que ser tratados en unidades de terapia intensiva y cuya vida estuvo en peligro. Y el otro tipo puede afectar a personas que tuvieron síntomas de leves a moderados”, explica a DW Joachim Schultze, del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE). La forma más grave de COVID persistente es causada por el daño orgánico múltiple.

Muchos pacientes de COVID prolongado sufren de fatiga extrema.Imagen: ZDF

¿Cómo obtener un mejor diagnóstico?

Los médicos necesitan entender cómo funciona el COVID de larga duración, sus mecanismos, para poder diagnosticar mejor a los pacientes y brindarles un tratamiento adecuado. Y los investigadores están haciendo progresos.

Por ejemplo, los oftalmólogos han investigado en Alemania las pequeñas arterias llamadas capilares en los ojos de pacientes con COVID persistente.

Esas y otras investigaciones dieron por resultado que el COVID persistente parece afectar la forma de algunas arterias, lo cual puede influir en el flujo de sangre en el cuerpo humano.

Un estudio publicado en enero de 2022 caracterizó los cuatro mayores factores de riesgo:

  • Un alto nivel de ARN de SARS-CoV-2 en muestras de sangre
  • La presencia de autoanticuerpos que atacan los tejidos del propio organismo
  • Diabetes del tipo 2
  • Reactivación de una infección previa con el virus Epstein-Barr

Los científicos también hallaron anticuerpos específicos en la sangre de pacientes de COVID persistente.

Esos hallazgos demuestran cómo ciertos factores pueden incrementar el riesgo de COVID de larga duración. Pero no son suficientes para predecir si una persona tiene un riesgo específico de sufrir de ese síndrome.

También la falta de oxígeno puede ser un síntoma de COVID prolongado. Se recomienda consultar siempre al médico.Imagen: Yuri Kozitsky/Tass/imago images

El impacto a largo plazo del COVID persistente

Hay otro factor que no podemos predecir, y es cómo afectará el COVID persistente a las personas y a la sociedad en los próximos años. Simplemente faltan datos acerca de las consecuencias del COVID de larga duración en la economía, en las comunidades y en los servicios de salud.

Pasarán años hasta que contemos con esas estadísticas, pero los investigadores están siguiendo este desarrollo.

Algunos estudios a gran escala tienen como objetivo hacer un seguimiento de la salud de las personas mucho después de su infección por COVID-19 y de su recuperación.

Otros estudios tienen como objetivo calcular el impacto del COVID prolongado en los sistemas de salud, las sociedades y las economías.

Pero especialistas como Joachim Schultze, del DZNE, dicen que necesitamos más investigaciones para proporcionar mejores definiciones clínicas y criterios de diagnóstico sobre las diversas formas de COVID prolongado. Dicen que se necesitarán muchos más datos para poder comprender el impacto total de ese síndrome.

¿Protegen las vacunas contra el COVID prolongado?

Algunos datos muestran que las vacunas pueden reducir el riesgo de una persona de desarrollar COVID prolongado después de una infección por SARS-CoV-2.

Dos estudios, uno realizado en Israel y otro en el Reino Unido, han encontrado que las personas con dos dosis de una vacuna tienen menos probabilidades de reportar síntomas prolongados de COVID que las personas no vacunadas.

Los investigadores dicen que sus hallazgos también muestran que las vacunas no causan COVID prolongado. El COVID prolongado solo se produce después de una infección viral.

También aseguran que las vacunas ayudan a reducir los riesgos asociados con el COVID prolongado de dos maneras.

En primer lugar, las vacunas nos ayudan a evitar las infecciones por COVID-19. Y, en segundo lugar, reducen la gravedad de los síntomas si se contrae la enfermedad.

Sin embargo, las vacunas no eliminan por completo el riesgo de COVID prolongado. Es por eso, dice Schultze, es importante que los científicos puedan desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico y opciones terapéuticas para el COVID prolongado mientras continúan identificando su impacto más amplio en la sociedad.

(cp/ers)

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