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La prensa opina

18 de enero de 2010

Se alzan voce críticas en la prensa europea acerca de la actuacion de EE.UU. en las acciones humanitarias luego del terremoto en Haití, así como sobre los prejuicios ante las reacciones un pueblo devastado.

Imagen: picture alliance / landov


El periódico Independent, de Londres, apela a EE.UU. para una reconstrucción duradera de Haití: “Desde un comienzo, Washington consideró a la República de Haití una parte de su zona de influencia. Cuatrocientos veinte mil haitianos viven como inmigrantes en los EE.UU., y el registro de las intervenciones de Washington en la política de Haití, así como sus ocasionales invasiones, es de larga data. Estados Unidos debe reconocer que su responsabilidad va más allá de una simple ayuda humanitaria. Tiene los medios y la influencia necesaria, no sólo para cooperar en la reconstrucción de Haití, sino también para encaminarlo hacia un mejor desarrollo y bienestar. Esta tragedia es la oportunidad de EE.UU. para reparar la vergonzosa intromisión y el abandono malicioso que ha caracterizado hasta ahora sus relaciones con el infeliz vecino”.


Más poderes para la ONU

El Dagens Nyheter, de Estocolmo se refiere a la ONU: “Las Naciones Unidas deben obtener en el futuro un mandato ilimitado y mejores posibilidades de maniobra para misiones humanitarias como la de Haití. La resolución vigente en la que se basa tiene casi 20 años de antigüedad. Todas las actividades deben verificarse y mejorarse. Parece ser necesario, por ejemplo, prepararse para asumir el control de todo un Estado. El hecho de que Haití no disponga de un liderazgo político ni administrativo dificultó enormemente las tareas de rescate”.


Ayudar y pagar deudas históricas

En París, Le Figaro comenta los pruritos en la polémica acerca de la ayuda humanitaria: “Si se trata de la supervivencia de un pueblo y de un país, las discusiones están fuera de lugar. En vista de la tragedia, iniciar una polémica es escandaloso. Nos referimos a la discusión de algunos idealistas acerca de la ayuda de Washington y París, quienes tratarían a través de la misma, de pagar deudas históricas. La esclavitud, el colonialismo, la apropiación de recursos naturales y los compromisos con quienes detentan el poder: ese destino ha hecho de los haitianos un país sacrificado. Son bien conocidos los discursos sobre la responsabilidad de Occidente por la infelicidad de los condenados de esta Tierra. Hoy, una discusión sobre el pasado no es tan importante como pensar en el futuro, y en cómo llevar a cabo una reconstrucción duradera de Haití.


Dignidad en medio del dolor

El matutino Liberation, también de París, advierte sobre prejuicios: “Cuidémonos de reaccionar de manera condescendiente. Dichas reacciones se producen demasiado rápido y sin reflexionar en la opinión de aquellos que se compadecen y ayudan. El ‘país más pobre del mundo' está librado ahora a la ‘insurrección' y al ‘saqueo'. Estos clichés se imponen rápidamente. El caos que impera en Port-au-Prince no se puede adjudicar en primera línea al pueblo de Haití, que da muestras de una dignidad extraordinaria en medio de su dolor. ¿Y los ‘saqueos'? Son más que nada una forma de sobrevivir cuando ya no se posee nada más.”

Editor: Pablo Kummetz

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