Cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , expuso las prioridades de su próximo mandato, dijo que triplicaría el número de funcionarios de Frontex hasta 30.000 y los equiparía con "tecnología de punta”.

La decisión de la Unión Europea de reforzar Frontex se produce en un momento en que la inmigración sigue siendo elevada y crecen las peticiones de los Estados miembros de tramitar las solicitudes de asilo en terceros países. Además, se sospecha que Rusia empuja a los inmigrantes hacia la UE a través de fronteras compartidas o de aliados regionales.

Poco después de ese anuncio en julio, Frontex siguió con licitaciones por valor de 400 millones de euros para comprar drones, gafas nocturnas y otros equipos de vigilancia.

"Utilizamos estas herramientas para vigilar las rutas migratorias irregulares y detectar delitos transfronterizos como el tráfico de personas”, declaró a DW Krzysztof Borowski , portavoz de Frontex. "Son especialmente útiles porque proporcionan imágenes de video en tiempo real”, explicó, lo cual sirve para responder a una situación a medida que esta se desarrolla.

Borowski explicó que las "operaciones se centran en zonas clave como el Mediterráneo Central y Oriental, donde la migración irregular suele ser más activa”.

Pero dotar de más hombres y material a la agencia de gestión de fronteras, que se ha visto envuelta en polémicas, ha provocado fuertes críticas de activistas y oenegés.

Temen que más recursos para Frontex puedan convertirse en un instrumento para volver a poner a los inmigrantes en manos de regímenes autoritarios.

Combatir la guerra híbrida de Rusia

"Rusia está atrayendo a migrantes de Yemen hacia el norte y empujándolos deliberadamente contra la frontera finlandesa”, dijo von der Leyen en su discurso. "Esta es una de las razones por las que debemos reforzar Frontex”.

El año pasado, Finlandia acusó a Rusia de militarizar la migración cuando se produjo una afluencia de migrantes, incluidos sirios y somalíes, al país.

Polonia acusó a Rusia en 2021 de orquestar una crisis migratoria a las puertas de la UE, en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.

El mes pasado, en una entrevista con los medios de comunicación estatales rusos, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, amenazó a la UE con dejar que los migrantes "fueran adonde quisieran”, a menos que se levantaran las sanciones contra él.

Se espera que los nuevos drones y otros equipos de vigilancia de Frontex se desplieguen en las fronteras terrestres para ayudar a los Estados miembros a detectar el flujo de refugiados en territorio ruso.

Pero como los partidos de extrema derecha están ganando cada vez más terreno en toda Europa, y los partidos centristas también están empezando a adoptar una postura más firme contra la inmigración descontrolada, algunos activistas temen que la información de video recopilada por los drones pueda utilizarse para impedirles poner pie en la UE.

¿La extrema derecha refuerza Frontex?

La campaña Abolir Frontex, que agrupa a varias oenegés, afirma que el ascenso de la extrema derecha, y el giro de los partidos de centro y liberales hacia la derecha, ha impulsado el apoyo a Frontex.

Según Josephine Valeske, miembro del grupo, "Frontex está siendo reforzada por la política antiinmigración de extrema derecha para impedir que los migrantes lleguen a la UE, de modo que ni siquiera tengan la oportunidad de solicitar asilo, que es un derecho válido”. "Frontex está consiguiendo los drones y más fuerzas para hacer retroceder a los migrantes”, aseguró a DW.

En dos cartas separadas, de mayo y junio de este año, más de una docena de Estados miembros de la UE pidieron a la comisaria europea de Asuntos del Interior, Ylva Johansson, que intensificara la gestión de los solicitantes de asilo. Una de las cartas decía que el bloque debía cambiar de enfoque, "de la gestión de la migración irregular en Europa” al apoyo a los países de tránsito o "regiones de origen”.

Drones para salvar vidas

Los activistas sostienen que lo ideal sería que las agencias cívicas utilizaran imágenes de drones para rescatar a las personas perdidas en el mar. Afirman que las garantías de Frontex de que intenta salvar a las personas son palabras vacías.

En un informe de 2022, Human Rights Watch afirmó que Frontex era cómplice de abusos en Libia y que sus garantías eran nulas "mientras la agencia de fronteras no utilice la tecnología y la información de que dispone para garantizar que las personas sean rescatadas rápidamente y puedan desembarcar en puertos seguros”.

La Organización Internacional para las Migraciones de la ONU (OIM) registró el año pasado el mayor número de víctimas mortales en una década, y afirmó que más de 8.000 personas murieron en las rutas migratorias, más de la mitad, ahogadas.

(gg/cp)