La vaga reacción de Trump al atropello, atribuyendo la culpa a "muchas partes", le generó críticas tanto de los demócratas como de los republicanos.
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El presidente estadounidense, Donald Trump, se ganó las críticas incluso de miembros de su propio Partido Republicano por no condenar explícitamente a los supremacistas blancos después de un atropello mortal ocurrido el sábado (12.08.2017) durante una manifestación en Charlottesville, Virginia.
"Tenemos que unirnos como estadounidense con amor por nuestra nación y afecto verdadero por los demás", señaló el mandatario, que prometió un "rápido restablecimiento de la ley y el orden". "Ningún ciudadano debería tener que preocuparse por su seguridad", añadió. No obstante, Trump matizó que "esto ha estado sucediendo por mucho tiempo en nuestro país: no con Donald Trump, no con Barack Obama" y "no tiene cabida en EE. UU.".
Vaga respuesta al atropello
Así, el mandatario ignoró las preguntas de los periodistas sobre por qué no condenó a los nacionalistas blancos que participaron en la marcha, incluido David Duke, exlíder del grupo supremacista Ku Klux Klan. Duke fue grabado en un video de la manifestación publicado por el diario Indianapolis Star, asegurando que los grupos presentes en la marcha querían recuperar el país y "cumplir las promesas de Donald Trump".
"Las declaraciones del presidente sobre violencia 'en muchas partes' ignora la vergonzosa realidad actual del supremacismo blanco en nuestro país, y continúa con un patrón de complancencia en torno a esos actos de odio", lamentó por su parte la líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
La reacción de Trump contrastó con la del gobernador de Virginia, quien fue contundente en su rechazo a los supremacistas blancos. "No son bienvenidos", dijo el demócrata McAuliffe en una conferencia de prensa. "Váyanse a su casa y llévense con ustedes su odio y sus prejuicios. No hay lugar para ustedes aquí, y no hay lugar para ustedes en Estados Unidos", expresó.
Violentos enfrentamientos
La polémica marcha de blancos supremacistas "Unir a la derecha" provocó el sábado (12.08.2017) violentos enfrentamientos en la ciudad estadounidense de Charlottesville, estado de Virginia, que dejaron tres muertos y más de 20 heridos. Una de las muertes se produjo cuando un automóvil arrolló premeditadamente a un grupo de opositores a la manifestación y las otras dos al estrellarse un helicóptero policial.
La polémica concentración "Unir a la derecha" se organizó en protesta por la retirada de una estatua homenaje al general confederado Robert E. Lee, quien lideró a las fuerzas sureñas durante la Guerra Civil estadounidense (1861-1865), y que ya generó choques violentos el viernes por la noche en el campus universitario de la ciudad.
La manifestación ha sido descrita como "el mayor encuentro de odio de su clase en décadas en EE. UU." por el Southern Poverty Law Center, un grupo que investiga a los que fomentan la violencia racial. Marchas y protestas similares a la de Charlottesville han tenido lugar durante los últimos meses en otros lugares del sur del país donde las autoridades decidieron retirar simbología confederada.
FEW (dpa, EFE)
Donald Trump, el presidente de los despidos
En un abrir y cerrar de ojos, el presidente estadounidense, Donald Trump, despide a un alto funcionario de su administración tras otro. Estos políticos han tenido que abandonar la Casa Blanca.
Tillerson tenía a menudo opiniones diferentes a las de Trump. Se habría enterado de su despido al leer el tuit en el que Trump anunciaba su salida de la Casa Blanca, según algunos medios. La designación de Tillerson como secretario de Estado fue controversial desde el principio debido a que no tenía ninguna experiencia política: fue director por muchos años de la gigante petrolera Exxon Mobil.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Harnik
Hope Hicks
La exdirectora de comunicaciones, de solo 29 años, renunció un día después de testificar ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sobre la
interferencia rusa en las elecciones estadounidenses de 2016. Aunque Hicks reconoció en su declaración haber mentido en su puesto de trabajo, expresó que dejaba el puesto porque "sentía que había completado su ciclo".
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Stephen Bannon
No quedó claro si renunció o fue despedido, pero el exestratega jefe de la Casa Blanca fue una pieza importante en la agenda nacionalista y antiglobalización que ayudó a Trump a llegar a la presidencia. La razón de la salida de Bannon pudo haber sido los constantes choques que tuvo con facciones más moderadas de la Casa Blanca y por haber criticado las políticas de Trump.
Imagen: picture alliance/dpa/AP/E. Vucci
Anthony Scaramucci
El exinversor de 53 años, apodado "The Mooch", solo permaneció diez días en su cargo como director de Comunicaciones de la Casa Blanca. El general John Kelly, nuevo jefe de Gabinete, había pedido la remoción del neoyorquino Anthony Scaramucci. Los insultos de éste contra empleados de Trump incluso habrían indignado al presidente norteamericano.
Reince Priebus, el exjefe de Gabinete de la Casa Blanca, fue despedido tras solo seis meses debido a una confrontación abierta con Anthony Scaramucci, el ahora exdirector de Comunicaciones de Trump. Al parecer, Priebus había rechazado con vehemencia la contratación de Scaramucci.
Imagen: Reuters/M. Segar
Sean Spicer
En su calidad de portavoz de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer no tuvo la mejor relación ni con la prensa ni con su jefe, el presidente estadounidense. Spicer renunció después de que Donald Trump nombrara a Anthony Scaramucci director de Comunicaciones.
Imagen: Reuters/K.Lamarque
Walter M. Shaub Jr.
Walter Shaub, el exdirector de la Oficina de Ética Gubernamental, dejó su puesto en julio, después de que su oficina entrara en conflicto con la Casa Blanca debido a preguntas sobre la situación financiera del presidente estadounidense. Según informes de la prensa, Shaub habría calificado de "ridículo" el gobierno de Trump.
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Michael Dubke
Ya en mayo pasado, Michael Dubke, el antecesor de Anthony Scaramucci, tuvo que dejar su puesto como director de Comunicaciones de la Casa Blanca. Según el equipo de Trump, el experto en relaciones públicas había lidiado mal con las acusaciones relativas a la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadounidenses.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Walsh
James Comey
También James Comey, el exdirector del FBI, fue víctima de la impía política de personal de Trump. La Casa Blanca justificó el despido de Comey alegando que éste había manejado mal la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton. Críticos creen que la verdadera razón del despido fue la investigación del FBI sobre el presunto apoyo de Rusia a la campaña electoral de Trump.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. S. Applewhite
Michael Flynn
El primer consejero de Seguridad Nacional del presidente Trump, Michael Flynn, dimitió tras solo un mes en el cargo. La razón: la prensa había revelado que, antes de que Trump asumiera oficialmente su cargo, Flynn había mantenido una conversación con el Embajador ruso en Washington sobre las sanciones estadounidenses contra Rusia. Además había mentido al vicepresidente Mike Pence al respecto.