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"Crónica de una muerte anunciada"

16 de julio de 2002

Después de perder el apoyo del gobierno y de accionistas del gigante europeo Deutsche Telekom, su presidente Ron Sommer renunció al cargo. Helmut Siehler fue designado futuro presidente por un período de transición.

Ron Sommer se ve forzado a presentar su dimisión.Imagen: AP

Con una manifestación de los empleados en la sede de Deutsche Telekom en Bonn, los trabajadores quisieron demostrar su apoyo al presidente de la empresa. "El mejor hombre para el cargo ya está dentro," se leía en pancartas. Con este escenario abrió a mediodía del martes la sesión del consejo de vigilancia de Deutsche Telekom que debía decidir sobre el futuro del presidente de la empresa, Ron Sommer. Pero las cartas ya estaban echadas, la dimisión de Sommer fue aprobada por mayoría absoluta.

El gobierno del canciller alemán Gerhard Schröder que sigue manteniendo un 43% del capital de la empresa y es miembro del consejo de la operadora, ya había dado la espalda a Sommer. Los títulos de Deutsche Telekom cayeron el lunes un 15,2% al cierre de la bolsa de Fráncfort después de que el gobierno alemán propusiera al consejero técnico del consorcio, Gerd Tenzer como sustituto de Sommer. La candidatura de Tenzer al frente de la empresa no contaba con el apoyo mayoritario del consejo de vigilancia.

Deudas millonarias

El nuevo capitán del consorcio será el antiguo presidente del comité de vigilancia, Helmut Sihler, quien junto con Gerd Tenzer como vicepresidente, dirigirá el rumbo del gigante alemán de las telecomunicaciones. Una tarea nada fácil si se considera que ambos tendrán que buscar a un sustituto definitivo de Sommer en los próximos meses y encontrar posibles soluciones a los acuciantes problemas que afectan a la empresa. Deutsche Telekom arrastra una montaña de deudas de 67.000 millones de euros, en buena parte provocadas por las inversiones millonarias en la tercera generación de telefonía móvil (UMTS), así como la expansión internacional iniciada por el consorcio durante los últimos años.

El gran sueño de Sommer de lograr la penetración en el mercado norteamericano tuvo un alto costo. La adquisición de la operadora estadounidense de telefonía móvil VoiceStream, por 50.700 millones de dólares en mayo del año pasado, resultó ser una pésima operación estratégica. La transacción realizada a través de un intercambio de acciones permitió a grandes accionistas de VoiceStream, el deshacerse de los valores Telekom ante una evidente crisis en el sector de las telecomunicaciones. Desde entonces se agudizó la caída de las acciones de Telekom. Analistas consideraban muy difícil los propósitos de Ron Sommer de reducir la deuda hasta los 50.000 millones a finales del 2003.

Volatilidad en los mercados

En la bolsa de Fráncfort, el índice Dax se recuperó en 1,7% hasta situarse en los 3.977 puntos. Las acciones de Telekom subieron un 6% adicional en el comercio electrónico, pero analistas contaban con que los valores estarán sujetos a una gran volatilidad durante los próximos días. El mercado bursátil alemán reaccionó así a la renuncia forzada de Ron Sommer y a la designación de Helmut Sihler como presidente interino del consorcio.

La fórmula Helmut Siehler y Gerd Tenzer por lo menos detiene la ola de indignación entre los empleados de la empresa, contrarios a designar a un ejecutivo que no proceda de sus filas. La infructuosa búsqueda de un sucesor había dejado en entredicho al gobierno, por intervenir políticamente en una decisión crucial de una empresa que cotiza en bolsa.

Helmut Siehler de 72 años, quien fuera durante muchos años presidente del consejo de vigilancia, asumirá la presidencia del grupo. Siehler negó ante la prensa que haya grandes cambios en puerta. "Queremos apoyar decididamente la estrategia de consolidación financiera iniciada por Ron Sommer," dijo. Gerd Tenzer cuyo nombre fue barajado como posible sucesor de Sommer es un veterano ejecutivo de la empresa y cercano al gobernante partido socialdemócrata alemán.

Efecto bola de nieve

Cerca de tres millones de pequeños accionistas responsabilizan a Sommer de las pérdidas de la compañía y de la caída de las acciones en bolsa. La cotización de los títulos bursátiles perdieron un 90% de su valor desde el año 2000 cuando costaban alrededor de 105 euros por acción. Las pérdidas netas alcanzaron los 1.808 millones de euros durante el primer trimestre del año, un monto cinco veces superior al registrado durante el mismo período anterior.

A pesar del mérito por haber sido el artífice de la exitosa privatización del antiguo monopolio estatal y de la expansión internacional del consorcio, Sommer fue blanco de violentas críticas por haberse concedido el año pasado un incremento de sueldo del 89%, un porcentaje similar a la devaluación de las acciones en bolsa.