Con las reservas de agua agotándose, el país sufre la mayor pérdida agropecuaria en las últimas tres décadas.
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La preocupación crece día a día en Uruguay por una fuerte sequía que destruye cultivos y seca reservorios de agua destinados a las ciudades, una situación que generará perdidas millonarias según el análisis de autoridades y medios de prensa.
El embalse de Canelón Grande, ubicado unos 61 km al norte de Montevideo en el departamento de Canelones, quedó seco al punto de que se observan las rajaduras en la tierra otrora cubierta por el agua.
Ese reservorio fue originalmente pensado para riego y se usaba también para abastecer a una de las principales infraestructuras de distribución de agua potable del país, conocida como Aguas Corrientes, que sirve a la capital Montevideo y su zona metropolitana.
Uruguay, un país de casi 3,5 millones de habitantes, tiene más de la mitad de su población concentrada en esa área urbana y suburbana.
Situación es crítica, pero "bajo control”
El prosecretario general de la agencia estatal de aguas, OSE, Juan Martín Jorge, explicó a la AFP que en materia de agua potable el país atraviesa "una situación crítica, pero bajo control", gracias al uso de reservorios alternativos y camiones cisterna que solucionan el faltante en todo el país.
Uruguay tiene posibilidades incluso de recurrir al agua del río de la Plata y potabilizarla.
"No está previsto el corte de agua", enfatizó Jorge.
De todos modos, desde inicios de febrero, el gobierno emitió una prohibición de uso de agua potable para fines no prioritarios como puede ser riego de jardines ornamentales o lavado de vehículos.
La mayor pérdida agropecuaria
En el sector agropecuario la situación es de extrema gravedad. Es "la mayor pérdida de la agropecuaria y de la economía nacional en los últimos 30 años", dijo el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, citado el lunes por el diario El Observador.
En Uruguay, un país agropecuario por excelencia, muchos cultivos que habitualmente se utilizan para obtener granos fracasaron y están siendo pastoreados (comidos) por el ganado o, en el mejor de los casos, guardados en silos como alimento de cara a un invierno que se anuncia difícil por la escasez de pastos.
jc (afp, El Observador, Ámbito)
Clima extremo en el oeste de Estados Unidos: ¿fin de la crisis del agua?
Lluvias torrenciales, inundaciones y tormentas invernales: este año, el oeste de EE. UU., antes azotado por la sequía, se ha visto desbordado por precipitaciones.
Imagen: Rick Wiley/Arizona Daily Star/AP Photo/picture alliance
Nieve sobre Hollywood
Desde hace dos meses, en el usualmente soleado oeste de Estados Unidos se suceden, uno tra otro, fenómenos meteorológicos extremos. El país, especialmente castigado por el cambio climático, se encuentra actualmente en medio de una megasequía. Sin embargo, desde principios de año ha llovido mucho en esta región, donde por lo general escasea el agua.
Imagen: Marcio Jose Sanchez/AP Photo/picture alliance
Desfiladero blanco
El invierno de este año se perfila como uno de los más nevados jamás registrados. Aquí, en Sierra Nevada, y en otras localidades, las tormentas invernales han dejado enormes cúmulos de nieve. Normalmente las nevadas cubren un tercio de las necesidades de agua de California.
Imagen: Tayfun Coskun/AA/picture alliance
De un extremo al otro
Los extremos climáticos son casi la norma: los expertos señalan que California ha vivido, en la última década, algunos de los años con menos nieve, pero también algunos de los años con más nieve de su historia. Sin embargo, estos inviernos nevados no cambiaron su persistente sequía.
Imagen: David Swanson/REUTERS
Inundaciones luego de temporadas de sequía
Las fuertes lluvias de principios de año han tenido un efecto positivo en los niveles de las aguas subterráneas. Sin embargo, según los expertos, probablemente harían falta varios inviernos así para que esos niveles, que han descendido notablemente tras años de sequía, volvieran a la normalidad.
Imagen: Josh Edelson/AFP
Mínimos históricos
Así se veía el lago Mead en el verano de 2022. Dado que la elevada demanda de agua del sur de California ya no puede satisfacerse de forma fiable con su fuente de agua más importante, el río Colorado, las explotaciones agrícolas, ávidas de agua, han bombeado aguas subterráneas de forma excesiva en los últimos años.
Imagen: John Locher/AP Photo/picture alliance
Recuperación a corto plazo
Aunque el nivel de los embalses vuelve a subir, es probable que el río Colorado se beneficie menos de las recientes tormentas invernales que los ríos de otras regiones. De momento, las precipitaciones suponen un alivio para los embalses. Sin embargo, esto no afecta la disputa entre los estados ribereños sobre las cantidades de agua asignadas.
Imagen: John Locher/AP Photo/picture alliance
Reservas de agua vacías
Fotos comparativas del lago Oroville, la segunda reserva de agua más grande de California, ilustran las condiciones meteorológicas extremas de forma especialmente vívida: esta imagen del puente Enterprise del verano de 2021 muestra la importante reserva vaciada a una cuarta parte de su capacidad durante la sequía.
Imagen: John Sullivan/Getty Tmages
El milagro azul
Pero, como muestra esta foto del puente a mediados de febrero, las precipitaciones han compensado con creces los mínimos históricos, al menos por el momento. Los niveles han seguido subiendo desde entonces y el deshielo aún está por llegar, aunque también la próxima ola de calor. Así que el cambio climático seguirá golpeando a la región.