Crece tensión diplomática entre Egipto y Turquía
23 de noviembre de 2013 Las sucesivas declaraciones del Gobierno turco apoyando al depuesto presidente de Egipto, el islamista Mohamed Mursi, colmaron la paciencia del Gobierno interino que asumió el poder tras el golpe de Estado, que decidió tomar medidas drásticas y ordenó la expulsión este sábado (23.11.2013) del embajador de Turquía (Hüseyin Avni Botsali, en la foto) y degradó las relaciones diplomáticas entre ambos Estados al nivel de encargados de negocios.
Pocas horas más tarde, Ankara tomó una decisión similar al declarar al embajador egipcio persona non grata y rebajando también el nivel de las relaciones diplomáticas. “Estamos entristecidos por esta situación, pero la responsabilidad ante la historia le pertenece a la administración temporaria egipcia, que llegó al poder mediante circunstancias extraordinarias”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía en un comunicado.
Poco después del golpe de Estado, Ankara calificó de “golpe militar ilegítimo” el derrocamiento de Mursi y aumentó sus críticas tras la violenta disolución de los campamentos de protesta instalados por los Hermanos Musulmanes en El Cairo en agosto, que causó la muerte a cientos de personas. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo este sábado que “nunca respetaré a aquellos que llegan al poder a través de golpes militares”.
Vínculos con Hermanos Musulmanes
Desde Egipto reaccionaron señalando, por intermedio del Ministerio de Exteriores, que “la inaceptable determinación de desafiar la voluntad del pueblo egipcio e interferir en los asuntos internos del país” llevó al Gobierno a adoptar la medida de degradar el nivel de las relaciones. Asimismo, acusó a Ankara de respaldar a organizaciones que buscan socavar al país, en una aparente referencia a los Hermanos Musulmanes.
“El pueblo y el Gobierno de Egipto apreciamos al pueblo de Turquía, pero hacemos responsable al Gobierno turco de tensar las relaciones entre ambos países hasta el punto que ha sido necesario tomar esta medida”, agregó el Ministerio de Exteriores de Egipto. Desde que ocurrió el golpe de Estado, ambos países han llamado a sus respectivos embajadores en más de una oportunidad.
Por su parte, el presidente de Turquía, Abdullah Gül, se mostró menos beligerante y expresó su confianza en que las relaciones volverán a su curso normal y recalcó que su país espera que Egipto retorne pronto a la senda de la democracia. Los Hermanos Musulmanes tienen estrechos vínculos políticos con el partido turco AK, a cuyas filas pertenece el primer ministro Erdogan.
DZC (dpa, Reuters, Europa Press)