Beligerancia entre Washington y Pekín dispara armamentismo
17 de septiembre de 2021
“Ensayos” de misiles y acuerdos de “defensa” en el Pacífico ilustran la carrera armamentística en la zona indopacífica. Los gastos en defensa de China, EE.UU., Australia, India, Japón, Corea del Sur y otros se inflan.
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Solo en 2020, la región de Asia y Oceanía destinó más de medio billón de dólares a sus ejércitos, según los datos del Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo. "Hay un poco de frenesí en el Indo-Pacífico para rearmarse", afirmó el profesor John Delury. "Hay un sentimiento de que todo el mundo lo está haciendo", añadió. En apenas 24 horas esta semana, Corea del Norte disparó dos proyectiles desde un ferrocarril, Corea del Sur probó con éxito su primer lanzamiento de un misil desde un submarino y Australia anunció la compra sin precedentes de unos modernos submarinos de propulsión nuclear y misiles de crucero Tomahawk a Estados Unidos.
"Realmente hay una tendencia al alza durante los últimos veinte años. Asia es la región donde esta tendencia creciente es más evidente", dijo a AFP Lucie Beraud-Sudreau, de este instituto.
Esta experta señala una tormenta perfecta de rápido crecimiento económico, que engrosa el dinero disponible en las arcas de los gobiernos y la cambiante "percepción de la amenaza" en la región.
China gasta en armas casi la mitad de lo que gasta toda Asia
China representa casi la mitad del gasto militar de Asia y ha aumentado esta partida presupuestaria anualmente desde hace 26 años, convirtiendo el Ejército Popular de Liberación en una moderna fuerza de combate.
Se estima el gasto de Pekín en 252.000 millones de dólares anuales (+76% respecto a 2011), que le permiten proyectar su poder en la región y desafiar el dominio estadounidense.
Michael Shoebridge, exresponsable de inteligencia australiano, ahora en el Instituto de Política Estratégica de Australia, cree que este gasto es una reacción directa a China. "La actual competición militar es entre China y otros países que quieren disuadir a China de usar su fuerza", dijo.
"Esta reacción crece, particularmente desde que Xi (Jinping) está al mando. Está claramente interesado en usar todo el poder que China ha ganado de forma bastante coercitiva y agresiva", añadió. Actualmente, un 20% del gasto militar en la región responde a adquisiciones, notablemente de recursos marítimos y material disuasorio de largo alcance concebido para convencer a Pekín, o cualquier otro adversario, de que es mejor no atacar.
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"Washington promueve la militarización en nombre de la disuasión”
Shoebridge pone como ejemplo la decisión de Australia de comprar ocho submarinos de propulsión nuclear --aunque sin armamento atómico-- y misiles de crucero Tomahakw a Estados Unidos. "Todo está pensado para elevar el coste para China de implicarse en un conflicto militar. Son una réplica bastante efectiva al tipo de capacidades que el Ejército Popular de Liberación ha estado desarrollando", afirmó.
Incluso, el refuerzo de Corea del Sur "está más impulsado por China que por Corea del Norte". "No hay una explicación a (la decisión de Seúl de construir) un portaaviones que pueda estar vinculada a Corea del Norte", estimó.
Lo mismo ocurre con la modernización del ejército de India, que hace un año protagonizó enfrentamientos con China en su frontera en el Himalaya. Por su parte, China, orgullosa de describir su relación con Estados Unidos como "una gran rivalidad entre potencias", acusa a Washington de espolear la carrera armamentística.
En palabras del tabloide estatal Global Times, Washington "está polarizando histéricamente su sistema de alianzas". Si la sombra de China es el principal impulso a la carrera armamentística regional, Estados Unidos no ha dudado en acelerar el proceso, ayudando activamente a sus aliados regionales a fortalecerse.
Mientras China y Japón escalaban sus programas de defensa, Washington ha estado "ayudando e incitando" a sus aliados "en nombre de la disuasión de China".
jov (afp, globaltimes)
Tecnologías que revolucionaron la guerra
Expertos en Inteligencia Artificial advirtieron sobre la peligrosa "revolución" que podría ocurrir si se desarrollan armas autónomas letales. ¿Qué otros inventos han modificado la forma en que se libran las batallas?
Imagen: Getty Images/E. Gooch/Hulton Archive
Inteligencia Artificial: "La tercera revolución"
Más de 100 expertos en Inteligencia Artificial (IA) escribieron a la ONU pidiendo que se prohíban las armas autónomas letales, aquellas que usan la IA para actuar independientemente. Si bien no existen los "robots asesinos", la tecnología ha avanzado a un punto en que los hace posibles. Los expertos dicen que se trataría de la "tercera revolución", después de la pólvora y las bombas atómicas.
Imagen: Bertrand Guay/AFP/Getty Images
Pólvora
La "primera revolución" fue inventada por los chinos, quienes comenzaron a usar la sustancia negra entre los siglos X y XII para propulsar proyectiles en armas sencillas. La pólvora se extendió lentamente por Medio Oriente y Europa en los siguientes siglos. Una vez perfeccionada, las armas de fuego a pólvora mostraron ser más letales que los tradicionales arcos y flechas.
Imagen: Getty Images/E. Gooch/Hulton Archive
Artillería
La pólvora también introdujo las piezas de artillería a los campos de batalla. Los ejércitos comenzaron a usar cañones básicos en el siglo XVI para disparar pesadas bolas de metal contra los soldados rivales y para romper los muros defensivos de ciudades y fortalezas. Las armas de campaña más destructivas surgieron en el siglo XIX y causaron estragos en la Primera Guerra Mundial.
Imagen: picture-alliance/akg-images
Ametralladoras
Las armas que disparan múltiples rondas en una rápida sucesión fueron inventadas a fines del siglo XIX. Las ametralladoras, como se les conoció, permitieron a los soldados derribar enemigos desde una posición protegida. La espeluznante efectividad del arma se hizo evidente en la Primera Guerra Mundial, ya que ambos bandos las usaron para acabar con los soldados que avanzaban por tierra de nadie.
Imagen: Imperial War Museums
Aviones de guerra
Los estrategas no ignoraron la invención del primer aeroplano, en 1903. Seis años después, las Fuerzas Armadas de EE.UU. compraron el primer avión militar, el Wright Military Flyer. Los inventores experimentaron con aviones de combate y bombarderos más avanzados en los años siguientes. Ambos se convirtieron en armas estándar en muchas de las Fuerzas Aéreas establecidas tras la Primera Guerra.
Imagen: picture-alliance/dpa/dpaweb/U.S. Airforce
Mecanización
Los ejércitos habían usado tradicionalmente soldados y caballos para combatir y transportar el equipamiento militar. Pero, en la Primera Guerra Mundial, comenzaron a usar más maquinaria, como tanques y vehículos armados. El resultado fueron armas más rápidas y destructivas. La Alemania nazi convirtió esta guerra mecanizada en una demoledora estrategia de ataque conocida como "Blitzkrieg".
Imagen: ullstein bild - SV-Bilderdienst
Misiles
Aunque la artillería era efectiva, tenía un rango de acción limitado. La invención de los misiles, en la Segunda Guerra, permitió a los ejércitos atacar objetivos a cientos de km de distancia. El primer cohete, el V-2 alemán, era primitivo, pero fue la piedra fundacional para el desarrollo de los misiles guiados y los balísticos intercontinentales (ICBM), capaces de transportar ojivas nucleares.
Imagen: picture-alliance/dpa
Motor a reacción
Los aviones a reacción entraron en acción por primera vez a fines de la Segunda Guerra Mundial. Estos motores aumentaron la velocidad de las naves, permitiéndoles alcanzar más rápidamente sus objetivos y siendo menos vulnerables a los ataques enemigos. Tras la Segunda Guerra, se desarrollaron aviones de reconocimiento que podían volar a más de 25 km de altura y superar la velocidad del sonido.
Imagen: picture-alliance
Armas nucleares
La segunda revolución anunció su terrible llegada el 6 de agosto de 1945, cuando Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica ("Little Boy") sobre Hiroshima, en Japón, matando entre 60.000 y 80.000 personas de forma instantánea. En la Guerra Fría, EE.UU. y la Unión Soviética desarrollaron miles de ojivas aún más destructivas y ampliaron el espectro de devastación de una potencial guerra nuclear.
Imagen: Getty Images/AFP
Digitalización
En las últimas décadas se ha hecho cada vez más frecuente el uso de computadores para conducir las guerras. Estos aparatos han hecho más rápidas y sencillas las comunicaciones y mejorado la precisión y eficiencia de numerosas armas. Las fuerzas armadas se han centrado en el desarrollo de capacidades para la ciberguerra para defender la infraestructura y atacar a los adversarios en el ciberespacio.