Pese a la desaceleración del crecimiento económico chino, los analistas se mostraron satisfechos, porque contaban con que fuera más pronunciado. "Los temores de una caída abrupta no se han concretado en vista de las cifras de hoy", escribió Ashley Davies, del Commerzbank alemán. Pese a ello, todo apunta a que el crecimiento seguirá enfriándose en China. "El sector de la construcción y el alto endeudamiento lastran considerablemente la coyuntura", indicó Ulrike Rondorf, del banco privado Bankhaus Lampe.

Reestructuración en marcha

El crecimiento fue inferior a la meta fijada por el gobierno, de un 7,5 por ciento. Desde el primer trimestre de 2009, cuando se registró un crecimiento del 6,6 por ciento, no había una expansión tan magra. Sin embargo, el primer ministro Li Keqiang ha señalado en varias oportunidades que el Gobierno toleraría un crecimiento levemente menor a la meta, siempre y cuando el mercado laboral resista.

Hasta cierto punto, el freno es buscado por el gobierno, que quiere una amplia reestructuración de la economía y que cuenta para ello con una menor tasa de crecimiento. "La debilidad del comercio y los cambios estructurales exigen su tributo", comentó Thomas Gitzel, del VP-Bank.

Proyecciones a la baja

Sin las ayudas del gobierno central la coyuntura china marcharía aún peor, señaló el profesor de Economía Yan Chengzhong, de la Universidad Donghua en Shanghai. Algunas medidas mostrarán su eficacia sin embargo apenas en unos meses.

El crecimiento registrado en China es muy alto en comparación con el que se registra en Europa o Estados Unidos, pero mucho menor a los datos de dos cifras a los que estaba acostumbrado el país hasta hace poco.

La firma de análisis "The Conference Board" cree que en los próximos años el crecimiento chino seguirá cayendo. Entre 2015 y 2019 sus expertos consideran que la expansión será en promedio de un 5,5 por ciento, y entre 2020 y 2015 se reducirá incluso de media al 3,9 por ciento.

ER (dpa, Reuters)