Said Nashif y Yadin Kaufmann podrían ser enemigos, pero en lugar de eso la amistad une a los dos empresarios de Israel y Palestina. Han fundado una empresa de capital de riesgo que encuentra financiación para empresas de nueva creación dentro del sector tecnológico de Palestina. Además, contribuyen a crear lazos entre los vecinos enfrentados.
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Si los proyectos tienen éxito, se podría llegar a repetir el boom israelí de las empresas TIC en Palestina. El potencial está ahí: gente con buena formación que quiere cambiar las cosas.