Crescendo continuo
20 de marzo de 2006Jyllands-Posten, de Dinamarca: "Algunas ramas de la economía se encuentran en auge, los medios de comunicación funcionan como nunca antes. La mayor parte de los periódicos de nueva fundación son muestra de que los iraquíes luchan por el desarrollo democrático de su país. La supervivencia democrática del país esta en juego. Debe evitarse una guerra civil destructiva cueste lo que cueste. La vecindada con Irán, una potencia nuclear en ciernes, es el mejor ejemplo de que el Cercano Oriente puede convertirse en muy poco tiempo en un polvorín aún más peligroso. Justamente esto es lo que esperan los terroristas fanáticos. No existe alternativa".
Irak no logra conquistar la paz
Daily Telegraph, de Londres: "Irak no es un país estable. No existen grupos de población equilibrados y por lo mismo no está en posición de desarrollar un sentimiento de patriotismo común. Saddam fue como muchos de sus antecesores un síntoma de los fracasos en su país a la vez que una causa de los mismos.
Mientras que los grupos constitucionales en Irak se sientan seguros de su autonomía, continuará la violencia. Y como ha sucedido los bandos implicados culparán de sus fracasos a las tropas extranjeras."
Un barril sin fondo
Freie Presse, de Alemania: "El derrocamiento del dictador Saddam Hussein y de su régimen ha tenido un precio muy alto. Los pagos no parecen finalizar. Muy al contrario. En promedio se asesina a 60 personas en Irak, cada día. Terror, secuestros, sufrimiento, este es el día a día en Irak, aquel país al que Estados Unidos quería importar la libertad y la democracia. No hay duda Irak cuenta con un Parlamento electo. Una mejora que no debe subestimarse. Pero la asamblea popular no logra salir adelante puesto que las diversas etnias y credos están más pelados que nunca. Los disturbios políticos hace tiempo que se han expandido a otras regiones."
Crescendo continuo
La Repubblica de Roma, sobre las nuevas acusaciones de tortura cometidas por soldados estadounidenses en Irak:
"Los hombres de la Task Force 6-26 lo llamaban "black room", el cuarto oscuro. Una celda sin ventanas un poco más grande que un garage en donde los soldados de una de las unidades más especiales del ejército estadounidense, entrenados para combatir con los métodos más modernos el terrorismo, intentaban sacar de los presos iraquíes información con medios legales, pero preponderantemente con medios ilegales. El nuevo escándalo que perjudica al ejército más poderoso del mundo fue revelado por el "New York Times". En un largo artículo este periódico cuenta a sus lectores como antes y después de Abu Ghraib los mejores soldados del ejército estadounidense maltrataban a sus prisioneros en el secreto más absoluto y en continuo crescendo sin controles usando métodos que incluso consternaron a hombres acostumbrados a todo, como lo son los agentes de la CIA."