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Crisis de Turquía: el "no" de Alemania y la UE a Erdogan

20 de agosto de 2018

Crisis de Turquía: el gobierno alemán y líderes empresariales desestiman hablar de ayuda. En Berlín no planean, por ahora, apoyar económicamente a Turquía para frenar su crisis monetaria. ¿Por qué?

Türkei Automobilhersteller Ford in Kocaeli
Imagen: picture-alliance/AA/S. Oktay

Berlín y Bruselas rechazaron este lunes (20.08.2018) ofrecer ayuda a Turquía para compensar los efectos de su crisis monetaria. La idea fue planteada por Andrea Nahles, la líder de los socialdemócratas de centroizquierda (SPD) de Alemania, quien dijo el pasado fin de semana a la emisora de radio alemana Deutchland Funk que era "en interés de todos que Turquía permanezca económicamente estable, así como frenar la actual turbulencia de su moneda".

Nahles habló sobre el empeoramiento de las condiciones económicas en Turquía, donde muchas de sus empresas privadas están profundamente endeudadas y luchando para pagar los préstamos extranjeros debido a la debilitación de la moneda. La lira turca se ha desplomado casi un 40 por ciento frente al dólar estadounidense.

“No en la agenda”

La sugerencia de Nahles fue rechazada rápidamente por el vocero de la canciller Angela Merkel, quien dijo este lunes que la ayuda financiera "no estaba en la agenda del gobierno en este momento".

El comisionado de presupuesto de la UE, Günther Oettinger, también rechazó la sugerencia e insistió en que "hay una necesidad, sobre todo, de acción en Ankara. No en Berlín y tampoco en Bruselas". El político añadió que si el gobierno turco necesita apoyo económico, tendría que recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI).

La deuda corporativa de Turquía es solo en parte culpable del debilitamiento de la moneda. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asustado a los inversionistas al controlar el Banco Central del país, donde puede ahora designar a dedo a los que establecen la política de tasas de interés. Entre los muchos analistas, que piden que Erdogan revoque su decisión, Volker Treier, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria alemanas (DIHK), cree que las empresas alemanas estarían más dispuestas a apoyar la estabilización de la economía turca, si el Banco Central turco fuese independiente.

Alemania es el segundo mayor inversor extranjero en Turquía. Más de 6.500 empresas con capital alemán están activas en el mercado turco. Estas han acumulado un capital de más de 10 mil millones de euros, según las cifras de la DIHK. Michael Hüther, director del Instituto Alemán de Economía con sede en Colonia, dijo que las interferencias de Erdogan han causado "una tremenda pérdida de confianza en la estabilidad de las condiciones de inversión en Turquía".

La devaluación de la lira, la pesadilla del gobierno turco.Imagen: picture-alliance/dpa/AP/L. Pitarakis

¿Ayudando a quién?

Hüther cuestionó si la ayuda financiera de Alemania tendría beneficios económicos reales a largo plazo para Turquía. "No ayudaría a la economía turca, ayudaría al gobierno turco", dijo Hüther,  lo que el gobierno de Berlín es reacio a hacer, tras la autoasunción de más poder por parte de Erdogan.

"Si las empresas invierten en mercados emergentes como Turquía, deben ser conscientes de que tienen un riesgo mayor que en Suiza. No pueden, por tanto, pedir ayuda del gobierno", dijo Hüther a DW. El argumento a favor del apoyo financiero a Tuquía sería más fuerte si los efectos de la crisis turca se extendieran a otros países, incluido Alemania.

El Ministro de Finanzas de Alemania, Olaf Scholz, advirtió este lunes sobre la amenaza de contagio para la economía alemana. "La evolución económica en Turquía presenta un nuevo riesgo económico externo", dijo. Además agregó que la crisis de la lira podría afectar la salud económica de Alemania.

A menos que las empresas alemanas comprueben que estén dadas una vez más las "buenas condiciones económicas" de los últimos años, es poco probable que amplíen sus inversiones en Turquía, argumentó Hüther. Treier, de la DIHK, reconoce que algunas compañías se benefician de los tiempos de crisis, y el colapso de la lira podría significar una reducción masiva en los costos operativos. Aun así, está de acuerdo en que para la mayoría de las empresas alemanas, orientadas a la exportación, la "inestabilidad e impredecibilidad actuales son un problema importante, que mina la realización de oportunidades comerciales potencialmente atractivas".

Nik Martin  (RMR/CP)

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