1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Los alemanes se preparan para el invierno con trucos caseros

Kate Brady
24 de octubre de 2022

Los precios de la energía han subido y la calefacción sigue apagada en muchos hogares. Los consumidores buscan nuevas formas de conservar el calor con cierta creatividad.

Una persona muestra sus pantuflas de invierno
El regreso de las pantuflas y medias de tejido bávaroImagen: Ute Grabowsky/Imago Images

"La pregunta habitual entre amigos y colegas de trabajo en Alemania es: "¿Ya has encendido la calefacción?Muchos no lo han hecho aún. Aunque el 1 de octubre comienza oficialmente el periodo de calefacción en Alemania cada año. Este año, las temperaturas excepcionalmente suaves juegan a favor de los ahorradores.Calentar las habitaciones a un máximo de 19 grados Celsius (66F) es solo una de las recomendaciones del gobierno alemán para animar a los residentes a reducir su consumo de energía este invierno. 

Ante la crisis energética que se vive tras la invasión rusa de Ucrania, las medidas deberían tener un doble efecto: reducir el coste de las facturas de energía y minimizar el riesgo de escasez este invierno. 

Ropa interior térmica y calentadores eléctricos

Ahora, los consumidores alemanes están buscando formas alternativas de mantenerse abrigados, empezando por el "look Zwiebel" (el estilo cebolla), que consiste literalmente en abrigarse con múltiples capas.

Las cifras de ventas hablan por sí solas: durante el mes de septiembre, la tienda online de ropa y artículos para el hogar Baur dijo que las ventas de ropa interior térmica aumentaron un impresionante 558% en comparación con el mismo periodo del año anterior. También aumentaron las ventas de las clásicas bolsas de agua caliente en un 165% y las mantas eléctricas en un 220%.

Ya en agosto, el mercado en línea ebay.de también registró un aumento en la compra de productos para mantener el calor y preparar los hogares para los meses de invierno. Las ventas de nuevos marcos para ventanas aumentaron un 100%, y las de protectores contra corrientes de aire, un 70%. El informe también mostró una gran demanda de productos para generar su propia electricidad, con un aumento de las ventas de sistemas solares térmicos de alrededor del 126% e incluso de pequeñas turbinas eólicas de alrededor del 70%.

Hace un par de meses, cuando el aumento del precio del gas se convirtió en un tema de preocupación pública, los calentadores eléctricos se agotaron. Ya en el primer semestre de 2022, los minoristas informaron de un aumento de las ventas del 35% en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Pero el Instituto de Prevención e Investigación de Daños ha advertido de los riesgos de los calefactores eléctricos. Estos aparatos no deben utilizarse sin vigilancia y deben mantenerse bien alejados de los objetos inflamables, señala en una publicación reciente.

Y las redes eléctricas de todo el país han advertido que no se debe utilizar la electricidad para la calefacción, por temor a que las redes regionales se vean desbordadas.

Los consejos en las redes sociales

Un hornillo de velitas calienta las manos, pero no un cuarto.Imagen: Michael Bihlmayer/Chromorange/picture alliance

Con cada nueva crisis, también hay nuevas tendencias en los medios sociales. TikTok está llena de anuncios. Bajo #staywarm se encuentran influencers que muestran el uso de bolsas calientes caseras, llenas de pepas de cereza.

Pero la Asociación de Bomberos de Alemania (DFV) advierte sobre una tendencia en particular:el "hornillo casero de velitas para el té", que consiste en poner michas de esas velitas en un recipiente. "Estos hornillos son un verdadero peligro", explica a DW Carsten-Michael Pix, del Servicio Especializado de Bomberos de la DFV. No dejan de ser una llama abierta que puede volcarse fácilmente. Al fin y al cabo, no van a calentar tu habitación. Para eso necesitarías cientos de velas".

Pix también instó a los consumidores a llamar al deshollinador antes de volver a encender los fuegos abiertos y los hornos de calefacción. Los hornos ornamentales, habituales en muchos apartamentos de principios del siglo XX, suelen estar en desuso desde hace mucho tiempo. "Sin los controles adecuados, se corre el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono", advierte Pix. El gas de monóxido de carbono no se ve ni se huele, lo que lo hace aún más peligroso.

(jov/er)