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Crisis migratoria: la quimera de actuar en bloque

Mónica Nanjari
17 de julio de 2019

Aunque se ha intentado trabajar en conjunto, las realidades sociales y políticas de cada país centroamericano se han convertido en un obstáculo para enfrentar mancomunadamente las amenazas de Donald Trump.

Mexiko Tijuana - Mittelamerikanische Migranten auf dem Weg in die USA
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Martinez

Las amenazas económicas de Donald Trump a los países de Centroamérica, y especialmente a su vecino, México, no han logrado frenar las olas migratorias provenientes del sur. Tampoco lo han hecho las medidas represivas que han impulsado los distintos gobiernos, que como gran solución han optado por militarizar sus fronteras para cerrar el paso a los cientos de personas que escapan de sus países.

A ojos de Dawid Bartelt, director de la Fundación Heinrich Böll en México (cercana al partido alemán Los Verdes), la inestabilidad económica que representan las medidas con que amenaza Trump, como la imposición de un arancel del 5 por ciento a los productos mexicanos sino se detiene el flujo migratorio que pasa por ese país, solo agravan una situación que ya es dramática. “Los migrantes están siendo víctimas de una campaña política sin igual, una campaña con claros matices electorales por parte del presidente de Estados Unidos y también expresión de una orientación política que se impone en el mundo, la que abiertamente descalifica y no respeta derechos humanos, además de introducir el racismo y la xenofobia en la política entre Estados”, dice Bartelt.

Si bien el año 2014 la Organización Internacional para la Migración (IOM) diseñó una estrategia para enfrentar la migración proveniente de Centroamérica, Norteamérica y el Caribe, sus planes de acción para la protección de estas personas han chocado con los intereses y realidades de los gobiernos de cada país, haciendo muy difícil una acción conjunta que, según Dawid Bartelt, sería un camino para llegar a una solución real de este problema humanitario.  “La idea de un trabajo en bloque es algo que estaba en la mesa desde el principio, pero es una medida que depende de la colaboración del Gobierno de Estados Unidos. Si la política estadounidense respecto al tema estuviera bien pensada, aceptaría el trabajo conjunto con las otras naciones porque es fundamental atacar las causas de la migración. En lugar de enviar dinero para comprar armas en Centroamérica, debería realizar una política de apoyo al desarrollo de esos países”.

Dawid Danilo Bartelt, director de la Fundación Heinrich Böll en México.Imagen: picture-alliance/dpa/Privat

Para Giovanni Lepri, representante adjunto de ACNUR en México, “la posibilidad que haya un trabajo coordinado es algo central que estamos promocionando hace tiempo, porque lo que ocurre en Centroamérica, México y Estados Unidos lo vemos como un problema regional. Ha habido algunos avances, pero no son suficientes, sobre todo considerando que la migración de Centroamérica hacia el norte también ha cambiado sus características. Ahora vemos más y más familias que huyen de la violencia”.

A pesar de los intentos de trabajo en unión, otro punto que hace poco viable actuar en bloque es que los intereses de cada país involucrado en esta crisis son distintos. Es así como México, un país con fuerte tradición migratoria, intenta por un lado proteger a los migrantes nacionales en Estados Unidos, pero por el otro deporta a miles de ciudadanos provenientes de  Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala que escapan de la violencia que se vive en sus países.

Divide y vencerás

Después de la serie de caravanas migratorias provenientes del triángulo del norte y de las dramáticas escenas que se han divulgado en la prensa sobre lo que deben enfrentar los migrantes en su intento por asilarse en Estados Unidos, el escenario actual tiene a Donald Trump aplicando la figura del “tercer país seguro” para México y Guatemala. 

Parte de la travesía que deben realizar quienes buscan asilo en Estados Unidos.Imagen: picture alliance/ZUMA Press/G. Coronado

Dawid Bartelt analiza esta postura con el conocido dicho de “divide y vencerás o dividir para reinar, como decían los romanos. Eso es lo que está ocurriendo con esta crisis, y lamentablemente el ejemplo lo hemos dado los europeos, al ser los que creamos esta figura jurídica que define arbitrariamente a algunos países como seguros y a otros no. Trump está replicando este ejemplo. Aunque se entiende que debería haber un acuerdo entre los países, el presidente estadounidense está actuando de forma unilateral. Si todos los países actuaran en conjunto, con una política clara, la situación sería muy diferente”.

Una postura más conciliadora es la que ofrece desde ACNUR Giovanni Lepri, quien considera que “el objetivo principal sería que las personas que están huyendo encuentren protección y tengan posibilidades de quedarse en los distintos países de la región, incluyendo Estados Unidos. No creo que este sea un tema de bloques contrarios, sino de tener una visión regional, porque es algo que va a continuar ocurriendo. Cada uno tiene una parte de responsabilidad en el problema y también en la  solución definitiva”.

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