El comentario más notable a la situación en la frontera polaco-bielorrusa lo hizo este martes (9.11.2021) el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Preguntó por qué la UE no quiere dar "apoyo financiero" al gobierno de Minsk para evitar que los refugiados lleguen a la frontera con Polonia. Después de todo, eso es lo que hizo en su tratado con Turquía. El eurodiputado conservador Markus Ferber comentó: "Erdogan fue el inventor de esta estrategia inhumana, Lukashenko está intentando convertirla en un modelo de franquicia. En la frontera exterior polaca se decidirá ahora si continúan estos intentos de chantaje".

Polonia aumenta la presión política

Este martes por la mañana, el primer ministro de Polonia, Tadeusz Morawiecki, aumentó la presión política. Tras su visita a la frontera con Bielorrusia, en el paso fronterizo de Kuznica, ahora cerrado, cerca del cual varios miles de refugiados esperan para continuar su viaje a la UE, escribió en Twitter: "Hoy están en juego la estabilidad y la seguridad de toda la UE. Este ataque híbrido del régimen de Lukashenko está dirigido contra todos nosotros. No nos dejaremos intimidar y defenderemos la paz en Europa con nuestros socios de la OTAN y la UE".

El ministerio de Defensa de Minsk contraatacó, calificando las acusaciones de "infundadas y no probadas", y acusando a Polonia de escalar deliberadamente las tensiones: "Advertimos a la parte polaca de las provocaciones contra Bielorrusia para justificar el uso ilegal de la fuerza contra personas desfavorecidas y desarmadas, entre ellas muchas mujeres y niños", señaló.

La OTAN condena a Lukashenko

Mientras tanto, el presidente polaco, Andrzej Duda, buscó el apoyo del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. En una entrevista con DW, su adjunto, James Appathurai, dijo que la OTAN era, por supuesto, solidaria con Polonia: "Lo que está ocurriendo allí es una campaña híbrida inaceptable del régimen de Lukashenko. No hay duda de ello. El mensaje de Moscú y Minsk sobre este 'problema humanitario' -que Polonia no lo esté tratando humanamente- es más que mendaz y cínico, porque, por supuesto, son ellos lo que están permitiendo esta situación".

Pero ¿qué quiere conseguir Polonia implicando a la alianza de defensa en la disputa con Bielorrusia? Según los diplomáticos, la medida es, sobre todo, una advertencia de que los aliados deben hacer más para combatir la crisis, que, de lo contrario, podría intensificarse. En especial, podrían utilizar sus contactos con los países de Oriente Medio para ejercer presión y detener los vuelos de refugiados a Bielorrusia. 

Varsovia, por su parte, no está jugando con la idea de llamar a los soldados de la OTAN para que se desplieguen en la frontera con Bielorrusia; como mucho, podría pedir refuerzos a través de una operación policial internacional. Recientemente, Polonia ha estacionado más de 10.000 soldados en la zona restringida de la frontera para impedir que los refugiados la crucen. Según informaciones de Varsovia, entre 12.000 y 15.000 migrantes se habrían reunido en el lado bielorruso. El número es difícil de verificar porque nadie tiene acceso a la zona militar restringida. Los observadores europeos hablan de unos posibles 4.000 refugiados en la región.

La UE quiere nuevas sanciones

La última vez que la UE impuso sanciones a Alexander Lukashenko fue en el verano boreal de 2021, después de que el mandatario bielorruso obligara a aterrizar a un avión civil de Ryanair en el que viajaba un joven crítico del régimen. En aquel momento, además de las habituales prohibiciones de viaje y congelación de cuentas de miembros del gobierno y de funcionarios, también se impusieron sanciones económicas limitadas, por ejemplo, a la exportación de potasa, uno de los principales productos de exportación de Bielorrusia. Sin embargo, se formularon con cautela y se considera que el daño económico al régimen es limitado. 

Ahora, la UE ha suprimido por primera vez la facilitación de visados para los viajes de los empleados gubernamentales y oficiales en Bielorrusia. También está debatiendo nuevas sanciones contra las personas y organizaciones implicadas en el tráfico ilícito de migrantes. Entre ellas, se encuentran agencias de viajes, empresas de chárter y otras entidades, como la aerolínea estatal Belavia, que ya no podría alquilar aviones chárter en los países de la UE como consecuencia de ello.

"Insto a que se amplíen las sanciones, incluyendo posibles sanciones contra las compañías aéreas de terceros países", dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Factibles serían las prohibiciones de sobrevuelo o aterrizaje. Según un portavoz de la Comisión, la UE está tratando de recabar datos y está analizando los vuelos procedentes de Marruecos, Siria, Irán, Qatar y otros países de Oriente Medio y Extremo Oriente para determinar la forma en que se trafica con los migrantes, especialmente hacia Bielorrusia.

Sin embargo, las sanciones contra las compañías aéreas tienen que ser a prueba de toda demanda legal, y eso, probablemente, significaría probar que sus acciones son deliberadas. A lo largo de la semana, los embajadores de la UE en Bruselas tratarán el paquete de medidas, que se decidirá el lunes próximo (15.11.2021), durante la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la UE.

(gg/cp)