Crisis migratoria no toca a América Latina
31 de agosto de 2015 Conflictos armados en Siria, Irak, Somalia, Libia y otros países, junto a la violencia y la pobreza, han forzado a miles de personas a cruzar el Mediterráneo. Todos los ojos del planeta se han volteado al drama humano de quienes llegan, en botes, noche a noche, a las costas europeas.
Mientras Alemania espera recibir cerca de 800.000 solicitudes de asilo este año, los sueños de un mejor futuro llevan a pocos a Latinoamérica. Y la mayor parte de quienes eligen América como destino, usan el subcontinente apenas como zona de paso para llegar a Estados Unidos.
A pesar de que el mundo enfrenta un aumento drástico en el número de personas forzadas a huir de sus países –que, según datos de ACNUR, pasó de 10.900 personas al día en 2010 a 42.500 en 2014– y de que la región ha demostrado gran apertura a la aplicación del instrumento de refugio, no se ha visto un aumento radical en la cantidad de inmigrantes de zonas conflictivas.
Más tránsito interno
Jorge Martínez, Asistente de Investigación del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) de la División de Población de la CEPAL y experto en asuntos de migración, comentó que actualmente no hay un aumento claro de la migración extra continental, sino que más bien hay un aumento en el tránsito migratorio interno en la región.
El especialista indicó que muchos países sudamericanos tienen acuerdos e iniciativas para disminuir la irregularidad, proteger a los migrantes y combatir la trata de personas y la discriminación, lo cual podrían convertirlos en buenos destinos. “Si ello se reconoce como contexto, entonces las personas migrantes de fuera de la región pueden encontrar un escenario no tan adverso", dijo.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), le ha dado seguimiento hace un lustro a los cambios en las migraciones hacia el subcontinente, reconociendo un leve aumento en la llegada de personas de países lejanos como Eritrea, Etiopía y Somalia, en África, así como de Bangladesh y de Sri Lanka en Asia. Otros pocos llegan desde Argelia, Camerún, Corea del Sur, China, Ghana, India, Filipinas, Irán, Kenia, Nepal (especialmente a Colombia) y Palestina.
Según un estudio sobre las Tendencias Migratorias, Pautas y Marcos Legales de Migración en América Central, realizado por el Centro Internacional para los Derechos Humanos de los Migrantes en el 2013, la mayor parte de los migrantes transitan con rumbo a Estados Unidos, siendo el corredor migratorio México-Estados Unidos el de mayor movimiento del mundo, con un tránsito de 11,6 millones de emigrantes en el año 2010.
Expedicionarios
Abelardo Morales, Coordinador Académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Costa Rica, afirmó que los pocos migrantes que han llegado posiblemente realizan “expediciones para tratar de trazar nuevas rutas” que los lleven al norte del continente, pero es poco probable que estas rutas se consoliden pues son de alto costo y peligrosidad.
Magdalena Benavente, miembro del Consejo para la Migración de Berlín y Brandeburgo, coincidió en que la migración desde África o Asia hasta el continente americano representa mayores costos que el traslado a Europa, lo que dificulta que se establezca como destino para quienes huyen de países en conflicto.
“A diferencia de Europa, países como Canadá, Brasil y Argentina cuentan con mecanismos de migración legal más allá del asilo, pero a pesar de eso, el costo para llegar hasta América es mucho más alto y esto sirve de filtro a la migración. Sólo quienes cuenten con algunos recursos pueden trasladarse”, dijo.