Cediendo a la presión de la oposición tanto en la arena política como en los medios y en la calle, el presidente de España, Mariano Rajoy, anunció que acudiría al Congreso de los Diputados el 1 de agosto para responder a las imputaciones que le ha hecho Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular (PP). Bárcenas controló las finanzas de la formación conservadora durante dos décadas y admitió haber llevado una contabilidad paralela durante todo ese tiempo.

Esa “caja B” le habría permitido a la cúpula del PP –Rajoy incluido– cobrar sobresueldos sin declararlos al Fisco. Bárcenas hizo la confesión el 15 de julio ante el juez que investiga la presunta financiamiento ilícito del PP. Con su comparecencia voluntaria ante el Parlamento, Rajoy desactiva la moción de censura que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) planeaba presentar. Y es que, en nueve ocasiones distintas, Rajoy y el PP vetaron la solicitud hecha por la oposición para que el jefe del Ejecutivo hablara ante los diputados sobre el caso.

El “caso Bárcenas” ha golpeado fuertemente al PP. Una encuesta publicada este 22 de julio por el diario español El Mundo revela que el partido dirigido por Rajoy goza de una intención de voto del 30,7 por ciento; 14 puntos por debajo del resultado que el PP consiguió en las elecciones de noviembre de 2011 y que le otorgó la mayoría absoluta parlamentaria de la que aún dispone. 55,4 por ciento de los consultados cree además que Rajoy debería dimitir, frente a un 37,1 por ciento que defiende lo contrario.

Imagen empañada

“La negativa de Rajoy a asumir responsabilidades por los sucios secretos de su partido no contribuye en nada a recuperar la confianza de sus votantes”, señalaba el semanario especializado The Economist en su última edición. Pero, ¿puede la crisis del Gobierno de Rajoy trascender el territorio español y convertirse en un dolor de cabeza para toda Europa? Deutsche Welle habló sobre este tema con Tobias Etzold, experto en integración europea de la Fundación Ciencia y Política (SWP) de Berlín.

“Todo lo que ocurra en España tiene relevancia para la Unión Europea (UE) y afecta las estrategias puestas en marcha por Bruselas para poner coto a la crisis. España es un país con peso en el bloque comunitario y debe resolver sus problemas económicos para evitar empujar a otros Estados hacia una crisis fiscal similar a la suya. Aunque el actual Gobierno de España ha implementado tangibles reformas en diversos sectores –incluyendo el bancario– y alcanzado algunas de sus metas, sigue habiendo mucho por hacer”, explica Etzold.

“La crisis política desatada en España por las acusaciones de financiamiento ilícito contra el presidente Mariano Rajoy empaña la reputación de su Gobierno y podría restringir su capacidad de maniobra si nuevos detalles del ‘caso Bárcenas’ siguen saliendo a la luz y atizando el escándalo. Y si en algún momento Rajoy se ve obligado a admitir alguno de los señalamientos que se le hacen, eso le restaría autoridad como mandatario”, agrega el experto del SWP, dejando en el aire la pregunta que muchos tienen en mente.

“Berlín está satisfecho con Madrid”

¿Qué pasará con las medidas de austeridad decretadas por el presidente Rajoy si éste se ve presionado por las circunstancias a dimitir? Después de todo, las imputaciones en su contra no son pequeñeces. Tanto el Partido Popular (PP) como el Partido Socialista Obrero de España (PSOE) tienen serios problemas de imagen que reducirían sus oportunidades de ganar fácilmente en unas elecciones adelantadas. ¿Ascenderían al poder nuevas fuerzas políticas que prometan suspender los programas de ahorro?

“Un escenario como ese sí que generaría nerviosismo en Europa”, comenta Etzold. De momento, en Alemania, la prensa no dedica mucha atención a la crisis política española. Y el experto de Berlín no cree que las imputaciones de corrupción que pesan sobre Rajoy y otros miembros del PP puedan perjudicar a sus aliados conservadores en territorio germano. “Las pocas veces en que los medios alemanes abordan el tema ‘España’, lo que se dice es que Berlín está satisfecho con las medidas tomadas por Madrid”, sostiene Etzold.

“Yo no puedo imaginar que la crisis del partido conservador liderado por Rajoy afecte negativamente a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Angela Merkel, ni ahora ni en septiembre, cuando tengan lugar elecciones en Alemania. Los alemanes están concentrados en sus problemas de política interior y son éstos los que van a determinar los resultados de los comicios venideros. La situación en España puede afectar el manejo de la crisis por parte de la UE; pero, incluso en ese caso, a los electores alemanes lo que les interesa es que Berlín mantenga su política de firmeza frente a los Estados comunitarios más endeudados ”, dice Etzold.

Autor: Evan Romero-Castillo ( dpa )

Editora: Emilia Rojas Sasse