Crisis en Colombia: la desigualdad mina la democracia
José Ospina-Valencia
7 de junio de 2021
Colombia desperdicia el talento de sus jóvenes, no solo en los barrios marginados. Ofrecerles acceso a educación, salud y trabajo es promover la democracia, dice Stefan Peters, director de CAPAZ, en entrevista con DW.
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Una misión especial de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está en Colombia y se reunió este 7 de junio con el Ejecutivo, antes de salir al campo por tres días para revisar la situación de los derechos humanos y verificar las denuncias presentadas por varias organizaciones en el marco del Paro Nacional.
El mensaje de la vicepresidenta colombiana, Martha Lucía Ramírez, a la misión de la CIDH es que "en Colombia hay una institucionalidad que funciona, y un Estado garante de los derechos de los colombianos a protestar”. DW entrevistó sobre el tema a Stefan Peters, director del Instituto Colombo-Alemán para la Paz (CAPAZ).
DW: ¿Es este el primer paso en la dirección correcta?
Stefan Peters: Es un paso importante, solo que hay que definir aún su objetivo, con quiénes van a hablar y si van a visitar los lugares en donde ha habido los mayores casos de violencia durante las protestas. Dudo que a través de un formulario virtual -como el que se ha puesto a disposición- se puedan esclarecer a cabalidad los casos denunciados.
La CIDH solo monitorea la situación y emite recomendaciones, pero no puede resolver los problemas. En las democracias dignas de ese nombre, solo es posible resolver los conflictos mediante el diálogo. ¿Se han despertado demasiadas expectativas en la visita de la CIDH?, ¿Qué tanto asidero tiene la comparación con los intentos de la CIDH de visitar a Nicolás Maduro?
Las comparaciones de Colombia con Venezuela no llevan a ninguna parte. No tiene sentido comparar a Duque con Maduro, ni relacionar a los manifestantes ni opositores con líderes del país vecino. Los problemas que han llevado a la crisis en Colombia son colombianos. Empecinarse en Venezuela solo desvía la atención de los problemas por resolver. Por lo demás, la visita de la CIDH es muy importante para la comunidad internacional.
¿Cómo romper el estancamiento, cuando los representantes del Paro se levantan de la mesa e Iván Duque presenta una reforma de las Fuerzas Militares que ha sido calificada de "maquillaje”?
Una crisis se resuelve con más conversaciones, y la generación de confianza en la otra parte. Si bien es de saludar que el Gobierno reconozca que se necesita una reforma de las fuerzas de seguridad, no veo en la propuesta de la presidencia ninguno de los dos puntos centrales: seguridad y garantías de derechos sociales. En la reforma anunciada no hay nada que indique que la Policía va a salir del comando del ministerio de Defensa ni que el "fuero militar” vaya a ser abolido. Un debate amplio sobre estos puntos sigue siendo necesario, así como sobre la garantía de los derechos sociales y el papel de lo público. Como la importancia de la educación y la salud públicas, su acceso fácil y gratuito, por ejemplo. Las escuelas, los colegios, las universidades tienen que volverse sitios en los que todos los colombianos se encuentren y asuman a Colombia como un país de todos, no de mundos paralelos.
CAPAZ investiga, enseña y asesora sobre solución de conflictos. Y es justamente es ese trabajo el que lo hizo merecedor de la promoción del Ministerio alemán de Educación y Diplomacia Científica (Förderpreis des Bundesministeriums für Bildung und Wissenschaftsdiplomatie), por su singular labor como institución de investigación colombo-alemana en América Latina. ¿Qué importancia tiene la labor de CAPAZ?
En efecto, CAPAZ es una institución única en América Latina. Nosotros no investigamos sobre sino con Colombia. Entretanto,15 universidades de las más diversas regiones de Colombia son miembros de CAPAZ, junto con otras casas de estudio alemanas. CAPAZ no es una isla de la teoria, sino que está en continuo intercambio con otras instituciones y las comunidades.
Desde hace cuatro años, CAPAZ desarrolla vías para la salida de una guerra y la construcción de la paz. ¿Hay aún tabúes que impidan avanzar?
Yo no hablaría de tabús, pero sí de temas como el tratamiento del pasado del conflicto, que generan fuertes reacciones en los colegios de secundaria, por ejemplo. Los temas políticos tienen que formar parte de la educación de los jóvenes. Justo ellos necesitan aprender a debatir, a aceptar que en una sociedad hay diversas posturas. Los estudiantes deben saber que en las controversias se compite con argumentos, porque en toda sociedad surgen conflictos. La educación política -no la adoctrinación- hace parte de las sociedades democráticas.
Fuerza Latina - Madres colombianas en resistencia
26:02
El inmenso descontento de la juventud colombiana es proporcional a su descuido por la clase política. Colombia tiene una manía de buscar apagar una llama generando un incendio. ¿Por qué no se aprende aún a escuchar y a tomar en serio a quien reclama, sin tildarlo de comunista, castrochavista o paramilitar? ¿Cómo crear una cultura de la protesta, pero también de su respeto sin estigmatizaciones por parte de las autoridades?
En la pandemia ha quedado más evidente que nunca: no hay nada más relevante y moderno que un estado de bienestar, como del que goza Europa. Hay que reconocer que la igualdad completa no existe, pero una sociedad tiene que llegar a un consenso sobre cómo y cuáles condiciones crear para que todos los grupos sociales posibles puedan desarrollar sus talentos y aportar al país. Esta es una cuestión social, pero también económica. ¿Cuántos jóvenes talentos pierde Colombia en Siloé (Cali) y todos los barrios marginados del país? ¿Cuánto potencial está desperdiciando Colombia por no atender a sus jóvenes? Jóvenes con acceso a educación y salud aportan a la construcción de estructuras democráticas. Las desigualdades son el caldo de cultivo de las dictaduras. Promover la equidad, es por ello esencial para la democracia.
(cp)
Afrocolombianos en Buenaventura
En Buenaventura, las poblaciones ancestrales de afrocolombianos se encuentran entre la espada de la violencia paramilitar y la pared de un desarrollo portuario, urbanístico y turístico que amenaza con no incluirlos.
Imagen: DW/M. Banchon
Puerta grande de Colombia
A través de Buenaventura, Colombia envía el 60% de su comercio internacional. Los nuevos acuerdos comerciales han hecho de este puerto pacífico -con su isla Cascajal y su zona continental- una pieza clave del desarrollo. Entre 2008 y 2013, el movimiento de carga creció un 50%. Las expectativas empresariales son inmensas.
Imagen: DW/M. Banchon
Rica infraestructura
TCBUEN, la nueva terminal para 400.000 contenedores, se inauguró en 2011. La construcción del puerto de Aguadulce comenzó en 2013. En junio comienzan los trabajos del nuevo malecón. Según informa la Alcaldía, el plan maestro para su desarrollo en 30 años hará que dé un giro de 180 grados. El 90% del proyecto “Buenaventura biodiversa, ecoturística y portuaria” se hará con presupuesto nacional.
Imagen: DW/M. Banchon
Población en movimiento
El 98 por ciento de su población es afrodescendiente y el uno por ciento indígena. Han utilizado los ecosistemas marinos y de la selva tropical como fuente directa de alimentos y recursos de materiales para la construcción de sus viviendas. Desplazados por la violencia reprodujeron sus casas sobre el agua (palafitos), un milenario método de construcción adecuado.
Imagen: DW/M. Banchon
Después de siglos de olvido
Sus nueve cuencas hidrográficas, su alta pluviosidad, sus condiciones tropicales y su aislamiento favorecieron que las culturas afrocolombianas mantuvieran por siglos una cultura propia. El fuego cruzado entre guerrilla, ejército, fuerzas paramilitares, narcotráfico e intereses empresariales se da en sus territorios ancestrales, ahora codiciados por sus riquezas y su ubicación geoestratégica.
Imagen: DW/M. Banchon
Lento, tardío y problemático reconocmiento
“La Constitución de 1991 (Ley 70) reconoce jurídicamente los territorios ancestrales. En algunos casos, al tiempo que se logra la titulación colectiva, fuerzas paramilitares desplazan a la población e implementan proyectos agroindustriales. El Estado no ha mostrado capacidad para proteger su vida y su territorio”. Enrique Chimonja, de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.
Imagen: DW/M. Banchon
¿Sospechas (in)fundadas?
De una zona gris entre grupos criminales, corrupción e intereses empresariales habla un reciente informe elaborado por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y la organización de cooperación al desarrollo Mundubat. El patrón de lo que los defensores de DD. HH. llaman legalización del despojo para la competitividad del puerto y su función en la economía colombiana se repite en muchos casos.
Imagen: DW/M. Banchon
¿Quién les vendió nuestro territorio?
“Las Autodefensas Unidas de Colombia, la guerrilla y el Ejército nos desplazaron el 17 de marzo de 2003. Conseguimos la titulación en 2008. De las 3.446 hectáreas originales nos reconocieron 1.700. En 2010 volvieron a desplazarnos. Con la firma de la paz, queríamos volver. Pero vemos que están construyendo un proyecto hotelero en nuestras tierras”. Manuel Becerra, líder comunal y exconcejal.
Imagen: DW/M. Banchon
Desde 1550
“Nuestra comunidad vive aquí desde 1550. De pronto aparecen documentos que dicen que los territorios son de Aguadulce. Son fraudulentos. No ha habido consulta, ni regalías para la población. Estamos en riesgo de ser llevados a la cárcel”. Oney Hinostroza, líder de la comunidad Kilómetro 9.
Imagen: DW/M. Banchon
Un trágico partido de fútbol
“En 2005 llegó una moto buscando a jóvenes para un partido. Pagaban. Se fueron 12, también mi hijo. No regresaban, fuimos a la Policía: había que esperar 24 horas. Después dijeron: “¿Por qué no vinieron ayer? Ya los han matado”. A los 3 días los encontraron. Lo reconocí por la camisa. La masacre sigue impune. En 2008 llegó TSBUEN, tenemos que desalojar”. Bolivia Aramburo, pescadora y vendedora.
Imagen: DW/M. Banchon
Una pérdida cultural
“Para poner a funcionar a gran escala los puertos pacíficos, las poblaciones estorban; la pérdida cultural no se calcula. Hay violencia estructural intencional. Viven en medio de desperdicios. La mortalidad infantil por agua contaminada es muy alta, cuando un tanque para almacenar 2.000 litros de lluvia no pasa de 200 dólares”. Andreiev Pinzón, sociólogo, Programa de alternativas tecnológicas.
Imagen: DW/M. Banchon
¿Desplazar para no consultar?
“Tras los paramilitares está la mafia del malecón. Quieren nuestros territorios. Pero como tenemos derecho a la consulta previa, lo más fácil es optar por la violencia para que nos desplacemos. Para nosotros no es lo mejor: para la gente que vende piangua, camarón, jaiba sería un exterminio. Pese a la pobreza aquí la gente se siente mejor”. Isabel Castillo, líder de Puente Nayero.
Imagen: DW/M. Banchón
Reubicar para desarrollar
Según la Alcaldía, para las comunidades que están en la vía de desarrollo del malecón se está haciendo un proceso de reubicación. Serán unas 10.000 familias. La actual ciudadela San Antonio -en la zona continental, a unos 30 kilómetros- tiene capacidad para 4.500. Según un estudio de la Universidad del Pacífico se podrían modernizar las ancestrales construcciones palafíticas.
Imagen: DW/M. Banchon
Reubicados, ¿están mejor?
“Derribé mi casa, como lo exigían. Nos engañaron: en la escritura dice que es gratis, no un intercambio. No nos han dado el computador ni los 400.000 pesos prometidos. No hay centro de salud. A los pescadores, el estero San Antonio les queda lejos. El transporte público no viene”. Líder del barrio San Antonio, vivía en una casa palafítica. Llegó, desplazada, a Buenaventura a los 7 años.
Imagen: DW/M. Banchón
Muchos proyectos
“Hay planes de becas y de escuelas de formación profesional: tecnólogos en gestión portuaria y turismo. Estamos acabando una planta purificadora de agua. Para los pescadores artesanales habrá una línea de créditos blandos y se entregarán 76 lanchas a motor. En los planes de ecoturismo no se ha contemplado la participación de las comunidades ancestrales”. Oficina de prensa de la Alcaldía.
Imagen: DW/M. Banchon
Una tonelada, si le va bien
Walberto Reina llegó hace más de 40 años a Puente Nayero. Es pescador. Su faena puede tomar hasta 20 días. Unos 3 millones de pesos (1.100 euros) invierte por faena. Cuando les va bien vuelven con una tonelada de pescado fino para la exportación: cherna, pargo, corvina. La pesquera les paga unos 13 millones de pesos. Si le va mal, se queda con la deuda. A San Antonio no quiere irse.
Imagen: DW/M. Banchon
Desaparición de pescadores artesanales
“En 1964 creamos la Asociación de Pescadores Artesanales (ANPAC). 2.500 pescadores y 930 vendedoras. Nos oponemos a secar ciénagas y lagunas para meter ganado. Surgió el conflicto con el gobierno. En 2010 comienzan las dificultades con el paramilitarismo y el narcotráfico. Más de cien pescadores artesanales han desaparecido en el Estero San Antonio”. Manuel Bedoya, representante de ANPAC.