En el texto se afirma que los observadores no armados permitieron primero con su presencia que el régimen de Bashar al Assad masacrara a niños sin que pasara nada y que ahora la misión echa la culpa de la violencia a ambas partes pese a que los desertores del Ejército Sirio Libre solamente abrieron fuego contra las tropas gubernamentales como medida defensiva.

Según los Comités de Coordinación Local, un grupo activista que documenta la violencia, hoy murieron 11 personas en el país. En Damasco hubo cinco muertos y tres en la provincia central de Homs, que es bombardeada desde hace días por el ejército. Otras dos personas murieron en la norteña ciudad de Alepo y una en la ciudad sureña de Deraa.

El sábado hubo en toda Siria 59 muertos a manos de las tropas gubernamentales, según la oposición.

Robert Mood, el jefe de la misión de la ONU en Siria, anunció el sábado que sus hombres dejarán de patrullar hasta nuevo aviso y que la decisión será revisada a diario.

Los 300 observadores están en Siria desde abril en base a un mandato de tres meses para vigilar un cese del fuego que al final nunca se produjo.

El Ministerio del Exterior sirio acusa a "terroristas armados" de la escalada de violencia.

Más de 14.400 personas, la mayoría civiles, han muerto desde que comenzó la revuelta contra Al Assad en marzo de 2011.

Fuente: dpa

Editora: Rosa Muñoz Lima