Croacia abrió un punto fronterizo con Serbia para dejar pasar a miles de refugiados varados en medio de la lluvia y el frío, informaron medios locales.
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Croacia abrió esta noche de lunes (19.10.2015) su frontera con Serbia en el paso de Berkasovo-Bapska, informó el portal Index.
Entre 2.000 y 3.000 refugiados se habían protegido allí de la intensa lluvia y el frío, con tiendas de campaña, los más afortunados, o con chubasqueros de plástico, mantas y lonas, los menos, confirmó un fotorreportero de la agencia francesa de noticias AFP presente en la frontera.
Los refugiados esperaban a pasar a territorio croata, para continuar su viaje al norte en dirección a Eslovenia, Austria y Alemania. Según un voluntario checo, Jan Pinos, todos los refugiados habrían logrado cruzar ya el paso abierto.
Eslovenia abre y cierra
Medios croatas informan, además, que las autoridades eslovenas han permitido esta tarde en el paso fronterizo de Trnovec-Sredisce ob Dravi, en la frontera norteña entre los dos países, el paso de unos 300 refugiados, que fueron llevados en cinco autobuses.
Eso provocó que varios miles de refugiados que esperaban desde la víspera en la frontera se lanzaran en avalancha a cruzar la divisoria. Sin embargo, tras esa breve apertura, Eslovenia volvió a cerrar el paso y continuó con su política de no recibir a más de 2.500 refugiados diarios y adaptar el ritmo de entradas al de salidas hacia Austria.
La agencia de noticias eslovena STA informó que el presidente de Eslovenia, Borut Pahor, ha reiterado esta tarde que su país "no puede admitir más refugiados de los que deja pasar Austria".
La situación en la llamada “ruta de los Balcanes” empeoró para los refugiados desde que Hungría cerró su frontera con Croacia. Eslovenia se ha convertido desde entonces en un nuevo foco de la crisis.
RML (efe, afp)
Refugiados: qué nos dicen las estadísticas
¿Es la crisis de los refugiados un problema europeo? ¿De dónde vienen estas personas que huyen de la guerra o la persecución? ¿Dónde han encontrado mayor acogida? Le ofrecemos los datos de ACNUR.
El efecto empuje de la "fortaleza europea"
Ceuta, Melilla, Grecia o Bulgaria no les dejan alternativa. El cierre de las fronteras terrestres de la UE no ha frenado a quienes huyen de sus países: su ruta se ha desplazado, viéndose abocados a cruzar el Mediterráneo. El precio, en muchos casos, es mayor que el que pagan a los traficantes: según la Organización Internacional de las Migraciones, 3.224 personas murieron en sus aguas en 2014.
Alemania, destino soñado
El cierre de la frontera de Serbia con Hungría ha obligado a los refugiados a tomar la vía croata. El viernes 25 de septiembre fueron 10.000 los refugiados llegados en un solo día a territorio de Croacia. Todos quieren llegar a Alemania, donde la popularidad de la canciller Angela Merkel ha descendido a raíz de su compromiso con la acogida de refugiados.
¿Quién huye y de qué?
En 2014, ACNUR contabilizó 59,5 millones de desplazados por la fuerza en el mundo, la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. A pesar de ser el grupo más numeroso, y el que recibe mayor atención mediática, los sirios solo suman el 27 por ciento del total de refugiados del mundo, es decir, ni siquiera una tercera parte.
Más allá de Europa
La llamada "crisis de los refugiados" no es ni de lejos un problema exclusivamente europeo. De hecho, los países europeos no figuran en los primeros puestos de la clasificación mundial de países de acogida. El mundo desarrollado, al menos en 2014, no ha hecho ni de lejos el esfuerzo que han hecho muchos países considerados más atrasados, menos democráticos o más inseguros.
¿A cada uno según sus capacidades?
Este argumento, esgrimido por algunos mandatarios europeos en el reparto acordado hace unos días, se cae por su propio peso. Líbano (con más de un millón de refugiados en su territorio) y Jordania (con más de medio) sí son países desbordados por la llegada de refugiados. La financiación que los países ricos habían prometido para sus campos de refugiados, por cierto, aún está por llegar.
La odisea invisible
Los refugiados que llegan a otros países son solo una minoría de las personas desplazadas por los conflictos o la persecución. Valga Siria como ejemplo: según el Centro de Vigilancia de Desplazamiento Interno, una ONG noruega, el 40 por ciento de su población ha tenido que desplazarse. Al no cruzar las fronteras, no tienen derecho a la protección internacional que debe recibir un refugiado.