Publicidad
Hasta finales de los años 80 el servicio secreto yugoslavo mandó asesinar a un buen número de croatas exiliados en territorio alemán. Un tribunal de Múnich expidió orden de arresto contra algunos de los responsables, aunque estos aún no han sido extraditados a Alemania. Los presuntos cerebros de la trama viven en Croacia sin ser molestados por nadie. Poco se conoce de este oscuro capítulo en la joven historia del país balcánico.