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Cruda disputa por el crudo de Irán

Hendrik Heinze/ Cristina Papaleo1 de julio de 2012

El 1º de julio entra en vigor el veto de la Unión Europea a la importación de petróleo de Irán. La UE intenta obligar así a Irán a iniciar conversaciones sobre su controvertido programa nuclear.

Imagen: picture-alliance/dpa


La pulseada por el petróleo de Irán se tensa cada vez más. A partir del 1º de julio, la Unión Europea deja de adquirir el crudo de ese país y, con esa medida punitiva, agudiza la disputa con el régimen de Ahmadineyad. La UE permitirá que los buques iraníes anclen en sus puertos solo si Teherán decide negociar seriamente acerca de su programa nuclear. Tanto la UE como EE. UU. acusan a Irán de querer fabricar armamento atómico, pero Irán rechaza esas suposiciones e insiste en su derecho a utilizar la energía nuclear con fines pacíficos.

Ambas partes sufrirán, sin duda, las consecuencias del embargo. La UE tendrá que renunciar al crudo iraní, e Irán a los ingresos que le reporta ese producto de exportación. Pero, a pesar de todas las desavenencias, ambos se necesitan mutuamente. A la larga o a la corta, el cuarto mayor productor de petróleo del mundo y el segundo mayor consumidor de hidrocarburos del planeta no podrán vivir el uno del otro.

Grecia es el país al que más afecta el embargo

Las cifras muestran a las claras a quién afecta más el embargo petrolero: cerca de un quinto de las exportaciones de petróleo iraní está destinado a la UE que, a su vez, importa un seis por ciento del total de su consumo de crudo de Irán. Y Alemania cubre un uno por ciento de su consumo con crudo iraní. “En Europa, es Grecia la que tiene el mayor problema”, explica Volker Blandow, de la Asociación para el Estudio de la Demanda de Petróleo y Gas (ASPO, por sus siglas en inglés), formada por expertos en extracción de crudo. Grecia ya no cuenta con dinero suficiente como para pagar las importaciones. Antes, ese país podía recibir crudo de Irán y pagárselo más tarde, pero ahora depende de la bolsa de petróleo, y no cuenta con suficiente dinero para pagar al contado. España e Italia, por el contrario, otros dos grandes compradores, lograron cambiar a tiempo su estrategia. “Están bien abastecidos con el petróleo de Arabia Saudí”, dijo Blandow, ya que los ministros de Exteriores de la UE habían acordado detener las importaciones a partir de este 1º de julio.

¿Un buque petrolero iraní? De ser así, ya no es bienvenido en la Unión Europea.Imagen: dapd

Sin dinero para la fiesta de Ramadán

A Irán, la sanción lo afecta esencialmente, según algunos analistas, entre ellos, Blandow: “La economía iraní depende fuertemente de los ingresos de las exportaciones de crudo. Se habla de alrededor de un 30 a un 40 por ciento del Producto Interno Bruto de ese país. Y si faltan de un 20 a un 30 por ciento, eso duele”, señaló el experto.

Además, muchos iraníes están preocupados, según informan los medios, porque el embargo afectará la economía justo durante las celebraciones religiosas de Ramadán, el mes de ayuno musulmán, a mitades de julio. Blandow piensa que esa situación podría hacer peligrar al Gobierno de Irán: “En Egipto, el consumo propio de petróleo fue en 2010 más alto que la propia producción. Es decir, que ya no podía exportar crudo. Y fue justamente en ese momento cuando comenzaron las protestas populares, dado que el Gobierno ya no podía subvencionar los alimentos ni el consumo energético como en años anteriores”. Pero las autoridades iraníes niegan que el veto de la UE afecte al país. “Esos países (la UE y EE. UU.) provocan más problemas a sus propios habitantes que a nosotros”, dijo la autoridad espiritual máxima de Irán, el ayatolá Kazzem Sediqi a la agencia noticiosa estatal IRNA.

Jugando al gato y al ratón

Como en el pasado, Irán no ahorra en creatividad para esquivar las sanciones. Según se dio a conocer en los medios, barcos de la flota iraní navegan con bandera de la isla Tuvalu, en el Pacífico, para que no se los reconozca. Y también un oleoducto en Egipto podría servir de escapatoria a los iraníes. Se especula con que tanques iraníes estarían bombeando crudo en el extremo sur del oleoducto del Mar Rojo, y en el extremo norte otros buques podrían estar cargándolo para distribuirlo en los puertos de Europa. A pesar de que no se sabe con certeza, es una especulación interesante, sobre todo en vista de que Egipto e Irán retomaron sus relaciones diplomáticas. Pero, según Blandow, “eso encarecería y complicaría la situación. Y tampoco es algo que pueda continuar ilimitadamente.”

Petróleo más barato

Desde comienzos de marzo de 2012, el precio del crudo bajó en cerca de un 30 por ciento, y la demanda disminuye. “Cuando se produzca un repunte en las economías de Europa y de EE. UU., será Irán el que tenga la sartén por el mango”, advierte Blandow, “ya que necesitamos el petróleo. Y entonces, el precio aumentará. En una situación como esa sería interesante ver cómo reacciona el mundo occidental, y si coloca al precio del crudo por encima de la moral”, plantea el experto del ASPO.

Irán tiene el petróleo que otros, tarde o temprano, necesitarán. Países hambrientos de hidrocarburos, como China e India, siempre serán posibles compradores. Sin embargo, Irán tiene mucho que perder con el embargo de la UE, opina Blandow: “Si se lleva a cabo un embargo en serio, la mayoría de las instalaciones de extracción extranjeras ya no podrían contar con repuestos. Y eso no puede ser el cometido de los países occidentales. A largo plazo, dependemos mucho del petróleo iraní. Es decir que las sanciones solo pueden ser una amenaza temporal. Se hará todo lo posible por evitar que se produzcan daños permanentes”.

Autor: Hendrik Heinze/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López

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