Tom Cruise se mantiene en primera plana. Y no sólo en las revistas de espectáculos. Un video en que se lo ve hablando a todas luces ante una audiencia de la Cienciología levanta ahora polémica en Alemania. La razón: un pasaje de su discurso llevó al experto de la Iglesia Evangélica de Berlín-Brandeburgo en materia de sectas, Thomas Gandow, a compararlo con el ministro de propaganda de Hitler. “Sostengo lo dicho: Cruise es el Goebbels de los cienciólogos”, dijo Gandow al periódico sensacionalista dominical Bild am Sonntag.

Malos recuerdos

También el historiador Guido Knopp, conocido en Alemania por sus programas en la segunda cadena de la televisión pública, ZDF, expresó en Bild am Sonntag su opinión sobre el pasaje en que Cruise pregunta “should we clean this place up?” (el periódico lo tradujo como “¿hemos de limpiar el mundo?”), a lo que la gente responda a coro con un sonoro “sí”. “Puede ser que la forma de hablar de Cruise sea usual en muchos movimientos religiosos en Estados Unidos”, dijo Knopp al rotativo, añadiendo que, sin embargo, la escena “recuerda necesariamente, a cualquier alemán que se interese por la historia, el tristemente célebre discurso de Goebbels en el Palacio del Deporte de Berlín”. En ese lugar, el jefe de propaganda del Tercer Reich había preguntado en febrero de 1943 “¿quieren la guerra total?”

La Cienciología replicó, en una declaración dada a conocer este lunes en Los Ángeles, que cualquiera que conozca a Cruise sabe que está libre de prejuicios y no discrimina a nadie por su religión o su raza. Junto con calificar de “vergonzosa” la mala interpretación hecha de las palabras del actor, la organización explicó el contexto en que fueron pronunciadas: un acto en que el astro de Hollywood agradecía un premio por sus méritos en labores de alfabetización. Al mismo tiempo, la nota hizo hincapié en su empeño en la promoción de los derechos humanos.

Objetivos en tela de juicio

La Cienciología se ve confrontada desde hace tiempo con sospechas acerca de sus objetivos. Lejos de habérsele reconocido el status de Iglesia, como en Estados Unidos, en Alemania es objeto de investigaciones y los ministros del interior de los Länder y la federación consideran que no es una organización conforme con la Constitución.

Así las cosas, también la imagen de Tom Cruise se ve afectada, tratándose del más destacado discípulo de la cienciología. Su interpretación del conde von Stauffenberg, autor de un fallido atentado contra Hitler, en una película que llegará a los cines en algunos meses, no ha hecho más que avivar la discusión entre los alemanes. Porque algunos creen, como Thomas Gandow, que ese filme está dirigido a “cumplir para los cienciólogos el mismo objetivo que los Juegos Olímpicos de 1936 para los nazis: despertar simpatías hacia un movimiento totalitario”.