La Repubblica, de Roma: "Benedicto XVI inicia su primera cruzada. En Brasil promulgará el evangelio con palabras suaves y se esforzará por convencer a las personas en nombre de la convicción cristiana y de la razón. No hay duda de que por primera vez el Papa viaja a un país en el que tendrá que enfrentar a un contrincante poderoso que nació del cristianismo: las sectas neoprotestantes y los predicadores de televisión, que proclaman el éxito terrenal como anticipo del reino de los cielos. Este es un contrincante que ataca a la Iglesia brasileña y que le roba a sus fieles."

Una iglesia en crisis

Le Monde: "En su primera visita a Brasil el Papa conocerá un continente que para la iglesia católica siempre ha estado repleto de contradicciones y de pasión. Se acusó al a iglesia del pueblo de predicar un evangelio político y desviar a los creyentes hacia sectas o grupos y movimientos. El caos. Ayer poderosa, casi un monopolio, la iglesia latinoamericana se encuentra sumida en la crisis. Pierde creyentes. Mientras tanto sigue creciendo el gran abismo entre ricos y pobres como resultado de la globalización y del triunfante neoliberalismo. ¿Podrá el Papa Benedicto XVI encontrar nuevos profetas para Latinoamérica?"

La lección del Ulster

El País, de Madrid: "Han sido necesarios nueve años de negociaciones desde el Acuerdo de Viernes Santo para alumbrar este 8 de mayo el comienzo de un poder democrático y compartido entre enemigos históricos en Irlanda del Norte. Aquel acuerdo de 1998 llegó muchos años después de que el odio religioso y político convirtiera la provincia británica en un baño de sangre, con 3.500 muertos. Este compromiso que ahora sienta juntos en el Gobierno del Ulster al ultrarradical protestante Ian Paisley, de 81 años, como primer ministro, y al ex pistolero del IRA Martin McGuinness, de 56, como viceprimer ministro, es el premio a la paciencia política y a la voluntad colectiva de hallar un punto de encuentro lejos de la violencia armada."

Lección de injusticia

Die Presse, de Viena: "El mensaje a los optimistas incurables: la estabilidad y la paz son posibles- sólo se requiere de políticos decididos y tenaces, abiertos a compromisos que además cuenten con una buena dosis de frustración. Un perfil casi imposible de cumplir. El pequeño error: precisamente los políticos que ocupan el poder desde hace años son los que tienen el poder de finalizar con las bombas y los asesinatos. Esta lección de injusticia vale para el Ulster lo mismo que para el sudeste europeo o para el Cercano Oriente."