El pintor español Pablo Picasso es uno de los artistas más conocidos del mundo. Ahora, una exposición en el Museo Picasso, en Málaga, explora su relación, hasta ahora desconocida, con Alemania.
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El Museo Picasso de Málaga expone una nueva faceta del renombrado pintor español Pablo Picasso (1881-1973). José Lebrero Stal, su director, abre la muestra “Picasso: registros alemanes”, la primera en explorar la relación del pintor, escultor, dibujante y ceramista con este país.
Picasso, imán de turistas
El museo se inauguró en 2003 y es un imán de público en la Costa del Sol. Cerca de 400.000 visitantes lo visitan anualmente en el Palacio de Buenavista, en el barrio judío de Málaga. Un 80 por ciento de ellos son turistas extranjeros. También lo van a ver cerca de 80.000 alemanes que no solo pasan sus vacaciones en Málaga, sino que eligieron el sol y el buen clima y residen allí en forma permanente.
Picasso nunca estuvo en Alemania
El artista español nunca pisó suelo alemán, ya que París era el epicentro del arte en su época. Pero en Alemania su trabajo es admirado y seguido con gran interés. Esta exposición en Málaga se ocupa, entre otras cosas, del intercambio artístico y del desarrollo de la vanguardia artística más allá de las fronteras. Por ejemplo, de la pintura retratista, del recibimiento del cubismo por parte del público, de la influencia del primitivismo y de la búsqueda de nuevos motivos de la vida cotidiana.
Los miembros de los movimientos expresionistas alemanes de El Jinete Azul, en Múnich, o los de El Puente, de Dresde, toman como referencia a Picasso. En la exposición en el Museo Picasso de Málaga se pueden ver obras maravillosas de pintores alemanes como Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Otto Müller o Karl Schmitt-Rottluff, que permiten descubrir un nuevo lenguaje. Entre esos pintores resalta una obra de Max Beckmann: el retrato de su amada, a quien llamaba cariñosamente “Naila” (1934), y cuyo nombre era Hildegard Melms, quien lleva una estola de visón, en el que resuena el retrato de la exmujer polaca de Picasso, Olga, a quien pintó entre 1922 y 1923.
Aun cuando Picasso no se interesaba por sus contemporáneos alemanes, sí amaba los cuadros de los maestros del renacimiento alemán. De hecho, realizó 55 estudios sobre el “Altar de Isenheim en Colmar”, de Mathias Grünewald, que conocía solo por dibujos. Cabe preguntarse por qué es el Museo Picasso en Málaga el que dedica una exposición a la relación del pintor con Alemania, y no un museo alemán. Después de todo, las obras de Picasso se vendieron y fueron estudiadas en Alemania antes que en Francia o España. Ya en 1907, el artista español fue descubierto por el galerista alemán Daniel Henry Kahnweiler en París, quien lo apoyó económicamente. Un año después, el Museo Heydt, de Wuppertal, compró la primera obra de Picasso para su colección permanente. En 1912, una exposición especial en Colonia lo homenajeó exponiendo 18 de sus pinturas. A partir de 1912, historiadores del arte como Carl Einstein se ocuparon intensivamente del cubismo de Picasso como nuevo estilo pictórico. Es por eso que Picasso pertenece, de algún modo, también a Alemania. Es de esperar que no solo los turistas en la Costa del Sol disfruten de esta muestra, y que emigre a un museo alemán para goce de los amantes del arte.
Günter Grass, el artista
Sus libros son conocidos en todo el mundo, pero pocos saben que Günter Grass fue un gran pintor, escultor y dibujante. Fue un hombre con múltiples talentos, un humanista y un intelectual cuyas obras son perdurables.
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Günter Grass, pintor y escultor
Después de la II Guerra, Günter Grass comenzó una formación como aprendiz de marmolista y estudió arte gráfico y escultura en Düsseldorf. Toda su vida continuó fiel al arte y creó las tapas de sus propios libros. Entre sus obras se encuentran, entre otras, dibujos para su obra más famosa, "El tambor de hojalata", de 1959.
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"Siempre dibujo..."
"...aun cuando no dibujo, porque entonces escribo o no hago nada. Y también al dibujar las frases comenzadas sobre el papel se siguen escribiendo. El escribir suprime el tiempo acelerada o lentamente. Al dibujar se encuentra la expresión más condensada", filosofó Grass en 1979 en su obra "Sobre el dibujar y el escribir".
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"Rodaballo en mano"
Luego de terminar su novela "El Rodaballo" (1977), Günter Grass realizó esta escultura en bronce llamada "Rodaballo en mano" con motivo de haber recibido el Premio Alemán del Libro en la Feria del Libro de Leipzig, en 2002. Una escultura de esa serie se halla en el jardín de la casa del escritor y artista, en Behlendorf (Schleswig-Holstein), así como en la "Casa Günter Grass", en Lübeck.
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"¿Soy escritor o dibujante?"
Sobre la relación entre sus actividades literarias y plásticas, Grass dijo: "Las preguntas más comunes del público, como '¿Es usted en primer lugar escritor o artista gráfico?', me parecen tan comprensibles como ridículas. Por eso, mi respuesta solo puede desarrollar sus contradicciones de manera lúdica, es decir, alejada de toda cuestión seria sobre 'o una cosa o la otra'".
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"La ratesa"
La novela "La ratesa", de 1986, es la continuación de "El tambor de hojalata". La escultura en bronce "Muchacha con ratesa" es de 1984.
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"Pelando la cebolla"
En 2006, Grass desató un gran debate con su autobiografía "Pelando la cebolla", donde admite haber ingresado a las Waffen-SS de Hitler, un cuerpo de seguridad nazi, en 1944. Los críticos pusieron en duda su integridad moral y su credibilidad como intelectual. Este autorretrato, que forma parte de esa obra, muestra a Grass como soldado.
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El escultor
Antes de su carrera como escritor, Grass se veía a sí mismo como escultor. En su estudio en Behlendorf creó muchas de sus obras. Especial atención recibió su serie de "Últimas danzas".
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El último "Tango"
Después de su novela "A paso de cangrejo", Günter Grass se sumergió en una pausa altamente creativa. En su volumen de poemas y dibujos llamado "Últimas danzas", los cuerpos se estiran en armonía con la música. El título refiere al mismo Grass, que era un gran bailarín.
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Arte erótico
La sexualidad era para Günter Grass un tema muy importante, que trató de manera explícita en una serie con títulos como "Amor en agosto", "Duros enviones" o "Luego de la subida empinada". En ellas se ve a parejas durante el acto sexual en posiciones diversas. Esta lleva el título de "Ella domina".
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"Sacar la lengua"
Aquí se ve la tapa del libro de Grass "Sacar la lengua". En agosto de 1986, huyendo de Occidente y de los "ambiciosos juegos de autorrealización", Günter Grass emprendió un viaje a la India. Vivió durante seis meses en Calcuta, y el resultado fue "Sacar la lengua", con 56 dibujos del autor a doble página e imágenes sobrecogedoras sobre la pobreza.
Imagen: dpa
"A paso de cangrejo"
En este libro, cuya tapa dibujó él mismo, Günter Grass vuelve a hacer sonar las campanas de alerta en las conciencias de los europeos para recordar que el nazismo es un fenómeno que puede resurgir. Una novela apasionante.
"Palabras de Grimm: una declaración de amor"
En su libro "Palabras de Grimm: una declaración de amor", Grass no solo relata el origen de las palabras alemanas ni la vida de los hermanos Grimm, sino también habla sobre sí mismo y su relación con la escritura. Aquí, Grass dibujó a Hans-Christian Andersen con motivo de su 200 aniversario.