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La estrategia alemana en la guerra de Ucrania

30 de mayo de 2022

Sanciones contra Rusia, armas para Ucrania, pero todo en pequeñas dosis, para evitar convertirse en un partícipe directo de la guerra. La estrategia del Gobierno alemán es muy arriesgada.

El canciller alemán, Olaf Scholz.
El canciller alemán, Olaf Scholz.Imagen: WPA Pool/Getty Images

En una reciente entrevista con Deutsche Welle sobre la guerra rusa en Ucrania, el canciller alemán, Olaf Scholz, condenó la "brutal agresión" y el "imperialismo" de Rusia, y agregó que "nunca más deberá haber un intento exitoso de cambiar las fronteras de manera violenta".

En opinión del gobierno germano, esto se logrará a través de sanciones cada vez más duras, una independencia rápida del gas y petróleo rusos, y apoyo militar y financiero para Ucrania.

No obstante, tanto en Alemania como en el extranjero, Scholz es criticado a menudo por titubear ante esos retos. En opinión del experto en política exterior, Johannes Varwick, de la Universidad de Halle, la estrategia del Gobierno alemán consiste en "avanzar como escolta de sus socios". En lo que respecta al embargo ruso y los envíos de armas a Ucrania, Alemania suele "llevar a cabo lo que sus socios ya hicieron un poco antes".

La ministra alemana de Exteriores (centro, con chaleco antibalas) en la ciudad ucraniana de Irpin.Imagen: Florian Gaertner/photothek/picture alliance

¿Qué quiere Alemania realmente?

El embajador ucraniano en Alemania, Andrij Melnyk, lleva semanas encarando al canciller alemán como ningún otro diplomático lo ha hecho jamás con un jefe de Gobierno alemán. El viernes (27.05.2022) dijo al diario Bild que "Berlín había abandonado a Ucrania a nivel militar". Unos días antes, Melnyk, señaló, en entrevista con el grupo de medios Redaktionsnetzwerk Deutschland, que, en realidad, Scholz no busca enviar armamento pesado a Ucrania, sino que probablemente espera que llegue un alto el fuego. "En ese caso, Alemania ya no estaría presionada a tomar decisiones valientes", concluyó.

También el periódico londinense Daily Telegraph analizó de manera crítica la conversación telefónica entre Vladimir Putin, Olaf Scholz y Emmanuel Macron, a fin de llegar a un posible acuerdo de paz. Este lunes (30.5.2022), el medio hizo hincapié en que Emmanuel Macron y Olaf Scholz podrían socavar la idea occidental de solidaridad, tomando iniciativas individuales: "Uno podría sospechar que no intentan acabar con el conflicto en beneficio de Ucrania, sino en beneficio de sus propios intereses".

Scholz, una voz "prudente"

También políticos alemanes, sobre todo de la oposición, acusan al canciller germano de querer ganar tiempo. Sus declaraciones, por lo menos, contradicen esta sospecha. Recientemente, Scholz aseguró que "Rusia no debe ganar esta guerra, Ucrania debe permanecer intacta".

No obstante, el envío de armamento pesado se retrasa cada vez más. La semana pasada, el Ministerio alemán de Defensa informó que los primeros tanques del tipo Gepard serían entregados en julio, otros 15 hasta finales de agosto.

Según el experto Johannes Varwick, Scholz se muestra completamente solidario con Ucrania, pero, a fin de no participar directamente en las acciones bélicas, es de las voces "prudentes" que siempre tienen en cuenta los riesgos y efectos secundarios de los envíos de armas.

Los primeros tanques del tipo Gepard serán entregados en julio, otros 15 hasta finales de agosto.Imagen: Sven Simon/IMAGO

Aliados africanos

Mientras tanto, Olaf Scholz ha visitado varios Estados africanos en un intento por encontrar aliados que apoyen su estrategia. Uno de los principales deseos del canciller es adquirir en el futuro gas de Senegal como alternativa al gas ruso. 

A raíz de la guerra en Ucrania, el fuerte aumento de los precios de alimentos y de combustible se ha convertido en el mayor problema para África. En entrevista con DW, Scholz prometió a los países afectados ayudas económicas, pero rechazó las subvenciones en este ámbito.

En Sudáfrica, Scholz criticó de "inaceptable" el hecho de que 17 países africanos se abstuvieran de votar a favor de una resolución de la ONU que condenaba la invasión rusa a Ucrania. La semana pasada, en una conferencia de prensa con el canciller alemán, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, destacó las consecuencias negativas de las sanciones impuestas a Rusia: "Incluso aquellos países que no forman parte del conflicto van a sufrir como consecuencia de las sanciones".

Poco margen de maniobra

En declaraciones a DW, Scholz instó a Putin a poner fin a la guerra en su propio beneficio, puesto que las sanciones "harían retroceder la economía rusa por décadas".

No obstante, de momento, el Kremlin continua con su ofensiva en el este y sur de Ucrania. Por otro lado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, exige que Rusia abandone todos los territorios anexionados en contra del derecho internacional, incluyendo la península de Crimea. Puesto que Putin rechaza esa opción, el margen de maniobra para alcanzar la paz pareciera ser nulo.

Y el Gobierno alemán, por su parte, no quiere presionar a Zelenski. De acuerdo con una portavoz en Berlín, solo Ucrania podrá decidir los términos de un acuerdo de paz.

Edificios destruidos en el Donbás, en Ucrania.Imagen: Aris Messinis/AFP/Getty Images

¿Un nuevo Afganistán?

En opinión de Johannes Varwick, sería un "grave error" comprometerse demasiado con las metas ucranianas. Uno de los principales intereses alemanes es evitar convertirse en un actor directo en la guerra con Rusia, dice. Y agrega que no debería ser un tabú ejercer presión sobre Ucrania para que acepte un acuerdo político con Rusia, incluso si eso significara perder una parte de su territorio.

En caso de que las demandas de Kiev para alcanzar un acuerdo de paz sean demasiado altas y poco realistas, y Moscú siga combatiendo, los aliados de Ucrania tendrían que seguir apoyando por mucho tiempo a ese país con dinero y armas, así como ayudar a los refugiados.

En ese caso, Ucrania se podría convertir en un segundo Afganistán, es decir, en un país que dependería de apoyo financiero, humanitario y militar por años, sin final a la vista. Al parecer faltan propuestas para alcanzar la paz, tanto en Moscú como en Kiev y Berlín.

(vt/cp)