Con el presidente Donald Trump reformateando la política comercial de EE. UU. ¿Están los actores globales buscando más influencia en la UE? DW analizó los esfuerzos de lobby de jugadores no comunitarios en Bruselas.
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Una de las promesas de campaña de Donald Trump para llegar a la presidencia de Estados Unidos fue: “America first”. Una vez en el poder, Trump se inclinó por una política económica proteccionista, con grandes disputas con Europa y, principalmente, con China. Este nuevo escenario produjo cambios inesperados en las relaciones económicas globales.
¿Podría generar este panorama un mayor interés internacional en el comercio con la Unión Europea? ¿Aumentará la influencia de los grupos de presión? DW centró su atención en los grupos de interés no comunitarios que tratan de influir en el bloque europeo. ¿Cuáles son los países que más invierten en lobby? ¿Cuánto dinero se gasta para influir en la UE?
Para realizar este trabajo se utilizó la base de datos abierta del Registro de Transparencia de la Comisión Europea. Allí figuran las organizaciones que tratan de influir en el proceso legislativo y de aplicación de políticas de las instituciones de la UE. En este registro declaran sus finanzas e intereses. Esta iniciativa fue creada en 2008 en respuesta a las crecientes quejas sobre la falta de transparencia en las decisiones oficiales y en el papel de los lobistas. Sin embargo, la ley no exige la inscripción, por lo que es posible hacer lobby sin apuntarse en el mencionado registro. Tampoco existe un mecanismo de control para garantizar que la información suministrada sea precisa. Aun así, el Registro de Transparencia sigue siendo la principal fuente de información sobre este tipo de actores.
Millones de euros gastados en lobby
El análisis que realizó DW indica que se gastaron más de 2.000 millones de euros para ejercer lobby en la UE (1.2017 – 9.2018). La mayoría de estos gastos fueron realizados por entidades establecidas en la UE.
A primera vista, la proporción de grupos de presión extracomuntarios no parece significativa: representan solo el 9 por ciento, y efectúan el 11 por ciento del gasto total. Solo cinco países no pertenecientes a la UE se encuentran entre los 30 primeros que más invierten en lobby. Pero el dato llamativo es que Bélgica se ubica muy por delante de las mayores economías de la UE. Esta situación se debe a que los cientos de millones de euros declarados allí pertenecen a consultorías, asociaciones y organizaciones jurídicas -algunas de las cuales se cuentan entre las más grandes del mundo-, que no son originarias de Europa, pero que poseen oficinas en Bruselas para aprovechar la proximidad física a las instituciones europeas.
DW se centró en las 100 entidades más grandes con sede en Bruselas y se preguntó quiénes son sus clientes, dónde se encuentran sus oficinas centrales y cuánto pagaron por los servicios de lobby en el año 2017. Concluyó que las empresas con orígenes externos a la UE representan el 43 por ciento del gasto total de los grupos de presión asentados en la capital belga.
Países no comunitarios con mayor poder de lobby
Estados Unidos posee la mayor fuerza de lobby extracomunitaria. Suiza se ubica en el segundo lugar, seguido por Noruega. Japón y China se encuentran, respectivamente, en un distante cuarto y quinto lugar. Rusia, otro socio comercial muy importante, ocupa el octavo lugar.
Raphaël Kergueno, de la oficina de Transparencia Internacional de Bruselas, destaca el caso de países como Suiza o Noruega, que pertenecen al ámbito europeo pero que no son miembros de la UE y por lo tanto no tienen la posibilidad de votar sobre sus normativas. "El lobby por parte de las entidades de estos países se convierte en una forma de ejercer influencia en la toma de decisiones de la UE", explica.
Por su parte, los países asiáticos prefieren las relaciones bilaterales. Duncan Freeman, del Centro de Investigación UE-China del Colegio de Europa, afirma que "en el caso de China, la tradición de lobby no existe. En general, no ven ninguna razón para participar en la práctica y contratar asesores externos para que lo hagan".
Ioannis Antypas (sp/er)
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Las amenazas comerciales de Donald Trump (julio de 2018)
A la retórica de la campaña electoral de Donald Trump, le siguieron amenazas por Twitter, que luego se conviritieron en aranceles. Entre tanto, el mundo está al borde de una guerra comercial.
Imagen: picture-alliance/Zumapress/C. Levy
America first! Ahora va en serio
Antes de convertirse en presidente, Donald Trump advirtió que nunca eludiría un conflicto siempre y cuando fuese a favor de los intereses de EE. UU. Después de un año, su lema es: lo prometido es deuda.
Imagen: picture-alliance/Photoshot/Yin Bogu
Aranceles a la importación de acero y aluminio
Rodeado de trabajadores del acero, Trump dio a conocer al mundo la primera de sus medidas arancelarias el 8 de marzo de 2018. Impuso aranceles a la importación de aluminio y acero. China fue el país más afectado por dicha medida. La UE y otros socios comerciales obtuvieron entonces una prórroga.
Imagen: Reuters/Leah Millis
El conflicto comercial llega a Alemania
Entretanto, la exportación de acero de la UE, como estas láminas de acero de Salzgitter AG, se ve afectada por los aranceles estadounidenses. Las pérdidas para la industria alemana de exportación son, no obstante, razonables. Sin embargo, eso podría cambiar si Trump hace realidad su próxima amenaza: aplicar a las importaciones automotrices de la UE aranceles del 20 por ciento.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Lübke
Amenazas a los fabricantes de autos por Twitter
Desde el principio, Donald Trump usó Twitter para presentar su visión de las cosas, para amenazar y plantear ultimátums. Su proyecto central es la reorganización de las relaciones comerciales de EE. UU. con sus principales socios, China, la UE y los países miembros del NAFTA, Canadá y México. Casi todos los días, Trump envía tuits desde la Casa Blanca.
Imagen: Twitter/realDonaldTrump
Los fabricantes alemanes tienen mucho que perder
Coches nuevos de Mercedes-Benz esperando a ser embarcados en Bremerhaven. Cuando amenaza con imponer a un auto de la UE un arancel del 20 por ciento, el presidente de EE. UU. apunta principalmente a Daimler y a otros fabricantes de automóviles alemanes. Sus éxitos de ventas en los EE. UU. son, según Trump, el principal culpable del gigantesco déficit comercial de los Estados Unidos.
Imagen: picture-alliance/dpa/I. Wagner
Nuevo acuerdo con Canadá y México
Un nuevo acuerdo con Canadá y México estaba en la lista de tareas de Trump desde el principio. El objetivo del presidente de los Estados Unidos es, ante todo, lograr una mayor protección de las empresas estadounidenses y acabar con la reubicación de la producción, como la fabricación de automóviles en México, donde es más barata.
Imagen: picture alliance/AP Photo/J. Bottoni
México, víctima de la política comercial de EE.UU.
No solo los fabricantes de automóviles estadounidenses también están construyendo vehículos en México. Volkswagen y otros fabricantes de automóviles también han estado produciendo durante décadas en el país vecino de Estados Unidos. Por la presión de Trump, empresas como Ford han cancelado recientemente sus planes de abrir nuevas plantas de fabricación en México.
Imagen: picture alliance/dpa
También Canadá nota la política de Trump
Canadá también está experimentando los efectos de la política comercial de EE. UU. Además del acero y el aluminio canadienses, las importaciones de madera del país vecino del norte son particularmente criticadas por Trump. Sin embargo, los aranceles impuestos a la madera blanda canadiense en abril de 2017, han originado el aumento masivo de los precios de las viviendas en EE. UU.
Imagen: picture alliance/dpa/R.Ryan Remiorz
Pekín responde también con aranceles
Los aranceles impuestos como represalia por el gobierno chino afectan también a productos de la industria alimentaria estadounidense. Como resultado, los frutos secos, la fruta y la carne de EE. UU. se han vuelto considerablemente más caros, como se aprecia en un supermercado especializado en productos estadounidenses en Hong Kong.
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS/M. Candela
Los todoterreno de EE. UU., también con aranceles
Si dependiese de la voluntad del gobierno de Pekín, los vehículos de los fabricantes de automóviles estadounidenses deberían costar una cuarta parte más en China. En cualquier caso, se aplicarán aranceles adicionales de importación del 25 por ciento en el futuro.