El frente de disputa tanscurre, no solo entre religiones distintas, sea Islam, Cristianismo o Judaísmo, sino también y con especial virulencia, entre distintos grupos dentro de una misma religión. Todos estos conflictos alimentan el odio que queda marcado con fuego en la memoria profunda de las comunidades. Al contrario que en tiempos anteriores, esta ira fundamentalista ya no respeta ni los tiempos sagrados como la Navidad, ni lugares como iglesias o mezquitas. La destrucción selectiva de lo sagrado se ha convertido en un recurrido elemento dentro del arte de la guerra para humillar al contrario.

Un fenómeno que también se ha visto en la Europa contemporánea, como por ejemplo en los conflictos entre las comunidades católica y protestante en Irlanda del Norte. También en la violencia religiosa en las guerras de los Balcanes se vio claramente que Europa no está a salvo de las guerras por motivos religiosos.

La advertencia de que en muchas guerras y actos terroristas perpetrados la religión no es más que una tapadera que esgrimen sus autores para lograr propósitos estratégicos de otra índole, ha sido silenciada bajo el abrumador ruido de las bombas. A la vez, iniciativas pacifistas como la acción ecuménica iniciada por el Papa Francisco paracen no tener de momento ningún éxito. Ni parece que pueda tenerlo.

¿Es entonces la religión una causa de los conflictos o puede ser más bien un instrumento para la paz, como en la última iniciativa del Papa Francisco en Turquía?

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Nuestros invitados:

Bruno Schlegelberger - Desde 1954 es miembro de la Compañía de Jesús, estudios de filosofía y teología en Francia, Alemania y España, doctorado (1970) en la Freie Universität Berlin. Fue director de la parroquia universitaria en Berlín Occidental y catedrático de teología en la Pädagogische Hochschule Berlin. Desde 1980 se empeña como catedrático de teología en la Freie Universität Berlin. En 1995 recibió el profesorado honorario de la Pontificia Universidad Javeriana. Hoy es profesor emérito de la Freie Universität Berlin.

Funda Cabral Semedo– Ésta alemana con raíces turcas estudió ciencias políticas, ciencias islámicas y antropología en Berlín, Heidelberg y Nueva York. Trabajó en proyectos con grupos indígenas en Chiapas, México y llevó a cabo investigaciones antropológicas en Africa Occidental.

Rosalia Sánchez Gutiérrez- Tras formarse como periodista en la Universidad de Salamanca, España, trabajó como periodista para diversos medios. Vivió y trabajóen Colombia durante un tiempo y luego regresó a España. Hoy es la corresponsal en Berlín de la radio española COPE y del periódico “El mundo”.