Cuarta ola en Alemania: nuevo gobierno, nuevo marco legal
Kay-Alexander Scholz
25 de noviembre de 2021
En Alemania entran en vigor nuevas leyes para combatir la pandemia en el país. Los políticos luchan contra un número cada vez mayor de infecciones.
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Quien viaje a Alemania antes de Navidad, tiene que elegir sus destinos con minuciosidad. Los mercados navideños, famosos en todo el mundo, no abren en Baviera, Baden-Wurtemberg, Sajonia, Brandeburgo y Turingia. Y a los que están abiertos, como en Berlín o Renania del Norte-Westfalia, solo se puede acceder vacunado o recuperado tras haber contraído el COVID-19.
Entra en vigor nuevo marco legal
La cuarta ola de la pandemia golpeó a Alemania con mucha dureza, batiendo récords de contagios y en medio de negociaciones para formar nuevo gobierno. Ahora, los partidos en coalición, SPD, Los Verdes y FDP, han comenzado a gestionar el coronavirus de otra manera.
La nueva base jurídica esta basada en un catálogo de medidas, como por ejemplo, que no se produzcan más confinamientos nacionales y que haya una mayor gestión regional de la pandemia. Los gobiernos regionales deciden, por ejemplo, cómo actuar en el caso de los mercados navideños.
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Se aprobaron medidas más duras
En el nuevo catálogo, se han eliminado algunas medidas por razones constitucionales, como toques de queda generales, prohibiciones de alojamiento o cierres de tiendas en todo el país. Siguen en vigor la distancia de seguridad, las restricciones de contacto, las mascarillas, los tests, el límite de personas en eventos y el cierre de ciertas instalaciones y locales.
Sajonia, Baviera y Turingia, regiones con índices de contagio muy elevados, aprobaron confinamientos parciales nocturnos para las personas no vacunadas, toques de queda para restaurantes y el cierre de discotecas y otros locales.
Aumenta la presión para los no vacunados
Otras normativas marcarán aún más la vida cotidiana: los empleados, en la medida de lo posible, deben trabajar desde casa. En hospitales, centros de prevención y rehabilitación, tanto los empleados como los visitantes deben realizarse test obligatorios.
La actualizada Ley de Protección contra Infecciones introduce la denominada regulación 3G (vacunado, recuperado, test negativo) en el transporte público local y de larga distancia y en el trabajo.
¿Qué pasará con la Navidad?
El 9 de diciembre, el gobierno debatirá si todas esas medidas son suficientes para acabar con el auge de los contagios. En cualquier caso, el estado de ánimo en Alemania ha caído en picado en el país, y el frío, húmedo y gris mes de noviembre no ayuda en absoluto.
Además, hay todavía mucha gente sin vacunarse, y las vacunas no son tan eficaces como se esperaba, sobre todo, ante la variante delta. Tras unos meses de inoculación con la vacuna, la protección disminuye y por ello aumenta también la cifra de contagios entre los vacunados.
Nuevo modelo, ocupación hospitalaria
El nuevo factor decisivo ahora para adoptar medidas de lucha contra la pandemia es la cifra de personas hospitalizadas con COVID, la presión hospitalaria. Hasta ahora se tomaba en cuenta la incidencia semanal por cada 100.000 habitantes.
Hasta ahora no había obligación de vacunarse, pero dado el alto número de contagios, el gobierno interino está estudiando introducir, según el tipo de instituciones, la vacunación obligatoria en guarderías, asilos y hospitales.
Sin embargo, todavía hay cosas que debatir sobre las vacunas. Por ejemplo, las personas mayores de 18 años deberían poder recibir una tercera vacuna de refuerzo. Pero conseguir una cita es difícil, ya sea en el médico de familia o en un centro de vacunación.
Además, el actual ministro de Salud, Jens Spahn, ha provocado malestar general, porque la vacuna de BioNTech/Pfizer, con la que se ha inoculado a gran parte de la población germana, ahora está siendo racionada y se usa de refuerzo sobre todo la vacuna de Moderna.
(rmr/ms)
Coronavirus, SARS y otros virus, bajo el microscopio
Utilizando microscopios electrónicos, científicos lograron imágenes sorprendentes del SARS-CoV-2. También otros virus fueron fotografiados. Una mirada a los patógenos que causan enfermedades como el COVID y el MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
El virus coronado
Así se imagina el SARS-CoV-2 Andrej, un niño ruso de 10 años Este coronavirus, causante del COVID-19, mantiene al mundo en vilo desde hace casi dos años. El nombre de coronavirus, que designa a un tipo de patógenos, se empleó por primera vez en 1968 y alude a las proteínas de espiga en la superficie del virus.
Imagen: Andrej
La imagen real
Así se ve en realidad el nuevo coronavirus. Cada partícula de SARS-CoV-2 tiene un diámetro de aproximadamente 80 nanómetros y contiene ARN, el código genético del virus. Este es protegido por las proteínas de espiga, que recubren su superficie. El SARS-CoV-2 es un miembro de la familia de los coronavirus, entre los que se encuentran también los causantes de los brotes de SARS y MERS.
Imagen: Peter Mindek/Nanographics/apa/dpa/picture alliance
Transmisión por el aire
Las partículas de SARS-CoV-2 se transmiten por medio de los aerosoles que exhala una persona infectada. Por eso, las mascarillas son un elemento importante para evitar la propagación. No obstante, también pueden propagarse a través de superficies contaminadas. Por esta razón, es fundamental lavarse las manos meticulosamente.
Imagen: AFP/National Institutes of Health
El ataque a las células
Las proteínas de espiga se fusionan con una proteína de la membrana de la célula afectada (en verde en la foto). Eso desencadena reacciones químicas, lo que permite al virus penetrar en la célula, donde se replica su ARN. Una única célula puede reproducir decenas de miles de nuevas partículas del virus (aquí, en color lila), que luego infectan a otras células del cuerpo.
Imagen: NIAID/ZUMAPRESS.com/picture alliance
Primer contacto
También esta imagen de una célula (en azul) infectada con partículas de SARS-CoV-2 (en rojo) fue captada con un microscopio electrónico. El virus que ha originado la pandemia no es muy diferente de aquellos que provocan una gripe o un resfriado. Pero antes de 2019, el sistema inmunitario humano nunca había entrado en contacto con el SARS-CoV-2, razón por la cual nadie había desarrollado inmunidad.
Imagen: NIAID/Zuma/picture alliance
SARS-CoV-1: el primer brote de coronavirus del siglo XXI
La primera confrotación de la humanidad con un coronavirus en este siglo se produjo en China, en 2002. En marzo de 2003 hubo tantos casos que la Organización Mundial de la Salud lanzó una advertencia global de una gripe atípica. El SARS (severe accute respiratory syndrome) se propagó en unos 30 países. No en todos hubo muertos. En julio de 2003, la OMS declaró que la pandemia estaba controlada.
Imagen: picture-alliance/dpa/Center of Disease Control
MERS-CoV, otro coronavirus
En 2012, investigadores descubrieron un nuevo coronavirus: el MERS-CoV (en amarillo).
Las muestras correspondían a pacientes que sufrían una nueva enfermedad similar a la gripe, que luego se conoció como MERS (Middle East respiratory syndrome) por la región en que surgió por primera vez. El MERS es menos contagioso que el COVID-19. Suele propagarse en las familias o centros de atención sanitaria.
Imagen: picture-alliance/AP/NIAID-RML
VIH: La otra pandemia
El VIH ataca, entre otras, las células T del sistema inmunitario (en azul). Como el SARS-CoV-2, es un virus basado en el ARN. Sin tratamiento, debilita el sistema inmunitario hasta que no puede defenderse de infecciones. El VIH se transmite a través de fluidos corporales, como el semen o la sangre. No hay vacuna, pero sí medicamentos que reducen la carga viral e impiden que el SIDA se manifieste.
Imagen: Seth Pincus/Elizabeth Fischer/Austin Athman/National Institute of Allergy and Infectious Diseases/AP Photo/AP Photo/picture alliance