Para el turista "normal", Cuba va perdiendo atractivo. Pero para los miléniales, lo singular de esta isla es un incentivo. En plena agudización de las medidas restrictivas de Washington, Cuba apuesta por los jóvenes.
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Con viajar a Cuba sueña el 70% de los belgas entre los 18 y 34 años. El 50% de ellos tiene muy presente su impronta ecológica y el 75% durante sus vacaciones está muy activo fotográficamente en redes sociales pues para ellos su red de amigos es la principal fuente de inspiración. Según datos de FISA, empresa de investigación de mercado, los jóvenes no optan por viajes caros. El presupuesto promedio para unas vacaciones es de 600 euros. Precisamente a este público se dirige el Salon des Vacances de Bruselas del 2020: su destino de honor es Cuba.
"Hemos preparado una oferta amplia: playa y ciudad histórica. Naturaleza, ecoturismo, agroturismo y deporte de aventura, explica a DW Diana González Montesino, consejera de turismo de la embajada de Cuba en París. Desde la capital francesa, La Habana mueve sus relaciones en el campo turístico. "Ésta es una oportunidad muy especial, pues aspiramos a que el turismo belga aumente un 5% este año", agrega.
¿Por qué? En el "clásico" turismo europeo de bienestar y consumidor de hoteles de cuatro y cinco estrellas –alemanes, franceses, italianos y españoles– se detecta una disminución general de un 25%. Los huracanes, el efecto de la crisis venezolana, los recortes en abastecimiento… Son diversas las causas que los alejan de esta isla del Caribe. Este grupo prefiere, por ejemplo, República Dominicana. No obstante, los miléniales buscan algo especial, lo que Cuba sí les puede dar.
No es el lujo, es lo singular
"Mi vida es mejor y más interesante que la tuya, eso es lo que se quiere transmitir", explicó a la prensa Jonathan Kubben Quiñonez, influencer y viajero. Desde Trinidad en Cuba envió su primer mensaje fotográfico para dejar tranquila a su madre mexicana: "Mom, I'm fine". Dio en el clavo, se volvió viral y después de que ha puesto su mensaje en un destino turístico, ha logrado cosechar más followers.
A este público quiere llegar Cuba. "20.000 turistas belgas estuvieron en Cuba el año pasado y aspiramos captar más con nuestra oferta", sigue González Montesino. El que en la isla se pueda comer en la casa de la gente "normal", que ofrece servicios turísticos, es un atractivo adicional para los que buscan lo especial. La apuesta es por el turismo europeo joven.
Enfrentando la crisis
Y el momento es crucial: los recortes de vuelos chárter, de los cruceros hacia la isla, a los llamados "viajes educativos pueblo a pueblo" (amparados por una organización de Estados Unidos) han impactado a este sector estratégico de la economía cubana. Algo que, por otro lado, afecta intereses europeos. Según un informe oficial, más de 1.300 millones de dólares perdió el sector turístico cubano entre abril de 2018 y marzo de 2019 debido a las medidas de Washington.
En esta situación y dado que el público belga reserva entre enero y marzo su destino de vacaciones, en el Salon des Vacances de Bruselas (06-09.02.2020), Cuba se esfuerza por hacer percibir al indeciso lo que podría experimentar en la mayor de las islas antillanas. "Estamos sintiendo el rigor de las medidas. Que podamos suplir la falta del turismo estadounidense es muy importante. Cada turista que viaja a Cuba, de alguna manera, rompe el bloqueo", concluye González Montesino. (few)
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Espectaculares escenas de La Habana
La Habana cumplió 500 años este 16 de noviembre. El fotógrafo alemán Sven Creutzmann lleva tres décadas fotografiándola.
Imagen: Sven Creutzmann
La Habana, antes de la tormenta
La Habana de 2019 (aquí desde la cúpula del Capitolio, antes de una tormenta y a través de una malla protectora de construcción) celebra 500 años de su fundación. Sven Creutzmann y Bert Hoffmann, un fotógrafo y un politólogo alemanes que han acompañado a la ciudad y a su gente por tres décadas, le regalan un imponente álbum ilustrado: “Havanna. Im Herzen Kubas” (La Habana. En el corazón de Cuba).
Imagen: Sven Creutzmann
La Habana de Fidel
El álbum dedica un capítulo a la relación de los habaneros con Fidel Castro, el hombre que, "para bien o para mal", marcó al país y la vida de su gente "como ningún otro". Aquí: con gorra militar verdeolivo, rodeado de guardaespaldas, pero en "una situación confusa, que otros jefes de Estado habrían evitado", durante "el Maleconazo", la revuelta del 5 de agosto de 1994.
Imagen: Sven Creutzmann
Lazarito Castro
"No sé lo que hace hoy ese niño a la izquierda de la foto. Pero todavía sé su nombre: Lazarito Castro", cuenta el escritor Leonardo Padura, una voz habanera en el libro. Lazarito no era familia de Fidel, pero se vio convertido en una especie de "asesor" simbólico por él. En la foto, de 2002, Fidel pierde una de 11.000 simultáneas de ajedrez en la Plaza de la Revolución, acompañado por Lazarito.
Imagen: Sven Creutzmann
"Viaje en el tiempo, sobre ruedas"
En julio de 2006, otro cubano escucha un discurso de Fidel Castro en el salón de su casa, donde también parquea su Chevrolet. Omnipresentes en la ciudad, los habaneros los llaman "almendrones". Hoffmann asume el reto de obviar el habitual cliché que representan, describiendo también los 'oldtimer' soviéticos, Lada y Moskvich: "el malabarismo de hacerlos caminar 30 años en el trópico es el mismo".
Imagen: Sven Creutzmann
El Fidel de La Habana
Recién publicado por la editorial Frederking & Thaler, en un formato espectacular, con 320 páginas y alrededor de 250 fotos, el volumen muestra cómo los habaneros se han relacionado con Fidel y la representación de su figura en las últimas décadas. Este señor espera el inicio de una manifestación, con un cuadro desmontado de una pared como pancarta. Es agosto de 2006 y Fidel ha dejado el poder.
Imagen: Sven Creutzmann
Patios interiores de La Habana: dominó
En áreas comunes, antiguos patios interiores coloniales, parques, aceras y, a veces, incluso a un lado de la calle, los habaneros, los cubanos, juegan dominó, ajedrez, comparten vida en comunidad. De fondo, no pocas veces, la arquitectura habanera se desmorona.
Imagen: Sven Creutzmann
Artes y cuerpos
"La Habana es una ciudad de escenarios", escribe Hoffmann. El mayor y más conocido es el largo muro y paseo marítimo conocido como Malecón. "Pero más que todo, La Habana es una ciudad de incontables pequeños escenarios... para la representación de la vida cotidiana". Maikel e Idelbis se preparan para ser bailarines de Tropicana, un famoso espectáculo de cabaret al aire libre para turistas.
Imagen: Sven Creutzmann
Valentín y Clara
Esta pareja habanera baila en la sala de su casa, durante la Nochebuena de 1992, junto a su árbol de Navidad, a la vista del Ché Guevara.
Imagen: Sven Creutzmann
Ópera en casa
Sven Creutzman recuerda que, para un reportaje sobre la vida en los techos de La Habana, descubrió esta vivienda de madera junto al equipo con que trabajaba, desde otro techo. Tras días intentando sacar una buena foto, apareció Edwin, estilista y cantante de ópera y se puso en ensayar: ¡Mozart!, con el Capitolio de fondo.
Imagen: Sven Creutzmann
Tecnología y salud
Alta tecnología, en el Instituto Cubano de Oftalmología, Ramón Pando Ferrer, conocido por los habaneros como "La Ceguera", pacientes de toda América Latina fueron operados durante la denominada "Operación Milagro".
Imagen: Sven Creutzmann
Antillana de Acero
La producción de acero en la planta siderúrgica más grande de Cuba, la Antillana de Acero, en 2011, en el Cotorro, un barrio periférico de La Habana al que no se asoman los turistas. Aún más lejos del centro que la finca Vigía, donde una vez vivió Hemingway, en la vecina San Francisco de Paula.
Imagen: Sven Creutzmann
"Camello" habanero
El metrobús, más conocido por los habaneros como "camello", transporte urbano con contacto de cuerpo entero en La Habana de 2005. La "innovación" surgió durante la crisis de la década de 1990: dos autobuses de la desvanecida era soviética, unidos entre sí sobre un tráiler y ruedas de camión, con capacidad para 200 personas, y una sección baja en el centro para permitir el acceso de pasajeros.
Imagen: Sven Creutzmann
Quince años
Tras 60 años de socialismo, la "fiesta de quince", esa costosa presentación y baile de señoritas en sociedad, de origen tan burgués, sigue siendo tradición en la isla. El lente de Sven Creutzman observa tras bambalinas, a quienes observan tras bambalinas a las princesas cubanas, envueltas en tul rosado, en un patio habanero.
Imagen: Sven Creutzmann
Elecciones a mano alzada
Así se vota en La Habana y en toda Cuba, por los candidatos de base. En este barrio habanero, inicia el proceso electoral para las elecciones parlamentarias, en 2017.
Imagen: Sven Creutzmann
Opositor asediado
Pese a los "nuevos tiempos" y las reformas introducidas por Raúl Castro, tras heredar el poder de su hermano Fidel, la disidencia sigue siendo ilegal en Cuba. En la foto: el periodista disidente Reinaldo Escobar (camisa de puntos blancos), asediado por agentes de seguridad vestidos de civil y militantes oficialistas, para impedirle la protesta pública, en noviembre de 2009, en una calle habanera.
Imagen: Sven Creutzmann
Pioneros, "aunque les duela"
Niños pioneros gritan consignas políticas para exigir el regreso de Elián González a Cuba junto a su padre, tras sobrevivir al naufragio de una balsa de emigrantes en 1999, en el que murió su madre. Esta manifestación de unos 150.000 estudiantes junto al Malecón, el muro que separa al mar de La Habana, pasaba frente a la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, hoy embajada.
Imagen: Sven Creutzmann
Ernesto
Ernesto, de siete años, cierra este libro, un retrato y homenaje a La Habana y los habaneros. En la contratapa, descansa sobre la defensa de un "almendrón", en La Habana Vieja.
Imagen: Sven Creutzmann
Dos alemanes en La Habana
Sven Creutzmann llegó a La Habana por primera vez en 1988 y es hoy el único fotógrafo alemán permanentemente acreditado en la isla. El politólogo Bert Hoffmann, que no ha dejado de investigar sobre la ciudad y el país desde 1990, dirige hoy el buró berlinés del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA).