Cuba aumenta controles sobre pequeñas y medianas empresas
20 de agosto de 2024
Varias ciudades del país cuentan con pequeñas tiendas de comida y bienes de primera necesidad. Hasta junio de 2024, había casi 11.000 PYMES registradas en la isla.
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El Gobierno de Cuba eliminó algunos de los estímulos de los que gozan las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) cubanas, nacidas apenas tres años atrás, según un decreto publicado este lunes (19.08.2024) por la Gaceta Oficial.
La nueva normativa se conoce después de que el Gobierno anunciara "mano dura" contra la "corrupción", la "evasión fiscal", así como medidas para regular un sector al que acusa de generar "tendencias negativas".
El Gobierno viene implementado desde diciembre de 2023 una serie de duras medidas para -según dice- "corregir" y "reimpulsar" la economía de la isla, como un aumento de más de 400% al precio de la gasolina en marzo de 2024.
Las nuevas normas publicadas este lunes eliminan la exención de pago de impuestos a las personas que son dueñas o socias de negocios privados en su primer año de funcionamiento, explicó el portal de noticias estatal Cubadebate. "Registrar en su cuenta bancaria corriente todas sus operaciones" y "comercializar sus bienes y servicios en moneda nacional", son otras de las disposiciones del nuevo decreto.
Con una alta inflación, el desplome del peso cubano en el mercado informal, bajos niveles de productividad, un gran déficit fiscal (22% del Producto Interno Bruto -PIB), escasez y falta de liquidez, la isla - debilitada por los efectos de la pandemia y el reforzamiento del embargo de Washington- está sumida en su peor crisis en 30 años.
En un intento por paliar la escasez y dar respuesta a las demandas sociales durante las históricas protestas del 11 de julio de 2021, el Gobierno autorizó en agosto de ese año el establecimiento de la empresa privada por primera vez en más de medio siglo.
Así, desde 2022, La Habana y otras ciudades del país han experimentado una explosión de pequeñas tiendas de comida y bienes de primera necesidad, ante la imposibilidad del sector estatal de proveer muchos productos a la población. Hasta junio de 2024, había casi 11.000 PYMES registradas en el país de economía planificada y centralizada.
ama (afp, 14ymedio, cubadebate)
Sobreviviendo en el peculiar mercado inmobiliario de La Habana
Hecha la ley, hecha la trampa. Los cubanos han desarrollado una serie de trucos para las transacciones inmobiliarias, que permiten que las viviendas se vendan a precios mayores mediante acuerdos verbales.
Imagen: DW/Sanne Derks
A la venta
El 80% de las casas están a la venta en La Habana. A diferencia de otras ciudades, la capital cubana tiene un punto de encuentro entre compradores y vendedores: el Prado. ¿Qué hacen entonces? Recurren a carteles para anunciar la vivienda, como este de Cienfuegos.
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Llegar a un acuerdo
Sábado por la mañana. Potenciales compradores, propietarios e intermediarios se reúnen en la esquina del Paseo del Prado con Colón, en La Habana, en busca de ofertas.
Imagen: DW/Sanne Derks
Un cartón bien caro
La gente publicita sus ofertas con carteles hechos a mano. Comprar una casa con un salario público es una tarea casi imposible, ya que se necesita muchísimo dinero para adquirir una propiedad. Oficialmente, los extranjeros no pueden comprar casas, pero pueden hacerlo poniendo el nombre de un cubano en las escrituras.
Imagen: DW/Sanne Derks
Conseguir financiación
Milagro Socaraz Arazora, que vive con sus dos hijos y su madre en La Habana Vieja, quiere vender su casa por 40.000 pesos cubanos convertibles (34.000 euros) y comprar una más barata por 15.000 en las afueras de la capital. Con la diferencia quiere viajar al extranjero y empezar un negocio de importaciones y exportaciones.
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Vivienda asequible
Alamar, a unos 15 killómetros del centro de La Habana, es un distrito con viviendas más baratas. A menudo, la gente vende sus casas en el centro como medio para conseguir dinero. Antes de 2012, los cubanos solo podían intercambiar sus casas. se aplicaba el valor establecido en los primeros años de la Revolución, así que los contratos tenían un valor de menos de 100 dólares.
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¿Trato hecho?
Jorge (name ficticio) trabaja como permutero (intermediario). Se pasa el día recorriendo las calles en busca de casas en venta. No puede permitirse pagar una licencia, ya que las tasas gubernamentales son demasiado altas. Si logra llevar a cabo un intercambio de casas, se lleva una pequeña cantidad de cada una de las partes. Y si logra una venta, le dan el 5% del precio.
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Todo tiene truco
Los usufructos son habitaciones o espacios donados por el Gobierno donde la gente puede vivir gratuitamente. Ya que no hay derechos de propiedad, no pueden venderse. Oficialmente. No obstante, este propietario quiere cobrar 7.000 pesos cubanos convertibles a los potenciales combradores. Se registrará en el censo el cambio de dirección, pero no se firmará contrato alguno ante un notario.
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Llegar a fin de mes
Con 79 años, Mario Díaz es uno de los intermediarios de mayor edad del Prado. Necesita el dinero, ya que su pensión pública no le da para vivir. vendió su última casa en septiembre. Y la anterior, en noviembre de 2017.
Imagen: DW/Sanne Derks
¿Hora de un cambio?
Aunque las casas se vendían de forma clandestina antes de 2012, la legalización del mercado de la vivienda ha provocado que más gente venda su casa y se mude. Los precios reales no corresponden con el valor de referencia. Y es que el mercado y sus participantes confían en el acuerdo de palabra.