Con un proyecto de reforma, el gobierno cubano pretende eliminar el término "comunismo" de su Carta Magna. ¿Se trata de un paso simbólico o de una medida necesaria que refleja un cambio real en Cuba?
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Desde 1976, la Carta Magna de Cuba, redactada en tiempos de la Guerra Fría, consagra la meta de construir el socialismo y avanzar "hacia la sociedad comunista". Con el relevo de poder de Fidel Castro a su hermano Raúl empezaron a soplar vientos de cambio en la isla caribeña, que fueron aumentando de intensidad con la llegada del actual presidente, Miguel Díaz-Canel.
Esta transformación se refleja en el anteproyecto de reforma de la actual Constitución, que fue aprobado el fin de semana pasado (22.-23.07.2018) por la Asamblea Nacional de Cuba y que deberá ser sometido a consulta popular entre el 13 de agosto y el 15 de noviembre.
Comunismo no, socialismo sí
Uno de los aspectos más llamativos de la propuesta es el hecho de que se pretende eliminar el término "comunismo" de la Carta Magna. De ser ratificada la reforma en un referendo, se abolirán las referencias a esta ideología política. Paradójicamente, el partido gobernante seguirá llamándose Partido Comunista de Cuba (PCC), manteniendo su rango como "fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado". El texto del borrador destaca el "carácter democrático", "fidelista" y "único" del PCC, impidiendo la legalización de otros partidos.
Paula Rodríguez, Coordinadora de Proyectos de la Fundación Friedrich Ebert en la República Dominicana (FES, por sus siglas en alemán), interpreta este último punto como una clara señal de continuidad: "El partido y el Estado continúan manteniendo el papel rector y siguen controlando totalmente la vida económica del país. Hay un consenso y la voluntad política de no permitir el pluralismo partidario".
Si bien podría desaparecer el concepto del comunismo, Cuba seguirá definiéndose como un Estado socialista. Al explicar los cambios propuestos, Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, señaló: "¿Ha cambiado el modelo socialista cubano? No ha cambiado en sus principios. Los conceptos fundamentales de nuestro socialismo están ahí (...) El papel del Partido Comunista, de la economía estatal, de la propiedad socialista, está incólume. Pero sí se necesita hacer una transformación".
Según el presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, en el futuro, Cuba apostará por un socialismo sostenible: "No quiere decir que renunciemos a nuestras ideas, sino que en nuestra visión pensamos en un país socialista, soberano, independiente, próspero y sostenible".
Un paso simbólico
La representante de la FES destaca que, a pesar de que el Estado seguirá siendo socialista, "permite de forma muy regulada la propiedad privada de los medios de producción y, de esta forma, también la explotación de la fuerza laboral. Eso ya es así y la nueva Constitución reconocerá de tal forma una realidad. El modelo sí ha cambiado, pero no de un extremo al otro. Por lo tanto, es una medida necesaria para no tener contradicciones legales".
De ahí que, para Paula Rodríguez, se trate de "un paso simbólico de la mano del proceso de actualización que está teniendo lugar en Cuba".
Katrin Hansing, del Instituto Alemán de Estudios Globales y Regionales (GIGA, por sus siglas en inglés), comparte el análisis, puesto que desde hace tiempo "los términos 'comunismo' y 'socialismo' se han venido usando sin grandes diferencias". El cambio lingüístico en la Constitución no cambiará las estructuras de poder político.
¿Cuál es el impacto sobre la izquierda?
Ambas entrevistadas concuerdan en que, más allá de la terminología, son mucho más interesantes las demás novedades que introduciría la reforma, como el reconocimiento de la propiedad privada, la institución de un primer ministro y la modificación de la definición de matrimonio.
La experta del GIGA cree que, con la reforma constitucional, Raúl Castro busca fortalecer la institución para preservar el legado de Fidel y descentralizar el poder a fin de perpetuar la revolución. Sin embargo, explica, también tiene que tomar en cuenta a la juventud. "Se trata de sobrevivir y de construir una herencia", dice.
En su opinión, este ajuste tampoco tendría un gran impacto en los movimientos de izquierda tanto en América Latina como a nivel mundial: "Para muchos, Cuba ha perdido su encanto, para otros, seguirá siendo una portadora de esperanza, independientemente de si en la Carta Magna se use el término 'comunismo' o 'socialismo'".
En una declaración oficial, la Oficina Regional para México, Centroamérica y el Caribe de la Fundación Rosa Luxemburg, cercana al partido alemán La Izquierda, señala que el tema de la renuncia al comunismo por parte del régimen no ha tenido mayor resonancia ni en los medios cubanos ni en la sociedad del país, sino más bien en el extranjero.
Asimismo, en el texto se lee que había sido una "utopía" creer en el "avance del socialismo hacia el comunismo de una Cuba que está haciendo grandes esfuerzos por integrarse a un mundo global (…) Si Cuba es capaz de mantener los logros sociales emanados de la revolución y al mismo tiempo lidiar con una economía asfixiada, con poca capacidad productiva, con un embargo brutal de los Estados Unidos, en un mundo atrapado por el modelo capitalista neoliberal, con pocos gobiernos aliados, sería un gran éxito en la construcción de una sociedad más justa y democrática y sin exclusiones".
Viola Träder (CP)
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El fin de la era Castro en Cuba
Casi nadie en Cuba puede recordar una vida sin los Castro. Desde el 19 de abril de 2018, ya no habrá un Castro al frente del Estado. Durante casi 60 años, los hermanos Fidel y Raúl gobernaron el país con mano de hierro.
Imagen: Reuters
1959 - La revolución triunfa
Los rebeldes liderados por Fidel Castro llegan al poder tras huir el dictador Fulgencio Batista en enero. EE.UU. reconoce al nuevo gobierno. Pronto "leyes revolucionarias" (como la reforma agraria) afectan a empresas estadounidenses. En diciembre, el presidente republicano Dwight D. Eisenhower aprueba un plan de la CIA para derrocar a Castro en un año y sustituirlo por "una junta amiga de EE. UU."
Imagen: AP
1960 − Nacionalizaciones y acercamiento a la Unión Soviética
Eisenhower prohíbe la exportación a Cuba (salvo alimentos y medicinas) y suspende la importación de azúcar. Cuba responde nacionalizando bienes y empresas estadounidenses, y estableciendo relaciones diplomáticas y comerciales con la Unión Soviética. En el funeral de las víctimas de la explosión del vapor "La Coubre" (foto), que Cuba achacó a la CIA, Castro lanza su consigna "¡Patria o Muerte!"
Imagen: AP
1961 − Ruptura e invasión
EE. UU. rompe relaciones diplomáticas con Cuba y cierra su embajada el 3 de enero. Tras una serie de bombardeos a aeropuertos e incendios en tiendas de los que Cuba acusa a EE. UU., Fidel Castro proclama el carácter socialista de la revolución el 16 de abril. Del 17 al 19, cubanos entrenados por EE. UU. intentan infructuosamente invadir la Isla por Playa Girón y Playa Larga, en Bahía de Cochinos.
Imagen: AP
1962 - La crisis de los misiles
En 1960, Kruschev dijo: “No sé si Fidel es comunista, pero yo soy fidelista”. Moscú reanudó las relaciones diplomáticas con La Habana e incrementó el apoyo. La Unión Soviética instaló bases de misiles nucleares en Cuba. Eso desencadenó la “crisis de los misiles”. Moscú cedió a la presión de Kennedy a cambio de que EE.UU. no invadiría a Cuba y desmantelaría sus bases nucleares en Turquía.
Imagen: imago/UIG
1971 – Fidel Castro en Chile
El episodio de Bahía Cochinos aceleró la proclamación del carácter socialista, marxista-leninista, de la revolución. Cuba terminó siendo expulsada de la Organización de Estados Americanos. Castro quedó aislado en el continente, pero no indefinidamente. Castro fue recibido en Chile por el presidente Salvador Allende (foto), que fue derrocado por Augusto Pinochet en 1973.
Imagen: AFP/Getty Images
1989 – La hora de la Perestroika
La llegada al poder de Mijail Gorbachov en Moscú marcó el inicio de la era del Glasnost y Perestroika. La Cortina de Hierro comenzó a caer en pedazos y el imperio soviético terminó derrumbándose. Cuba perdió a su principal base de sustento exterior, sumiéndose en una aguda crisis. Miles de cubanos intentaron huir a Miami en precarias embarcaciones. Muchos vaticinaban el fin del régimen castrista.
Imagen: picture-alliance/dpa
1998 – Primera visita papal
Un decreto de Pío XII prohibía a los católicos el apoyo a los regímenes comunistas. En virtud del mismo, el Vaticano había excomulgado a Fidel Castro en enero de 1962. Pero las décadas pasaron y, luego del término de la Guerra Fría, llegó el momento del acercamiento: en 1996, Castro visitó al Papa Juan Pablo II y éste retribuyó la visita dos años más tarde, en un gesto considerado histórico.
Imagen: picture-alliance/AP/Michel Gangne
2002 - Fidel Castro y Jimmy Carter juegan béisbol
Desde que Estados Unidos impuso su embargo comercial, económico y financiero en 1962, hubo pocos momentos de distensión entre Washington y La Habana. Uno de los pocos signos en esa dirección fue el viaje del expresidente estadounidense Jimmy Carter en 2002, motivado por la intención de encontrar puntos de acercamiento. Tampoco sus buenos oficios provocaron cambios sustanciales en Cuba.
Imagen: Adalberto Roque/AFP/Getty Images
2006 - Fidel y Hugo
Desde los años 90, Cuba dejó de ser vista como un peligroso exportador de revoluciones. Con el estrepitoso derrumbe del bloque del Este, las ideologías de izquierda naufragaban. Pero en Venezuela llegó al poder un nuevo dirigente dispuesto a propagar la “Revolución Bolivariana”. Hugo Chávez, declarado admirador de Fidel Castro, le dio a La Habana un efectivo respaldo, también en lo económico.
Imagen: picture-alliance/dpa/dpaweb
2006 - La entrega del poder
La enfermedad forzó a Fidel Castro a abandonar el poder. En 2006, lo dejó en manos de su hermano Raúl, garante de que no habría vuelco radical en un sistema que, pese a los avances en educación y salud, cobró un alto precio: falta de libertad y represión. Mientras afloraban los primeros cambios, Castro se fue despidiendo de a poco, defendiendo hasta el final su visión desde las páginas del Granma
En diciembre de 2014, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, anunciaron que retomarían las relaciones diplomáticas. Obama visitó Cuba en marzo de 2016. Habían pasado 88 años desde la última vez que un presidente estadounidense viajara a la isla. EE. UU. retiró a Cuba de la lista de terrorismo y el deshielo comenzó a afianzarse.
Tantas veces anunciada y denegada, pocos creyeron la noticia de su fallecimiento en un primer momento. No obstante, el 25 de noviembre de 2016, los bares empezaron a cerrar y las reuniones callejeras se dispersaron cuando corrió el rumor de su deceso. Durante años, Castro desmintió a quienes lo daban por muerto publicando fotografías o artículos de opinión de innegable actualidad.
Imagen: Getty Images
2018 – La sucesión
Después de 10 años, Raúl Castro se retira del poder. El 19 de abril, el Parlamento cubano elige a un sucesor que por primera vez en casi 60 años no lleva el nombre de Castro. Sin embargo, los analistas sostienen que es poco probable que el curso político en Cuba cambie tan pronto.