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Igualdad de derechosCuba

Cuba: "La violencia política también es violencia de género"

8 de marzo de 2023

¿Por qué no marchan mujeres en las calles de Cuba cada Día Internacional de la Mujer, como en el resto de América Latina y del mundo? DW preguntó a organizaciones feministas independientes y oficialistas.

Cuba, Bacuranao | Protesta en medio del largo apagón que siguió al huracán Ian (30.09.2023).
A las protestas de julio de 2021, han seguido otras menores, por ejemplo, contra los frecuentes cortes eléctricos del último año. En todas, se denuncia la represión estatal.Imagen: Ramon Espinosa/AP/picture alliance

Tomar las calles, para "exigir políticas públicas transformadoras y con perspectiva de género, es el foco a nivel mundial cada 8 de marzo, menos en Cuba", denuncia la Red Femenina de Cuba. El 13 de enero de 2023, al menos tres de sus activistas en varias provincias del país intentaron solicitar permisos para realizar una manifestación pacífica. Fueron detenidas e interrogadas, y sus teléfonos móviles, revisados.

Una "marcha virtual"

Como alternativa, este 8M, la Red Femenina, que persigue "el empoderamiento de la mujer como agente de cambio", llama a una "marcha virtual contra la violencia de género, los feminicidios y la violencia política en Cuba". Otras organizaciones feministas, como la plataforma de acompañamiento legal y psicológico YoSíTeCreo en Cuba  y la revista Alas Tensas  se suman a la convocatoria.

Proponen a las mujeres cubanas publicar textos, videos e historias en redes sociales con las demandas que llevarían a las calles si pudieran. Compartir otras publicaciones con las que se identifiquen. Marcar a personas y proyectos defensores de sus derechos y usar etiquetas como #8MCuba, #YoMarcho, #MarchaVirtual8M y #TenemosNombre.

El objetivo es "no dejar pasar la fecha y, tal vez, si muchas personas se suman, pueda ser un momento de visibilización de los principales problemas ahora mismo", comentan a DW, por correo electrónico, las activistas de YoSíTeCreo en Cuba. Mencionan, por ejemplo, la atención efectiva a personas afectadas por la violencia de género, la prevención de los feminicidios, y la liberación de mujeres y disidencias sexuales privadas de libertad por razones políticas.

Se trata de enviar "un mensaje para reinvindicar la necesidad de la libertad de expresión y movimiento, de las que carecemos en la isla", resume Marthadela Tamayo, activista feminista y antirracista de la Red Femenina de Cuba y del Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR). Aunque está claro que "las redes no pueden ser nuestro único espacio de lucha", dice. También por eso, exiliadas y migrantes intentan apoyar, visibilizando demandas cubanas ante la comunidad internacional, en las calles de Madrid o Nueva York.

Contra la violencia política

"En Cuba no se respetan los derechos a la manifestación pacífica, aunque estén amparados por la Constitución y existan los mecanismos legales para solicitar los permisos", explica YoSíTeCreo. No faltan mujeres que deseen visibilizar sus reclamos en las calles, "pero es difícil que eso suceda cuando carecen de organizaciones de base con esos objetivos, que tengan una fuerza similar a las fuerzas represivas que enfrentarían", advierte la plataforma, cuyas integrantes se cuidan de ofrecer declaraciones individuales, para conjurar represalias estatales que pongan en peligro el servicio que prestan.

"Las probabilidades de ser reprimidas violentamente están más que demostradas en el pasado reciente", aseguran. Y recuerdan la marcha LGTBI del 11M de 2019, el estallido social del 11J de 2021, una acción feminista durante un concierto de Vivir Quintana, en la Feria del Libro de La Habana, en abril de 2022, y las protestas de Nuevitas, en agosto de 2022. Todos, ejemplos representativos que terminaron "en represión masiva", lamentan.

Marthadela Tamayo agrega a la lista todo el activismo de las Damas de Blanco tras la Primavera Negra de 2003. Y su propio activismo, por el que ha sido detenida y hasta "golpeada por turbas oficialistas", al apoyar en las calles el acuartelamiento de San Isidro, en noviembre de 2020, o pedir la libertad de los presos del 11J.

En contraste, la oficialista Federación de Mujeres Cubanas (FMC) sí anunció celebraciones autorizadas del 8 de marzo en plazas, centros laborales y docentes del país, donde usualmente agradece y no reclama al Estado y Gobierno de partido único. En redes, llamó a un "tuitazo" de #Mujeres en Revolución "por la unidad dentro de la diversidad", asegurando que #MejorEsPosible. Pero la FMC no reconoce, se alía o solidariza con otras organizaciones feministas del país.

"Una manifestación por nuestros derechos es una iniciativa que nos beneficiaría a todas, sin exclusiones", recuerda, en redes sociales, a las mujeres que tienen cargos políticos en Cuba, Yanelys Núñez, integrante de Alas Tensas y exiliada en Madrid desde 2018 por su activismo. Ni la FMC ni el también oficialista Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), que en el pasado ha llamado a sus críticas "las cibergarrapatillas", respondieron a solicitudes de entrevista enviadas por DW.

Contra la violencia de género y los feminicidios

Cuba fue el primer país latinoamericano en despenalizar el aborto en 1965. Y tiene el segundo Parlamento con mayor presencia femenina del mundo (53,4 por ciento), después de Ruanda (61,3 por ciento). Pero las organizaciones feministas independientes del Estado piden más: datos oficiales y transparentes de feminicidios, por ejemplo, una realidad "invisibilizada", que no está tipificada en el Código Penal, ilustra Marthadela Tamayo.

YoSíTeCreo, la Red Femenina y Alas Tensas, coordinan desde 2019 observatorios independientes de violencia de género, gracias a los que existe un subregistro actualizado: Yeniset, Leydi, Vanelis… Solo en los dos primeros meses de 2023, recogen ya al menos 16 nombres de mujeres violentamente asesinadas por serlo, dos por semana. Sin embargo, tanto la solicitud de una Ley Integral Contra la Violencia de Género, presentada al Parlamento en 2019, como los llamados a declarar un "estado de emergencia por violencia de género", han sido desoídos por las autoridades.

Pese a todo, y aunque "no llega a ser una fuerza movilizativa como en otros países", Cuba cuenta ya con más activismos feministas que en el pasado reciente, asegura YoSíTeCreo. Mientras, Marthadela Tamayo insiste en que "los movimientos y expresiones de la sociedad civil continuarán exigiendo derechos, tanto desde la virtualidad como desde el espacio físico". Y recuerda al Gobierno que "la violencia política que sufrimos activistas, periodistas independientes o mujeres que sencillamente intentan participar de la vida pública y política de nuestro país también es violencia de género".

(ms)

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