Cuba quintuplicará salario mínimo por reforma monetaria
11 de diciembre de 2020
El salario mínimo en Cuba pasará de 400 a 2.100 pesos cubanos (de 17 a 87 dólares), como parte de una reforma salarial y monetaria que entra en vigor el 1° de enero junto con la unificación de las dos monedas paralelas.
Publicidad
El "duro ajuste económico” contempla la eliminación paulatina de subsidios "excesivos y gratuidades indebidas" para una mejor redistribución de los recursos, señala la gaceta.
Esta reforma integral de salarios y pensiones se realiza en el marco de un complejo proceso de fuertes correcciones en la economía, cuya puesta en marcha fue anunciada la noche del jueves por el presidente Miguel Díaz-Canel, en una emisión en cadena nacional acompañado por Raúl Castro, primer secretario del gobernante Partido Comunista (PCC, único).
Fin a las dos monedas paralelas en Cuba
A partir de enero de 2021, Cuba pondrá fin a su actual sistema de dos monedas locales, único en el mundo y vigente desde hace 26 años. Con este ordenamiento monetario a realizarse en un plazo de seis meses desaparecerá el peso convertible (CUC), que actualmente equivale a un dólar, y prevalecerá el peso cubano (CUP), hasta ahora utilizado por el estado para pagar salarios y cobrar los servicios y fijado en 24 unidades por dólar.
El texto fija "el salario mínimo del país en 2.100 pesos cubanos mensuales", un aumento de 525% en comparación con el vigente, que es de 400 pesos cubanos. El ministerio establece 32 escalas según el tipo de actividad laboral o profesional, que va hasta los 9.510 pesos cubanos (396 dólares). Actualmente, el salario medio en la isla es de 879 pesos cubanos (37 dólares), según la estatal Oficina Nacional de Estadísticas.
jov (afp, directoriocubano)
Cuba: así se vive con 10 dólares de pensión
En Cuba, la edad de retiro es a los 60 años para las mujeres y 65 para los hombres. Los magros salarios, sin embargo, redundan en pensiones de menos de 10 dólares. Para muchos cubanos sobrevivir es una lucha diaria.
Imagen: DW/S. Derks
Estilo de vida frugal
Ángel Julio Soza, de 89 años, fotografiado frente a la casa en la que ha vivido toda su vida en el distrito de San Lázaro, un área pobre en Cienfuegos, en la costa sur cubana. Trabajó durante 40 años en la industria de la construcción y ahora vive con una pensión de 200 pesos, 7,55 dólares. Consultado sobre si le falta algo para vivir bien, responde "un televisor para mirar chicas hermosas".
Imagen: DW/S. Derks
Raciones subsidiadas
Todos los cubanos tienen una "libreta", un libro de racionamiento que les da derecho a comprar una determinada cantidad de alimentos a precios subsidiados por el Estado. El racionamiento se volvió más drástico en mayo de 2019, debido a que el bloqueo estadounidense se hizo más estricto y a la pérdida de la ayuda proveniente de Venezuela.
Imagen: DW/S. Derks
Vendedor ambulante
Raúl Bouza sentado frente a su casa en el centro de La Habana, una construcción que colapsó tras el paso de un huracán hace tres años. Su pensión es de 240 pesos. Todos los meses debe pagar una licencia de 500 pesos para poder vender baterías, bombillas y otras cosas, en un intento por generar más ingresos. Su hermano le envía remesas desde Miami: 100 dólares cada tres meses.
Imagen: DW/S. Derks
Gracias a la granja
Antonio Loreno Lozana, de 86 años, vive con uno de sus hijos en uno de los senderos turísticos que llevan a los valles tabacaleros cerca de Viñales, donde administra una pequeña granja. A los 200 pesos que recibe de pensión suma alrededor de 150 dólares al mes, dinero que gana con los productos agrícolas que vende al Estado y el café que vende a los turistas.
Imagen: DW/S. Derks
Parte de la sociedad
Evaristo Díaz Díaz (85 años) trabaja en una imprenta de La Habana, donde dobla cajas. Gracias a este empleo suma 300 pesos a su pensión, y además recibe desayuno y almuerzo. Evaristo dice que está muy contento con su trabajo porque le hace sentirse útil y parte de la sociedad.
Imagen: DW/S. Derks
Dar un poco
Aída Guerreros Blanco tiene 92 años y tiene que llegar a fin de mes con su pensión de 120 pesos. Vive en el centro de Bayamo, en el este de Cuba, y cuando ve a turistas extraviados se acerca a ellos para ayudarlos con algunas indicaciones, con la esperanza de recibir a cambio una pequeña donación.
Imagen: DW/S. Derks
De dulces y galletas
Miguel Calzada, de 90 años, está sentado frente a su casa en Trinidad, en el centro de la isla, donde vende dulces y galletas para complementar su pequeña pensión de 100 pesos.
Imagen: DW/S. Derks
Trabajando en el mercado
Mario Díaz tiene 80 años y trabaja como intermediario en el mercado inmobiliario de La Habana. Si logra vender una casa, obtiene el 10 por ciento de la venta. Si logra encontrar a alguien que permute una propiedad, recibe una donación. En 2018 vendió dos casas, negocios que le dieron cerca de 1.500 dólares de ingresos adicionales.
Imagen: DW/S. Derks
Proveedora familiar
Lidia Heredia tiene 86 años y vive con su hijastra, que está enferma y requiere de cuidados diarios. Su marido murió hace 15 años. Para poder llegar a fin de mes, todas las tardes vende cigarros y bolsas en una concurrida calle cerca del terminal de buses de Santiago de Cuba.
Imagen: DW/S. Derks
Seguir trabajando
A los 66 años, Rodolfo Aguilar González sigue trabajando como inspector de aguas en la ciudad oriental de Holguín. Aunque pudo jubilarse a los 65 años, él disfruta las dinámicas de la vida laboral y de poder interactuar con otras personas. Una ley permite a los cubanos seguir trabajando en un puesto menos demandante tras el retiro, pero Rodolfo eligió no abandonar su viejo empleo.