Cuba rechaza atraque de submarino nuclear en Guantánamo
11 de julio de 2023
El Gobierno cubano denunció el ingreso de un submarino de propulsión nuclear estadounidense en la bahía de Guantánamo, donde Estados Unidos mantiene una controvertida base militar desde 1903.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) calificó la presencia del submarino de "escalada provocadora de los Estados Unidos, cuyos motivos políticos o estratégicos se desconocen".
Según el Minrex, el submarino ingresó el miércoles pasado y permaneció hasta el sábado en la base militar estadounidense en Guantánamo. Por el momento no ha habido información al respecto desde EE.UU. "La presencia allí de un submarino nuclear en estos momentos obliga a cuestionar cuál es la razón militar del hecho en esta región pacífica del mundo, contra qué objetivo se dirige y qué propósito estratégico persigue", apuntó la Cancillería cubana en un comunicado.
El texto incluye el rechazo a "la presencia militar estadounidense en Cuba y la demanda de que se devuelva el territorio ilegalmente ocupado en la provincia de Guantánamo" en relación a esta base. Asimismo, advierte sobre el "peligro" de la "presencia y circulación de submarinos nucleares de las fuerzas armadas de los Estados Unidos en la cercana región del Caribe".
Ocupación de 117 km² “contra la voluntad” de los cubanos
El comunicado recuerda que la base militar ocupa 117 kilómetros cuadrados "en contra de la voluntad del pueblo cubano y como rezago colonial de la ilegítima ocupación militar de nuestro país iniciada en 1898" por EE.UU., luego de la intervención de Estados Unidos en la guerra de independencia de Cuba contra España. El Minrex añadió que la permanencia de la base naval "sólo responde al objetivo político de tratar de ultrajar los derechos soberanos de Cuba".
Mencionó además que "su utilidad práctica en las últimas décadas se ha reducido a servir de centro de detención, tortura y violación sistemática de los derechos humanos de decenas de ciudadanos de diversos países".
La base alberga una prisión desde el 11 de enero de 2002, cuando llegó el primer grupo de prisioneros provenientes de Afganistán, donde permanecen hasta el día de hoy personas acusadas en su mayoría de terrorismo, aunque algunos nunca han sido juzgados.
jov (efe, cubaminrex.cu)
Guantánamo: arte tras las rejas (2018)
En la prisión de Guantánamo, no se les permite mucho a los encarcelados: leer libros, ver televisión y, desde 2009, también pintar. Una exposición en Nueva York muestra las obras creadas tras rejas.
Imagen: Reuters/L. Jackson
"Flores tras las rejas" (2016)
Durante 15 años el yemení Muhammad Ansi estuvo preso en la cárcel de Guantánamo, ubicada en la base militar estadounidense en Cuba. Ahí fue víctima de tortura. La pintura y el arte le ayudaron a soportar la vida en su diminuta celda. Para escapar de su encierro, muchas veces soñaba con paisajes naturales y flores, como las que pintó en esta imagen.
Imagen: Muhammad Ansi, /PRESIDENT’S GALLERY, New York
"Vértigo en Guantánamo"
Esta pintura a la acuarela, titulada "Vértigo en Guantánamo", es obra del prisionero Ammar Al-Baluchi, de Kuwait, quien desde hace diez años cumple una condena en Guantánamo. Antes, el servicio secreto CIA lo había mantenido preso tres años y medio. A través de sus pinturas busca superar sus traumas por la tortura.
Imagen: Ammar Al-Baluchi/PRESIDENT’S GALLERY, New York
"Naturaleza muerta en la cárcel"
Ahmed Rabbani es paquistaní. Durante dos años, la CIA lo mantuvo aislado, antes de que fuera trasladado a la prisión de Guantánamo. Apenas ahí entró en contacto con los demás prisioneros. Todos fueron detenidos por terrorismo tras los atentados contra las Torres Gemelas. Rabbani no pinta personas. Apenas sobrevivió una huelga de hambre.
Imagen: Ahmed Rabbani/PRESIDENT’S GALLERY, New York
"Titanic" (2017)
En Guantánamo, los prisioneros son supervisados las 24 horas. Desde 2009 tienen derecho a recibir materiales para pintar. Cuando estos se les acaban, usan otros materiales como restos de café, arena o fina grava del patio. Esto fue lo que Khalid Qasim, de Yemen, usó para crear su obra "Titanic", en tamaño miniatura.
Imagen: Khalid Qasim,/PRESIDENT’S GALLERY, New York
"Paisaje urbano" (2016)
Desde la cárcel en la isla caribeña, los prisioneros no pueden ver el mar ni la bahía, pero en sus celdas pueden escuchar las olas del mar. Esta acuarela la pintó Abdualmalik Abud. Es originario de Yemen y estuvo preso durante 15 años antes de ser liberado en 2016.
Imagen: Abdualmalik Abud/PRESIDENT’S GALLERY, New York
"Niño refugiado de Siria ahogado" (2016)
Barack Obama no logró cerrar la cárcel de Guantánamo. Pero, en 2008, el entonces presidente estadounidense relajó por decreto las condiciones en la prisión. Como consecuencia, incluso se les permitió a los reclusos ver televisión en árabe. Las imágenes del niño sirio Aylan Kurdi, que murió ahogado en su travesía hacia Europa, también llegaron a Guantánamo: esta obra es de Muhammad Ansi.
Imagen: Muhammad Ansi/PRESIDENT’S GALLERY, New York
"Estatua de la Libertad"
Para esta pintura, Muhammad Ansi se inspiró en una fotografía de Nueva York. La exposición en la ciudad estadounidense muestra obras de cuatro exprisioneros y de cuatro prisioneros de Guantánamo.
Imagen: Muhammad Ansi/PRESIDENT’S GALLERY, New York
Una exposición polémica
El hecho de que se expongan públicamente obras de Guantánamo causó mucha polémica en Estados Unidos. Hasta el 26 de enero de 2018 se podrá visitar en la "President's Gallery" la exposición de las obras, de la renombrada escuela superior de criminología Jay College of Criminal Justice, en Nueva York.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Schmitt-Tegge
Una vida tras alambre de púas
La cárcel de Guantánamo sigue existiendo. El expresidente Obama no logró una mayoría para cerrar la controvertida prisión. A principios de su presidencia, en 2009, había 242 prisioneros, a finales de 2017 quedaban 41. No está claro si serán liberados, ni cuándo.
Imagen: Getty Images/J. Moore
Impresiones desde Guantánamo
Esta es una de las pocas fotos existentes que muestran la vida cotidiana de los reclusos en Guantánamo. El reportero Walter Michot, del periódico “Miami Herald”, la tomó en la prisión. Ahí todo es controlado y el material gráfico es censurado por militares estadounidenses antes de que pueda ser publicado.