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Cuba reconoce problemas de vivienda

1 de julio de 2005

La construcción y reparación de las viviendas es un asunto de Estado para Cuba. La belleza de una herencia colonial convive con la precariedad, el hacinamiento y el peligro de derrumbes.

El gobierno cubano reconoció esta semana que el problema habitacional es prioritario y que el país tiene un déficit de más de medio millón de viviendas en una población de 11,2 millones de habitantes. "La erradicación de condiciones habitacionales precarias ha sido un objetivo permanente, aún no resuelto, de la Revolución Cubana", según un informe oficial divulgado en una conferencia sobre ciudades sostenibles patrocinada por las Naciones Unidas. El gobierno considera que necesitaría invertir 4.000 millones de dólares en la próxima década, sin incluir los gastos de reparación de edificios en mal estado, que conforman el 43% del total nacional. En Cuba "se ha producido una acumulación de viviendas en mal estado técnico, que requieren intervenciones de rehabilitación, remodelación o demoliciones", dijo el reporte del Instituto Nacional de la Vivienda.

La Habana concentra el 40% del déficit habitacional del país. Allí, la cuidada arquitectura centenaria se erige junto a barriadas llenas de edificaciones erosionadas por el clima tropical y la falta de mantenimiento. El centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982 y núcleo de un vasto plan de restauración del gobierno, tampoco es ajeno al problema. El gobierno busca que en el 2020 "al menos el 50% de los hogares urbanos ubicados en asentamientos precarios deteriorados, hayan mejorado de manera significativa".La situación de Cuba tiene sus particularidades; a la falta de recursos propios y de acceso a créditos blandos se le agrega el embargo económico que le aplica Estados Unidos desde hace más de cuatro décadas.