Cuba: salud, prensa y educación prohibidas a sector privado
11 de febrero de 2021
También, quedan restringidas la extracción de petróleo, carbón y minerales; impresión de periódicos y libros; elaboración de armas; fabricación y distribución de gas y electricidad, así como la venta de vehículos.
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La amplia apertura en el sector privado de la economía cubana anunciada el pasado 6 de febrero excluye 124 actividades que quedarán reservadas al Estado como la salud, la educación y la prensa, informó este miércoles (10.02.2021) el Ministerio del Trabajo.
La reforma -que representa un importante paso en el país, donde el Estado y sus empresas dominan el 85 por ciento de la economía- busca impulsar el crecimiento del empleo luego de una caída del 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020.
Tal apertura inició, de manera tímida, en la década de 1990 antes de ser plenamente autorizada en 2010, aunque su verdadero auge ocurrió con el histórico acercamiento diplomático entre Cuba y Estados Unidos a finales de 2014, durante el Gobierno de Barack Obama.
Sin embargo, en ese momento, la apertura se limitó a una lista de 127 actividades que fueron establecidas por el Estado. Ahora, esa lista se amplió a unas 2.100 y las actividades reservadas al Estado se redujeron a 124, que el Gobierno no había detallado.
Entre esas actividades, el Ministerio fijó el miércoles los sectores estratégicos como la administración pública; la defensa; el mantenimiento del orden; la educación (excepto ciertas materias como los idiomas y la música), la medicina y el periodismo. También, quedarán restringidas del sector privado la extracción de petróleo, carbón y minerales; la impresión de periódicos y libros; la elaboración de armas; la fabricación y distribución de gas y electricidad, así como la venta de vehículos.
Además, el Estado se reserva el monopolio de la producción audiovisual y cinematográfica; los programas de televisión; la programación cultural en general y la actividad inmobiliaria. Lo mismo ocurre con las profesiones de arquitectura; de investigación científica; de agente de viajes; del servicio de funerales y de agentes de seguridad.
Unas 600.000 personas cubanas laboran actualmente en el sector privado, lo que representa el 13 por ciento de la población activa en el país de 11,2 millones de habitantes. Quienes trabajan por su cuenta se emplean, principalmente, en la gastronomía, el transporte (taxis) y el alquiler de habitaciones a turistas.
ama (afp, efe)
Cuba: así se vive con 10 dólares de pensión
En Cuba, la edad de retiro es a los 60 años para las mujeres y 65 para los hombres. Los magros salarios, sin embargo, redundan en pensiones de menos de 10 dólares. Para muchos cubanos sobrevivir es una lucha diaria.
Imagen: DW/S. Derks
Estilo de vida frugal
Ángel Julio Soza, de 89 años, fotografiado frente a la casa en la que ha vivido toda su vida en el distrito de San Lázaro, un área pobre en Cienfuegos, en la costa sur cubana. Trabajó durante 40 años en la industria de la construcción y ahora vive con una pensión de 200 pesos, 7,55 dólares. Consultado sobre si le falta algo para vivir bien, responde "un televisor para mirar chicas hermosas".
Imagen: DW/S. Derks
Raciones subsidiadas
Todos los cubanos tienen una "libreta", un libro de racionamiento que les da derecho a comprar una determinada cantidad de alimentos a precios subsidiados por el Estado. El racionamiento se volvió más drástico en mayo de 2019, debido a que el bloqueo estadounidense se hizo más estricto y a la pérdida de la ayuda proveniente de Venezuela.
Imagen: DW/S. Derks
Vendedor ambulante
Raúl Bouza sentado frente a su casa en el centro de La Habana, una construcción que colapsó tras el paso de un huracán hace tres años. Su pensión es de 240 pesos. Todos los meses debe pagar una licencia de 500 pesos para poder vender baterías, bombillas y otras cosas, en un intento por generar más ingresos. Su hermano le envía remesas desde Miami: 100 dólares cada tres meses.
Imagen: DW/S. Derks
Gracias a la granja
Antonio Loreno Lozana, de 86 años, vive con uno de sus hijos en uno de los senderos turísticos que llevan a los valles tabacaleros cerca de Viñales, donde administra una pequeña granja. A los 200 pesos que recibe de pensión suma alrededor de 150 dólares al mes, dinero que gana con los productos agrícolas que vende al Estado y el café que vende a los turistas.
Imagen: DW/S. Derks
Parte de la sociedad
Evaristo Díaz Díaz (85 años) trabaja en una imprenta de La Habana, donde dobla cajas. Gracias a este empleo suma 300 pesos a su pensión, y además recibe desayuno y almuerzo. Evaristo dice que está muy contento con su trabajo porque le hace sentirse útil y parte de la sociedad.
Imagen: DW/S. Derks
Dar un poco
Aída Guerreros Blanco tiene 92 años y tiene que llegar a fin de mes con su pensión de 120 pesos. Vive en el centro de Bayamo, en el este de Cuba, y cuando ve a turistas extraviados se acerca a ellos para ayudarlos con algunas indicaciones, con la esperanza de recibir a cambio una pequeña donación.
Imagen: DW/S. Derks
De dulces y galletas
Miguel Calzada, de 90 años, está sentado frente a su casa en Trinidad, en el centro de la isla, donde vende dulces y galletas para complementar su pequeña pensión de 100 pesos.
Imagen: DW/S. Derks
Trabajando en el mercado
Mario Díaz tiene 80 años y trabaja como intermediario en el mercado inmobiliario de La Habana. Si logra vender una casa, obtiene el 10 por ciento de la venta. Si logra encontrar a alguien que permute una propiedad, recibe una donación. En 2018 vendió dos casas, negocios que le dieron cerca de 1.500 dólares de ingresos adicionales.
Imagen: DW/S. Derks
Proveedora familiar
Lidia Heredia tiene 86 años y vive con su hijastra, que está enferma y requiere de cuidados diarios. Su marido murió hace 15 años. Para poder llegar a fin de mes, todas las tardes vende cigarros y bolsas en una concurrida calle cerca del terminal de buses de Santiago de Cuba.
Imagen: DW/S. Derks
Seguir trabajando
A los 66 años, Rodolfo Aguilar González sigue trabajando como inspector de aguas en la ciudad oriental de Holguín. Aunque pudo jubilarse a los 65 años, él disfruta las dinámicas de la vida laboral y de poder interactuar con otras personas. Una ley permite a los cubanos seguir trabajando en un puesto menos demandante tras el retiro, pero Rodolfo eligió no abandonar su viejo empleo.