Cuba apuesta por las energías renovables. Dos medianos empresarios alemanes planean construir una central energética de biomasa. La idea parece buena, pero todavía hay escollos.
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Generar energía a partir de residuos agrícolas, crear nuevos puestos de trabajo y combatir de paso una "plaga”: el proyecto de Wolfgang Krug en Cuba suena casi demasiado bien.
Krug es gerente de la empresa Prolignis, de Ingolstadt, que desarrolla proyectos de energía renovable. Junto con la empresa de maquinaria LAWI Engineering, de Kiel, fundó el consorcio EnerCu, para construir una central energética a base de biomasa, carbono neutral, en la provincia de Cienfuegos.
Residuos de la industria azucarera
En Cuba se ha invertido sistemáticamente en energías renovables durante los últimos años. Varios parques eólicos y plantas solares han sido instalados. Y la industria de la caña de azúcar produce toneladas de residuos orgánicos, es decir, biomasa que puede utilizarse para generar energía.
"Ya en la actualidad se produce electricidad y vapor a partir del bagazo”, afirma Krug, refiriéndose al material fibroso que queda como residuo tras exprimir la caña de azúcar. "Pero las viejas calderas solo funcionan durante la época de la cosecha”, explica.
Eso es algo que EnerCu se propone cambiar. La idea es mantener la planta en función todo el año, utilizando también como combustible el marabú, una especie vegetal invasora que en Cuba se considera ya una plaga y que ocupa cerca del 18 por ciento del territorio de la isla. La energía excedente habría de alimentar la red pública. "Nuestra central energética podría suministrar electricidad a algunas decenas de miles de hogares. Y eso, durante todo el año”, afirma Krug. Algo que Cuba necesita con urgencia.
En busca de independencia energética
En la actualidad, la energía se genera en Cuba principalmente con petróleo importado de Venezuela. Pero estas importaciones se han visto afectadas por la crisis venezolana.
El gobierno de La Habana ha catalogado la independencia energética como una de las prioridades nacionales. Cuba se propone incrementar la porción de energías renovables en su matriz, del cuatro por ciento actual, al 24 por ciento hasta 2030. De esa cantidad, un 60 por ciento habría de producirse con biomasa. Por ese motivo, el gobierno planea erigir unas 20 nuevas centrales de biomasa.
Y aquí es donde entra en escena el proyecto de Krug. El modelo de negocio es sencillo: el gobierno cubano pone a disposición viejos terrenos ahora cubiertos de marabú, al igual que la concesión para la tala, y el bagazo de la caña de azúcar. Los empresarios alemanes, por su parte, aportan tecnología e inversión. A cambio recibirán más adelante una tarifa fija por la electricidad, lo que Krug considera positivo, ya que un precio fijo incremente la seguridad a la hora de planificar.
Inversionistas cautelosos
Grandes empresas como Gamesa, de España, y Siemens, de Alemania, ya habían mostrado en el pasado interés por el sector energético cubano. Gamesa firmó hace dos años un contrato para construir siete plantas eólicas, y Siemens negoció con el gobierno cubano sobre la ampliación de la red eléctrica.
Pero, en muchos casos, los proyectos quedan en eso, debido a las difíciles condiciones de financiación. El bloqueo estadounidense lleva a potenciales inversionistas a actuar con cautela. Krug y sus socios necesitan aproximadamente 70 millones de dólares para llevar a cabo sus planes. "Actualmente negociamos con inversionistas de todo el mundo, para conseguir financiación para este atractivo proyecto ecológico”, indica.
¿Por qué ha optado por Cuba, pese a los obstáculos? "Es un plan inteligente, basado en un trueque justo”, explica, añadiendo: "aquí todo tarda un poco más, pero nuestro proyecto podría ponerse en práctica de inmediato”.
(ER/CP)
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El fin de la era Castro en Cuba
Casi nadie en Cuba puede recordar una vida sin los Castro. Desde el 19 de abril de 2018, ya no habrá un Castro al frente del Estado. Durante casi 60 años, los hermanos Fidel y Raúl gobernaron el país con mano de hierro.
Imagen: Reuters
1959 - La revolución triunfa
Los rebeldes liderados por Fidel Castro llegan al poder tras huir el dictador Fulgencio Batista en enero. EE.UU. reconoce al nuevo gobierno. Pronto "leyes revolucionarias" (como la reforma agraria) afectan a empresas estadounidenses. En diciembre, el presidente republicano Dwight D. Eisenhower aprueba un plan de la CIA para derrocar a Castro en un año y sustituirlo por "una junta amiga de EE. UU."
Imagen: AP
1960 − Nacionalizaciones y acercamiento a la Unión Soviética
Eisenhower prohíbe la exportación a Cuba (salvo alimentos y medicinas) y suspende la importación de azúcar. Cuba responde nacionalizando bienes y empresas estadounidenses, y estableciendo relaciones diplomáticas y comerciales con la Unión Soviética. En el funeral de las víctimas de la explosión del vapor "La Coubre" (foto), que Cuba achacó a la CIA, Castro lanza su consigna "¡Patria o Muerte!"
Imagen: AP
1961 − Ruptura e invasión
EE. UU. rompe relaciones diplomáticas con Cuba y cierra su embajada el 3 de enero. Tras una serie de bombardeos a aeropuertos e incendios en tiendas de los que Cuba acusa a EE. UU., Fidel Castro proclama el carácter socialista de la revolución el 16 de abril. Del 17 al 19, cubanos entrenados por EE. UU. intentan infructuosamente invadir la Isla por Playa Girón y Playa Larga, en Bahía de Cochinos.
Imagen: AP
1962 - La crisis de los misiles
En 1960, Kruschev dijo: “No sé si Fidel es comunista, pero yo soy fidelista”. Moscú reanudó las relaciones diplomáticas con La Habana e incrementó el apoyo. La Unión Soviética instaló bases de misiles nucleares en Cuba. Eso desencadenó la “crisis de los misiles”. Moscú cedió a la presión de Kennedy a cambio de que EE.UU. no invadiría a Cuba y desmantelaría sus bases nucleares en Turquía.
Imagen: imago/UIG
1971 – Fidel Castro en Chile
El episodio de Bahía Cochinos aceleró la proclamación del carácter socialista, marxista-leninista, de la revolución. Cuba terminó siendo expulsada de la Organización de Estados Americanos. Castro quedó aislado en el continente, pero no indefinidamente. Castro fue recibido en Chile por el presidente Salvador Allende (foto), que fue derrocado por Augusto Pinochet en 1973.
Imagen: AFP/Getty Images
1989 – La hora de la Perestroika
La llegada al poder de Mijail Gorbachov en Moscú marcó el inicio de la era del Glasnost y Perestroika. La Cortina de Hierro comenzó a caer en pedazos y el imperio soviético terminó derrumbándose. Cuba perdió a su principal base de sustento exterior, sumiéndose en una aguda crisis. Miles de cubanos intentaron huir a Miami en precarias embarcaciones. Muchos vaticinaban el fin del régimen castrista.
Imagen: picture-alliance/dpa
1998 – Primera visita papal
Un decreto de Pío XII prohibía a los católicos el apoyo a los regímenes comunistas. En virtud del mismo, el Vaticano había excomulgado a Fidel Castro en enero de 1962. Pero las décadas pasaron y, luego del término de la Guerra Fría, llegó el momento del acercamiento: en 1996, Castro visitó al Papa Juan Pablo II y éste retribuyó la visita dos años más tarde, en un gesto considerado histórico.
Imagen: picture-alliance/AP/Michel Gangne
2002 - Fidel Castro y Jimmy Carter juegan béisbol
Desde que Estados Unidos impuso su embargo comercial, económico y financiero en 1962, hubo pocos momentos de distensión entre Washington y La Habana. Uno de los pocos signos en esa dirección fue el viaje del expresidente estadounidense Jimmy Carter en 2002, motivado por la intención de encontrar puntos de acercamiento. Tampoco sus buenos oficios provocaron cambios sustanciales en Cuba.
Imagen: Adalberto Roque/AFP/Getty Images
2006 - Fidel y Hugo
Desde los años 90, Cuba dejó de ser vista como un peligroso exportador de revoluciones. Con el estrepitoso derrumbe del bloque del Este, las ideologías de izquierda naufragaban. Pero en Venezuela llegó al poder un nuevo dirigente dispuesto a propagar la “Revolución Bolivariana”. Hugo Chávez, declarado admirador de Fidel Castro, le dio a La Habana un efectivo respaldo, también en lo económico.
Imagen: picture-alliance/dpa/dpaweb
2006 - La entrega del poder
La enfermedad forzó a Fidel Castro a abandonar el poder. En 2006, lo dejó en manos de su hermano Raúl, garante de que no habría vuelco radical en un sistema que, pese a los avances en educación y salud, cobró un alto precio: falta de libertad y represión. Mientras afloraban los primeros cambios, Castro se fue despidiendo de a poco, defendiendo hasta el final su visión desde las páginas del Granma
En diciembre de 2014, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro, anunciaron que retomarían las relaciones diplomáticas. Obama visitó Cuba en marzo de 2016. Habían pasado 88 años desde la última vez que un presidente estadounidense viajara a la isla. EE. UU. retiró a Cuba de la lista de terrorismo y el deshielo comenzó a afianzarse.
Tantas veces anunciada y denegada, pocos creyeron la noticia de su fallecimiento en un primer momento. No obstante, el 25 de noviembre de 2016, los bares empezaron a cerrar y las reuniones callejeras se dispersaron cuando corrió el rumor de su deceso. Durante años, Castro desmintió a quienes lo daban por muerto publicando fotografías o artículos de opinión de innegable actualidad.
Imagen: Getty Images
2018 – La sucesión
Después de 10 años, Raúl Castro se retira del poder. El 19 de abril, el Parlamento cubano elige a un sucesor que por primera vez en casi 60 años no lleva el nombre de Castro. Sin embargo, los analistas sostienen que es poco probable que el curso político en Cuba cambie tan pronto.