Cuba es el país latinoamericano con mayor cantidad de periodistas, escritores o bibliotecarios encarcelados. El Comité para la Protección a Periodistas (CPJ) tiene documentados 21 de estos casos en la isla. La cifra varía según los recuentos de diferentes organismos internacionales.

Pero Cuba no es el único país que presenta este fenómeno en América Latina. Según la misma fuente, dos mujeres periodistas se encuentran en cárceles peruanas: Nely Guerrero Orellana y Magaly Medina. Esta última fue privada de su libertad a raíz de una demanda por difamación interpuesta por José Paolo Guerrero, jugador del Hamburgo en la Bundesliga.

También pertenece al fuero común el caso de Freddy Aponte. Pero este caso tiene un componente político. El reportero ecuatoriano fue acusado de difamación por el alcalde de la ciudad de Loja, y fue sentenciado a una pena de seis meses de cárcel.

El blog, género disidente

En su reporte mundial más reciente, que está pronto a ser actualizado, el CPJ documenta 125 casos de periodistas en prisión. Hay un hecho sintomático: Internet es el medio que ha provocado más detenciones de periodistas, con 45 por ciento del total mundial. El blog, pues, es visto como un auténtico peligro por regímenes totalitarios.

Después de China, Cuba es el país que más periodistas encarcelados registra en todo el mundo. El pasado 18 de abril, el director de Habana Press, Alberto Santiago, fue detenido y sentenciado a tres años de cárcel por el delito de “falta de respeto a la autoridad”. En Cuba también existe la pena de “peligrosidad predelictiva”, que pretende castigar toda iniciativa considerada potencialmente contraria al régimen castrista.

La división británica del PEN Club, organismo que desde 1960 tiene un comité ex profeso para seguir casos de escritores y periodistas en prisión, demandó la libertad inmediata e incondicional del editor, debido a que “fue acusado por el solo hecho de manifestar sus ideas de manera no violenta”.

Voz tras las rejas

Pablo Pacheco Ávila también se encuentra tras las rejas. Fue detenido en la llamada “Primavera negra” de 2003, también por publicar sus ideas, y cumple una sentencia de 20 años de cárcel en la prisión de Canaleta, en la provincia de Ciego de Ávila. Desde ahí dicta por teléfono su blog Voz tras las rejas, en el cual narra sus experiencias dentro del centro penitenciario cubano y describe las condiciones del mismo.

En una entrada reciente, Pacheco indica cómo este prolongado encarcelamiento afecta no sólo a él sino también a su vida familiar, en una violación adicional a sus derechos humanos fundamentales:

“El pecado de Jimmy era el de ser hijo de un periodista independiente. Al niño lo pude ver vestido con el uniforme escolar gracias a una fotografía que mi esposa le tiró el primer día de clases. Me tenía lejos, muy lejos en la tristemente prisión de Agüica, en la provincia de Matanzas, a más de 450 kilómetros de mi hogar en Ciego de Ávila.

“Mi hijo fue creciendo, Oleyvis sirvió de madre, padre, amiga, maestra y hoy es un niño correcto y educado, un poco tímido y callado, tal vez receloso con la vida. Es normal. Yo lo entiendo. Pero también adora a sus padres y respeta a los maestros.

“La pregunta que siempre le ronda y por tanto más hace, es ¿Por qué Fidel Castro encarceló a mi papá? Aún es muy joven para comprender. Ruego, pido a Dios, porque hoy pase un día feliz. Y espero el próximo cumpleaños, pasarlos juntos, salir de paseo los tres: yo, su madre y él a cualquier lugar, lo importante es pasarla bien los tres, como debió ser durante estos seis años que he estado ausente.”

Los Castro no se inmutan

El caso de Pablo Pacheco es consignado por el PEN Internacional como uno de los 26 escritores que, de acuerdo con el recuento de la organización, se encuentran en cárceles cubanas. Pese a que la Unión Europea levantó las sanciones adoptadas como consecuencia de la “Primavera negra”, cuando cerca de 70 periodistas fueron detenidos por el régimen cubano, éste no da muestra alguna de apertura o cambio.

Por el contrario, hace unos días las fuerzas cubanas de seguridad detuvieron brevemente a Yoani Sánchez, Claudia Cadelo y otros blogueros cubanos. La autora de Generación Y había publicado recientemente vídeos en los que denunciaba la falta de libertad de expresión en la isla y protestaba por las restricciones al libre tránsito de los cubanos hacia el exterior.

Son hoy por hoy los casos más célebres, en un comportamiento histórico por parte del Gobierno cubano. Casi olvidados son otros casos como el del poeta Ángel Cuadra, que pasó 15 años en cárceles cubanas por oponerse al régimen castrista. Hoy, Cuadra trabaja en una red internacional de juristas dedicados a promover la liberación de prisioneros de conciencia, como él mismo lo fue de 1967 a 1982.

Autor: Enrique López Magallón

Editor: Emilia Rojas