Cuenta atrás
26 de noviembre de 2003La Unión Europea (UE) ha sido autorizada por fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a imponer aranceles punitivos a importaciones estadounidenses valorados en 2.200 millones de dólares a modo de represalia comercial si Washington no renuncia a la medida proteccionista en favor de su industria siderúrgica.
En el pleito comercial entre el gobierno estadounidense y el resto del mundo, no se trata ya de salvar ramos industriales obsoletos. Estados Unidos trata, según diversos expertos y analistas, de proteger su predominancia comercial, pues el equilibro en el mercado global se ha desplazado. Hace unos días el Departamento de Comercio de Estados Unidos que impondría nuevos aranceles a cuatro fabricantes chinos de televisores, acusándolos de ofrecer sus productos por debajo de su "valor". Esta decisión tiene un valor simbólico de importancia.
Nueva era del proteccionismo
Desde hace meses se puede observar en Estados Unidos una tendencia tanto de sindicatos como de industriales de obstaculizar la entrada de productos provenientes de China, aduciendo que son contraproductivos para la economía estadounidense. Alianzas del tipo de "American Manufacturing Trade Action Coalition", se dedican a advertir sobre la pérdida de trabajos en Estados Unidos y exigen la imposición de más aranceles para proteger la industria nacional. Sin embargo su argumentación olvida que los cambios en el comercio mundial no sólo han costado plazas de trabajo en Estados Unidos. Por ejemplo la industria textil estadounidense perdió entre 1998 y 2003 600.000 plazas laborales. En el mismo plazo, sin embargo, la industria textil china perdió un millón de plazas.
Postura peligrosa
La postura estadounidense resulta sumamente peligrosa. La imposición de barreras comerciales provoca al contraataque. Así la Unión Europea planea poner aranceles punitivos a productos estadoundienses que van desde el jugo de naranja y otros cítricos, artículos de vestir y calzado hasta motocicletas Harley Davidson.
No sólo la UE planea sanciones comerciales, también Brasil, Corea, China, Japón, Suiza, Noruega y Nueva Zelanda han declarado que estudian la posibilidad de imponer tasas a bienes importados de EEUU.
En el caso de la Unión Europea se escucha desde Bruselas que se han escogido los productos a los que se impondrá los aranceles punitivos con el fin de que tengan el mayor efecto político posible.
Base financiera en peligro
La mayor economía del mundo exporta mucho más de lo que importa. Estados Unidos requiere cerca de 1.500 millones de dólares de capital extranjero diarios para poder funcionar. Por lo mismo EEUU más que ningún otro país del mundo, requiere un sistema financiero flexible. Una guerra comercial fomentada por políticas equivocadas podría hacer que el flujo de capital se viera perjudicado.
Una guerra comercial con el resto del mundo no sólo sería perjudicial, sino que tiene pocas perspectivas de éxito. Las medidas punitivas no entrarán en vigor si Washington anuncia antes del 6 de enero la abolición de sus aranceles especiales al acero.